La excanciller de Alemania, Angela Merkel, durante una entrevista dijo que los Acuerdos de Minsk dieron tiempo a Kiev para que se fortaleciera. Esta confesión es importante porque hasta ahora ningún funcionario occidental lo había admitido.
Estos acuerdos surgieron en el contexto de la escalada de violencia en el Dombás tras el golpe de estado contra Viktor Yanukóvich en 2014 y la declaración de independencia de los territorios rusoparlantes. El cuarteto de Normandía estaba integrado por Ucrania, Rusia, Francia y Alemania y buscaban normalizar la situación en el este de Ucrania.
Concretamente, se buscaba un alto al fuego inmediatamente, evitar el uso de armas en la frontera ruso-ucraniana, otorgarle un estatutos especial a Donetsk y Lugansk, entre otros. Sin embargo, nada de esto se cumplió y las hostilidades de Kiev continuaron hasta que Rusia decidió lanzar la operación militar especial en febrero de este año.
En este caso queda claro que el derecho internacional, usado como mampara en los acuerdos de Minsk, fue un consumo de tiempo para que Ucrania se llenara de armas. La prueba de ello puede verse en el campo de batalla y en las propias declaraciones de Merkel.
"La Ucrania de 2014/15 no es la Ucrania de hoy. Como se vio en la batalla por Debaltsevo [un importante nudo ferroviario en la República Popular de Donetsk] a principios de 2015, Putin podría haberla invadido fácilmente entonces. Y dudo mucho que los Estados de la OTAN hubieran podido hacer entonces tanto como están haciendo ahora para ayudar a Ucrania", señaló, al tiempo que argumentó que ese alargue fue "valioso" para Kiev.