El clima de guerra se calienta aún más en Europa luego de que Rusia respondiera al atentado terrorista perpetrado contra el Puente de Crimea. Y es que la reacción de la OTAN, más allá de intentar calmar los ánimos, lo que hace es agregarle un matiz más peligroso al conflicto.
Este martes 11 de octubre, el secretario de la organización, Jens Stoltenberg, asumiendo el ataque contra la infraestructura crítica ucraniana como una derrota, dijo que es muy importante para ellos que Ucrania le gane la guerra a Rusia, porque, si pierde, será una derrota para el bloque.
En ese sentido, anunció que la OTAN realizará ejercicios de disuasión nuclear la próxima semana, conocidos con el nombre de 'Steadfast Noon' (Mediodía Firme).
Asimismo, también anunció que se reforzarán los sistemas de defensa y disuasión y se protegerán las infraestructuras de la Alianza ante las amenazas rusas.
Por su parte, Rusia llamó a no inflar artificialmente la amenaza nuclear. "Estados Unidos y sus satélites no deben escalar la cuestión de un posible ataque nuclear por parte de Rusia", afirmó Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso.
La guerra nuclear vuelve a estar sobre el tapete de los acontecimientos bélicos en Europa y esta retórica es cada vez más empleada. El argumento de Stoltenberg es que, si Putin "gana", el mundo será más peligroso. Sin embargo, quien está empujando el mundo hacia esos escenarios catastróficos es la OTAN, liderada por Washington.