En España ya es común que se reivindique y glorifique la figura de Adolf Hitler y proliferen asociaciones neonazis que recluten a jóvenes. Y esto es posible porque las leyes permiten que estos grupos nacionalistas sean legales.
Tal es el caso de la asociación Devenir Europeo o el partido Alianza Nacional, organizaciones con reconocimiento legal que se dedican a la exaltación nazi sin ningún tipo de restricción.
El medio español Público destaca el caso emblemático del librero neonazi Pedro Varela, quien justifica el Holocausto e incita al odio contra judíos, migrantes, musulmanes y homosexuales. Varela, que enfrenta su cuarto juicio, quedó libre de cargo en 2007 porque el Tribunal Constitucional determinó que negar el holocausto contra 6 millones de judíos entra dentro de los límites de la libertad de expresión consagrados por la Constitución española. ¿Hasta dónde llega la libertad en España?
Y es precisamente aquí donde reside el problema, pues no se trata únicamente de exaltación al nazismo sino la persecución que estos grupos podrían emprender contra afrodescendientes, latinos y homosexuales. Ya se han visto caso de agresiones de estos grupos neonazis contra latinos y en sitios públicos y sistemas de transporte.
El jurista Joaquín Urias, recoge el medio español, destaca que en España se permiten "partidos e ideologías que en otros lugares no están permitidas". Urias subraya que este país "no es una democracia militante", de forma tal que "admite la ideología contraria al sistema actual".
Otro abogado, Eduardo Gómez, integrante de Red Jurídica, señala que en España hay un doble rasero, pues mientras se permite la apología al nazismo "la Audiencia Nacional ordenó el cierre de la revista Kalera Info y el cierre de la web kalerakalera.eus, ambas a cargo del área de presos de Sortu, alegando que exaltaban el terrorismo de ETA".