En la mañana del miércoles 27 de enero, el vicecanciller ruso Serguéi Riabkov anunció que intercambió con el embajador de Estados Unidos en Moscú, John J. Sullivan, notas diplomáticas con relación a la prórroga del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III), bajo las condiciones de Rusia: "Cinco años sin condiciones previas, sin ningún añadido ni 'apéndices'".
Dicho acuerdo fue presentado el martes 26 ante la Duma Estatal y el Consejo de la Federación de Rusia -las dos cámaras del Parlamento ruso- para ser ratificado como ley para extender el Tratado START III por cinco años, hasta el 5 de febrero de 2026.
El Tratado START III es el único tratado vigente de reducción de armas entre Rusia y Estados Unidos, que expiraba en febrero de 2021. El pacto se firmó en 2010 y contempla el monitoreo mutuo de los arsenales nucleares por parte de Washington y Moscú.
En mayo de 2020, delegados de Estados Unidos declararon que quieren incluir más armas rusas en el Tratado START III y sugirieron que la prolongación del acuerdo debería incluir también a China.
Por su parte, Rusia propuso a Washington incluir las armas nucleares y no nucleares ofensivas y defensivas en la agenda estratégica tras extender el Tratado START III.
Este es un acontecimiento clave en la pugna global entre grandes poderes militares, que permite llegar a acuerdos de monitoreo y precaución en el desarrollo y despliegue de armas de alto grado de destrucción.