El gobierno de Jair Bolsonaro desde el principio de su gestión ha estado signado por una profunda crisis política que ha impactado en áreas sensible de la sociedad brasileña, siendo el colapso de su sistema de salud a causa de la pandemia por covid-19 desestimada por el mandatario uno de los hitos que terminó de derrumbar su figura.
Por ahora no se sabe cuál será el destino político de Bolsonaro puesto que ya no cuenta con la misma base de apoyo social que llevó al excapitán del ejército al poder. Sin embargo, sigue teniendo la misma actitud envalentonada que lo ha llevado a estar con conflicto con otros poderes e incluso contra quienes lo apoyaron en su ascenso.
Pese a que parece tener todo en contra, el presidente aspira la reelección para el año que viene, comicios para los que ha tenido una actitud polémica. Al igual que Donald Trump, pone en duda la fiabilidad del sistema de voto electrónico y, con ello, la transparencia de las próximas elecciones presidenciales. Es preciso mencionar que antes de las polémicas declaraciones el Congreso rechazó la propuesta de imponer el voto impreso.
Bolsonaro amenazó con no reconocer el resultado de las elecciones presidenciales del año que viene si no aprobaban su propuesta de voto mixto, al tiempo que argumenta que dicho sistema electrónico promueve el fraude. Hasta el momento no ha consignado ninguna prueba de ello. Esto demuestra el conflicto entre poderes actualmente en Brasil.
Ante esta situación cabe preguntarse, ¿de verdad es posible que Bolsonaro pierda en las venideras elecciones por fraude y no por la pérdida de la popularidad debido al pésimo manejo del gobierno?
Todos contra Bolsonaro
Lo cierto es que el actual presidente brasileño tiene varios frentes de conflicto que parecen poner en duda su reelección.
Si bien ya la imagen de Jair Bolsonaro ya venía en picada, su gestión sobre la pandemia terminó por descalabrarlo. Su postura negacionista, que devino en que el país sudamericano se convirtiera en el segundo con más contagios y fallecidos, ha provocado fuertes protestas en todo el territorio.
Partidos políticos, organizaciones populares, de trabajadores y estudiantiles convocaron las protestas en al menos 400 ciudades de Brasil bajo el lema #19J.
Asimismo, se suman contra Bolsonaro las manifestaciones de los movimientos indígenas y organizaciones protectoras medioambientales. En agosto, numerosos miembros de diferentes pueblos originales de la región amazónica se movilizaron contra las medidas impulsadas por el presidente conocidas el "Marco temporal", que reconoce como tierras ancestrales solo aquellas que estaban ocupadas por comunidades indígenas antes de 1988, esto, según los representantes indígenas, es una ocasión para que las grandes empresas usen esos territorios para tala y ganadería.
"De materializarse la ley, estos pueblos verían reducido significativamente su territorio. Los indígenas consideran que tomar 1988 como referencia para catalogar un terreno como ancestral o no, es 'injusto' debido a que durante la dictadura militar (1964-1985) ellos fueron expulsados de la mayoría de sus hogares y para 1988 no habían podido regresar a ellos, por lo que apenas dominaban un pequeño porcentaje de lo que antes sí que les pertenecía", refiere France24.
Si bien el "Marco Temporal" ya está tramitado en el Congreso, la última palabra la tiene el Supremo Tribunal Federal (STF), que actualmente está en conflicto con el Ejecutivo. Las organizaciones indígenas argumentan que su situación empeoró desde que Bolsonaro llegó al poder. "El político se ha mostrado en varias ocasiones admirador de la dictadura que tanto daño hizo a los pueblos indígenas brasileños y, además, llegó al poder gracias al apoyo financiero de empresas madereras y cárnicas", señalan.
Pierde base de apoyo
Recientemente, también se han realizado protestas en varias capitales de Brasil contra el presidente Jair Bolsonaro organizadas por movimientos conservadores, como el Movimiento Brasil Libre (MBL) y el VPR (Vem Pra Rua), manifestaciones que prometen seguir realizándose en todo el país.
"Se planificaron marchas en 15 capitales, con especial foco en las ciudades que tuvieron gran aglomeración el martes pasado, con las manifestaciones de los simpatizantes del presidente el pasado 7 de septiembre , que incluyeron banderas antidemocráticas y discursos autoritarios de Bolsonaro", reseña Telesur.
Si bien los grupos de se plantean ser oposición al actual presidente, ninguno tiene presente una alianza con movimientos populares, sindicales o el PT, el mayor partido opositor de Brasil. Tanto la izquierda como el sector más conservador han organizados protestas contra Bolsonaro por su cuenta.
El nivel de impopularidad de Jair Bolsonaro llega al punto de que "el MBL de la Red Atlas, que fue creado para el golpe de Estado contra Dilma, y apoyó a Bolsonaro, está tratando de renombrarse como oposición", dice BrasilWire.
"MBL está intentando cooptar las manifestaciones callejeras contra Bolsonaro, mientras sus aliados neoliberales en RenovaBR hacen una jugada para el escenario post-Bolsonaro, con el apoyo de Wall Street, preparando a los futuros líderes", señala el medio brasileño.
Y es que la ultraderecha está buscando la manera de proyectar una tercera vía bajo el lema "ni Lula ni Bolsonaro".
"El candidato de la 'tercera vía' Ciro Gomes y su partido PDT han declarado su participación en la protesta del 12 de septiembre, liderada por el MBL de la Red Atlas, que está siendo promovida con propaganda que equipara a Bolsonaro con el ex presidente Lula", detalla.
Pero la caída de la popularidad de Bolsonaro no se debe únicamente a su estridencia y al mal manejo de la pandemia. El aumento de la pobreza, la muerte de niños por desnutrición, entre otros, engrosan la imagen negativa del presidente.
En los dos primeros años de gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2020) 352 menores de 5 años murrieron en Brasil por desnutrición. El 7% eran niños Yanomami, pueblo que representa el 0,013% de la población. Son datos publicados por la @agenciapublica
➡️https://t.co/qU5XOyU1il pic.twitter.com/MKTUt6k9AZ— André Vieira (@AndreteleSUR) September 14, 2021
Salpicado por la corrupción
Además de lo que hemos dicho a lo largo de esta nota, el presidente Jair Bolsonaro se ha visto salpicado por delitos de corrupción cometidos por su hijo, Flávio Bolsonaro. Quien se desempeña como senador formalmente acusado por la Fiscalía de Río de Janeiro por malversación de fondos públicos, blanqueo de dinero, pertenencia a organización criminal y apropiación indebida, denuncia que fue introducida meses atrás, pero que procedió en los días de las elecciones de Estados Unidos.
La corrupción del primogénito es de viaja data, pues Bolsonaro hijo "desviaba parte de los salarios —pagados con dinero público— de 23 exasesores de su gabinete mientras fue diputado estatal, entre 2007 y 2018", reseña El País, razón por la cual es considerado como "líder de un sistema de corrupción".
"Las acusaciones por corrupción contra el hijo mayor de Bolsonaro son el talón de Aquiles del mandatario, que llegó al poder con un discurso de combate implacable contra la corrupción", dice el medio español.
En marzo de este año el hijo de Bolsonaro volvió a estar bajo el foco de los medio por corrupción. En esta oportunidad es señalado de adquirir una lujosa mansión valorada en un millón de dólares. Estos sin duda levantó incomodidades debido al vínculo con el mandatario y porque no ha podido justificar la obtención de dichos recursos.
"Es la vigésima propiedad que Flavio Bolsonaro ha negociado en 16 años. Aun así, en su declaración de impuesto de renta presentada a la Justicia Electoral en 2018, dijo que tenía 1,74 millones de reales (303.000 dólares) en activos patrimoniales. Su salario neto como senador es de 24.900 reales (4.435,00 dólares)", dice otra nota del mismo medio.
En junio de este año, el mismo Bolsonaro volvió a rozar un escenario de impeachment luego de que se destapara una trama de corrupción de vacunas anticovid que vincula directamente a su gobierno, refiere un reporte del Instituto Robinson reseñado en esta tribuna.
"Una orden de compra de 20 millones de dosis de la vacuna Covaxin, desarrollada por la empresa farmacéutica india Bharat Biotech, estuvo mediada por varias irregularidades, acciones de cabildeo y sobreprecios cargados a una factura de 320 millones de dólares que involucraba a una empresa fantasma domiciliada en Singapur", señala el instituto.
Como se puede ver, son pocas las posibilidades de que el presidente de Brasil logre un segundo mandato. Al derrumbamiento de su imagen se suma el hecho de que el mayor rival en estos momentos, Luiz Inácio Lula da Silva, salió de la cárcel luego del fin del lawfare en su contra, maniobra de las élites impulsadas por Estados Unidos para dejarle el camino libre a Bolsonaro en las últimas elecciones presidenciales.