El presidente estadounidense Joe Biden aprobó una transferencia a Taiwán en el marco del programa de Financiamiento Militar Extranjero, o FMF, que normalmente se utiliza para Estados soberanos, lo que podría aumentar la tensión en la zona en tanto que viola la política de "Una sola China".
De acuerdo con una notificación, se informó a los comités del Congreso de la intención del Departamento de Estado de comprometer hasta 80 millones de dólares en fondos del FMF para fortalecer las capacidades de autodefensa de Taiwán.
"Estas armas no sólo ayudarán a Taiwán y protegerán a otras democracias de la región, sino que también fortalecerán la postura de disuasión de Estados Unidos y garantizarán nuestra seguridad nacional frente a un PCC (Partido Comunista Chino) cada vez más agresivo", dijo Michael McCaul, presidente republicano del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
Al entregar esta ayuda, que generalmente se entrega a los Estados, se estaría asumiendo la autonomía de Taiwán, aunque desde el Departamento de Estado digan que la asistencia del FMF no reflejaba ningún cambio en la política estadounidense.
En esa misma lógica de provocación y cerco a China, Estados Unidos entró en conversaciones con Filipinas para desarrollar un puerto en las remotas islas más septentrionales del archipiélago, ubicadas estratégicamente frente a Taiwán.
La participación militar estadounidense en las islas Batanes, a menos de 200 kilómetros de Taiwán, representa una escalada más para inflamar el conflicto en la región. Por su parte, Beijing respondió que Filipinas estaba "avivando el fuego" de las tensiones regionales al ofrecer un mayor acceso a bases militares de Estados Unidos, cuyo objetivo es "interferir en los asuntos de China con Taiwán".