Este año, varios países africanos rompieron relaciones con su antiguo colonizador, Francia, lo que terminó con alianzas que se extendían también al ámbito militar. A este fenómeno hay que añadir que Mali y Níger tomaron la decisión de suspender los acuerdos fiscales con el país europeo en un acto de desafío.
Esto sin duda alguna terminaría de desmoronar la figura de Francia y su poder de influencia que se extendió más allá de la colonización. La declaración conjunta fue lanzada la semana pasada por "la persistente actitud hostil de Francia hacia nuestros Estados" y "la naturaleza desequilibrada de estos acuerdos, que resultan en una pérdida considerable de ingresos para Mali y Níger".
Los acuerdos fiscales con el exgobernante colonial Francia finalizarán "dentro de tres meses", detallaron los líderes militares de cada país.
Las repercusiones prácticas de la decisión no quedaron claras de inmediato, pero hasta donde se sabe los acuerdos cubren el impuesto sobre la renta de las personas físicas y jurídicas, el impuesto de sucesiones y los derechos de registro.
Este camino también fue tomado por Burkina Faso, otro país del Sahel cuyo ejército tomó el poder el año pasado, que ya había denunciado su tratado fiscal con Francia a principios de este año. Los tres países africanos mencionados formaron una alianza este año, y sus ministros de Relaciones Exteriores propusieron recientemente la creación de una confederación.