Estados Unidos y los países de la Unión Europea (UE) están experimentando una abrupta disminución en el número de granjas, dijeron los ministros de agricultura de esos países. La transformación del sector agrícola en ambos hemisferios resultó en un número relativamente pequeño de fincas grandes, que producen la mayoría de los alimentos, y muchas fincas pequeñas con pocos ingresos de cultivos y ganado.
El número de granjas en Europa cayó 37%, a 9,1 millones, de 2005 a 2020. El comisario de agricultura de la UE, Janusz Wojciechowski, detalló que las pérdidas equivalían a 800 granjas por día en los últimos años. "Hemos perdido muchas granjas familiares", dijo durante una aparición con el secretario de Agricultura, Tom Vilsack, en el Ag Outlook Forum del USDA, recoge Successful Farming.
Para Estados Unidos, la consolidación en menos y más grandes fincas ocurrió en los años 1950 y 1960. De cerca de 7 millones en 1936 pasó a rondar los 2 millones desde la década de 1970. ¿A qué se debe la disminución?
Se atribuye a la mecanización, a la introducción de cultivos híbridos y a la adopción de fertilizantes y pesticidas químicos, todo lo cual impulsó la eficiencia y redujo la necesidad de mano de obra. Desde entonces, la productividad se impuso por encima de la rentabilidad y la preservación de los recursos a largo plazo.
De acuerdo con Vilsack, los pagos por secuestro de carbono, el desarrollo de mercados para rubros básicos climáticamente inteligentes, el crecimiento de biocombustibles y ventas de combustibles renovables constituyen nuevas formas de ingreso.
La UE, por su parte, otorga a los agricultores un papel central para hacer frente al cambio climático, preservar los paisajes rurales y proteger la calidad de los alimentos y la salud. La gran mayoría de las granjas de la UE son granjas familiares, por lo que las familias realizan al menos 50% del trabajo.