Este jueves 7 de julio renunció uno de los políticos más simbólicos y representativos de la política occidental actual: Boris Johnson, ahora exprimer ministro de Inglaterra. Tal vez lo recordemos más que a su antecesora Theresa May y su cadencioso baile por sus desorientacines y dislates.
Y es que un sujeto que siempre parecía estar recién levantado, borracho y cuya motricidad torpe no daba ni para abrir un paraguas, difícilmente sea olvidado. Pero más allá de ser una fuente inagotable de memes, hay una serie de conductas inapropiadas que fueron engrosando el historial vergonzoso que provocó su rechazo en parlamento y renuncia forzosa.
A continuación, presentamos algunos hechos que contribuyeron a su rechazo:
- Desencadenante. En junio el jefe adjunto de los conservadores, Chris Pincher (fracción la cual pertenece Johnson) fue a un club privado de miembros en Londres, se emborrachó y fue acusado de manosear a dos hombres, lo que generó una serie de acusaciones, algunas de las cuales se remontan a años atrás.
- Partygate. En la peor etapa de la pandemia, Boris Johnson organizó una fiesta de cumpleaños. También se disculpó por ir a una fiesta de "trae tu propia bebida" en el jardín de Downing Street durante el primer cierre. Las multas a ciudadanos fueron implacables por infringir las normas de confinamiento en Downing Street y Whitehall.
- Crisis económica. La inflación ha aumentado considerablemente en 2022, hasta la tasa actual del 9,1 %. El desencadenante de la inflación en Occidente fue el bloqueo a Rusia tras la operación militar en Ucrania. El saliente primer ministro fue los primeros en plegarse a la política imperial de Estados Unidos.
- Lobby corporativo. En octubre de 2021, un comité de la Cámara de los Comunes recomendó una suspensión de 30 días para el entonces diputado conservador Owen Paterson. El comité dijo que rompió las reglas de cabildeo para tratar de beneficiar a las empresas que le pagaban. Johnson admitió más tarde que había "chocado el auto" en su manejo del caso.