Los medios occidentales han especulado mucho sobre el futuro de Irán luego de que se confirmara el fallecimiento del presidente Ebrahim Raisi y otros altos funcionarios del gobierno. Sin embargo, no es posible que el siniestro represente una amenaza existencial para la República Islámica aun cuando haya causado conmoción dentro del país.
En este sentido, se ha elucubrado sobre la posibilidad de que el nuevo presidente electo, Masoud Pezeshkian, identificado con el ala reformista, lleve adelante una política exterior alineada con Occidente. Sin embargo, vale aclarar que en Irán existe un sistema de doble poder y tanto reformistas como conservadores, con sus matices, dependen del Líder Supremo de la Revolución Islámica, el Ayatolá Alí Hoseiní Jamenei.
En las elecciones presidenciales anticipadas de Irán que se realizaron el 28 de junio, ningún candidato obtuvo la mayoría del 50% de los votos, por lo que hubo una segunda vuelta el pasado 5 de julio. En esta convocatoria, se impuso el cirujano cardíaco y reformista sobre su rival conservador Saeed Jalili.
Hay varios detalles importantes que se deben mencionar para entender el momento actual de la política iraní.
- Votaron 30.530.157 iraníes en los comicios presidenciales, lo que significa una participación de 49,8% de los electores habilitados. De ese total Pezeshkian obtuvo 16.384.403 votos, mientras que Jalili recibió 13.538.179.
- Pezeshkian se convierte en el segundo presidente con el menor porcentaje de votos, después de su compañero reformista Hassan Rouhani, quien ganó en 2013 con solo 50,7%.
- Pezeshkian representa al Frente Reformista de Irán, surgido en 1997 bajo la presidencia de Mohamed Jatamí. Los reformistas son una minoría política que en las últimas dos décadas nunca repitió sus victorias en las elecciones de 1997, 1998 y 2001.
- Pezeshkian es el primer presidente que no pertenece a la mayoría étnica fars del país ni a las provincias industriales de habla farsi del centro de Irán. Sus padres iraníes son étnicamente azeríes y kurdos. Por sus vínculos étnicos, el mandatario Recep Tayyip Erdogan lo llama presidente electo "turco" y cree que sus raíces y su dominio del idioma fortalecerán los vínculos entre Irán y Turquía.
- Pezeshkian es diputado, cargo al cual debe renunciar pronto, y anteriormente se había desempeñado como ministro de Salud.
- La Constitución iraní exige la aprobación del líder supremo para cuatro ministerios fundamentales: Defensa, Inteligencia, Interior y Asuntos Exteriores.
Sobre la posible modificación de la política exterior iraní, durante la campaña Pezeshkian manifestó su voluntad de restablecer los vínculos con Estados Unidos, comentarios que fueron inmediatamente respondidos por Jamenei, quien criticó a algunos políticos por "pensar que todos los caminos conducen a Estados Unidos, como si Irán no pudiera progresar sin aferrarse a esta o aquella potencia".
Pese a las declaraciones del presidente electo, la realidad indica que no se espera un gran cambio en el statu quo en el futuro inmediato. Talal Mohammad, un estudioso de la región de Asia Occidental, dijo a The Cradle que Pezeshkian no tiene autoridad para iniciar conversaciones con Occidente. A esto hay que añadir el posible retorno de Donald Trump y su "política de máxima presión" frente a Teherán.
En todo caso lo que pudiera ocurrir es llegar a un punto medio entre la dirección política que establece el Consejo Supremo de Seguridad Nacional (CSNS) de Irán y la flexibilidad que pudiera tener el Presidente para decidir sobre el método que empleará para las negociaciones.
Otros expertos afirman que Irán seguirá "mirando hacia Oriente" y el camino para mejorar sus relaciones con Occidente "no es fácil". Li Fuquan, director del Centro de Estudios de Irán de la Universidad del Noroeste de China, sostiene que es imposible cambiar el antagonismo entre Teherán y Washington ya que sobre el país persa pesan las sanciones unilaterales con consecuencias catastróficas para los iraníes.
Se espera que Pezeshkian continúe estabilizando y consolidando los lazos tanto con China como con Rusia debido a que esa dirección diplomática es un consenso alcanzado por los políticos iraníes de alto nivel. Cabe resaltar que Irán se convirtió en miembro de pleno derecho de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y también se concretó su ingreso a los Brics, lo que sin duda ubica al país persa en uno de los polos políticos y de desarrollo económico más importantes de la región.