La inflación en Estados Unidos se elevó a niveles históricos y llegó a estar por encima de lo esperado en junio. Bloomberg señala que se esperaba que llegara a 8,8% pero esta terminó en 9,1%. "En concreto, el dato intermensual fue del 1,3% en contraste con las espectativas del 1,1%", detalla.
De acuerdo al medio, el dato anual representa la mayor alza desde 1981, mientras que el mensual es el más alto desde 2005. Está inflación desmesurada fue impulsada por el aumento del combustible, la vivienda y los alimentos.
"Las incesantes presiones sobre los precios probablemente mantenga a la Reserva Federal en su camino de continuar con fuertes subidas de sus tasas de interés", sostiene Bloomberg.
Si bien muchos economistas creen que esta subida inflacionaria representa el pico más alto de este ciclo, esta coyuntura puede seguir impactando el costo de las viviendas por mucho más tiempo. A este proceso se suma la guerra de Ucrania y el confinamiento en China por covid-19, que interfieren en la cadena de suministros y la consecuente subida de los productos.
Está situación ha hecho que merme el apoyo de los demócratas en el Congreso, que pudiera incidir en su apoyo en las elecciones a mitad de mandato. Mientras tanto, la inflación sigue golpeando a los más pobres de Estados Unidos y cae la confianza de los consumidores.