Han transcurrido once meses desde que Javier Milei asumió el gobierno en Argentina. Sobresale la implementación de un programa que afecta duramente a la población y provoca un grave deterioro en la actividad económica del país.
A pesar de que estas políticas se presentaron como la solución para frenar la inflación y que hoy se exhiben como aparentemente encaminadas hacia ese objetivo, la realidad es que, desde que el líder de "La Libertad Avanza" asumió el poder en Argentina, las cifras de indigencia han aumentado 131% en el último año, cifra que supera con creces el crecimiento de la pobreza, que se ha incrementado 43,3%, según un informe del Centro RA de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
En el segundo trimestre de 2024, 11,4% de la población que ya se encontraba en situación de pobreza cayó en la indigencia.
Tanto los estragos evidentes en la esfera económica, como otros aspectos de la lógica de su gestión, merecen ser destacados en un balance de lo que ha sido este año de "libertarismo" en Argentina.
El espejismo económico
Por redes sociales, el presidente y sus funcionarios han celebrado efusivamente el descenso de la inflación a 2,7% en octubre. Este resultado se vincula con la primera etapa del blanqueo de capitales, que concluyó el 8 de noviembre tras dos prórrogas.
Durante este proceso se declararon más de 20 mil millones de dólares y 6 mil 491 cuentas en el exterior, siendo Estados Unidos, Uruguay, España y Suiza los principales países de origen.
Si bien esta medida, anunciada en diciembre del año pasado, generó una "suerte de veranito financiero" que proporcionó cierto alivio por el ingreso de dólares al país, la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), citada en un artículo de Página 12, advierte que "las condiciones estructurales del sector externo siguen siendo delicadas y el futuro inmediato es desafiante".
El blanqueo más reciente se llevó a cabo durante el gobierno de Mauricio Macri, quien implementó la mayor exteriorización de capitales registrada hasta ese momento. La crisis económica que se vivió entonces, similar a la que ocurrió al final de la convertibilidad en 2001, plantea interrogantes sobre la anticipada celebración del gobierno de Javier Milei.
En el texto se señala:
"El debate que se abre a partir de esto es si los pasos que va dando el Gobierno están en camino de resolver problemas de fondo que permitirán recuperar —en términos agregados, no individuales, porque quien no come hoy no se recupera comiendo más mañana— las enormes pérdidas causadas en diez meses de gestión o si, por el contrario, llevarán a una crisis más profunda".
Esto, sumado al apoyo de los mercados, "más fascinados que nunca con un gobierno que hace apología de destruir el Estado", según otro análisis del economista político Claudio Scaletta publicado en El Destape, le otorga al gobierno de Milei una frágil gobernabilidad, basada en un alivio económico circunstancial que revive fórmulas que en el pasado llevaron al país al colapso.
Persecución política al kirchnerismo
Recientemente ha trascendido la decisión de revocar la jubilación y pensión de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, bajo el argumento de que su condena por corrupción en la Causa Vialidad la descalifica para recibir tales beneficios.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, comunicó:
"Por orden del presidente de la nación, Javier Milei, se ha resuelto dar de baja la asignación de privilegio, comúnmente referida como 'jubilación de privilegio', que la exmandataria venía percibiendo".
La decisión, que afecta tanto la jubilación personal de Fernández de Kirchner como la pensión que recibe en calidad de viuda del expresidente Néstor Kirchner, se presenta en contradicción con lo estipulado en la Ley 24.018, cuyo artículo 29 establece las condiciones bajo las cuales puede revocarse una jubilación:
"Los beneficios de esta ley no alcanzan a los beneficiarios que, previo juicio político o sumario, hayan sido removidos por mal desempeño en sus funciones".
La condena amañada, que conlleva una pena de seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, todavía no es definitiva puesto que la exmandataria tiene la opción de apelar ante la Corte Suprema de Justicia de la nación.
Ante esta situación, el gobierno de Milei ha intensificado su presión para avanzar en la aprobación del proyecto de ley Ficha Limpia, que impediría que una persona condenada en segunda instancia por corrupción pueda presentarse como candidata, incluso si la condena todavía no es determinante.
Dado que Fernández tiene la intención de apelar su condena ante la Corte, el gobierno busca que el Congreso actúe de forma anticipada, lo cual evitaría que ella se presente a las elecciones legislativas de 2025.
El proyecto enfrenta significativos desafíos, especialmente por el peso del peronismo en el Senado. Aun así, esto muestra la intención del gobierno de instrumentalizar el poder judicial para debilitar a sus opositores.
Además, revela las falsas promesas de Milei sobre ser "anticastas" ya que se ha hecho contra Cristina lo que no se hizo contra la viuda de Carlos Menem, quien tenía una condena de corrupción al morir. También contradice su afirmación de no centrarse en la persecución política.
"En cuanto a la clase política argentina, quiero decirles que no venimos a perseguir a nadie, no venimos a saldar viejas vendettas ni a discutir espacios de poder. Nuestro proyecto no es un proyecto de pago de deudas, nuestro proyecto es un proyecto de país", dijo Milei en su discurso de asunción.
Milei y su alineamiento con EE.UU.
El 14 de noviembre, en la Asamblea de Naciones Unidas, Argentina emitió un voto negativo en una resolución destinada a "intensificar los esfuerzos para prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra mujeres y niñas", decisión que la convirtió en el único país en rechazarla, mientras que 170 naciones se pronunciaron a favor y hubo 13 abstenciones.
Este gesto se suma a otro voto controvertido de la delegación argentina en menos de una semana, ya que tres días antes había rechazado una resolución de la ONU relacionada con los derechos de los pueblos originarios, y quedó también en esa ocasión como el único voto negativo.
Estas posiciones del país en Naciones Unidas se produjeron tras la salida de la canciller Diana Mondino, quien fue solicitada a renunciar después de que se le otorgara un voto a favor a una resolución para levantar el embargo que pesa sobre Cuba. Una decisión que, en todo caso, se alinearía con la visión ultraliberal de Milei, como tituló La Derecha Diario antes de conocerse la noticia del despido de Mondino: "Esperable: el Gobierno de Milei votó a favor del libre comercio y en contra de los bloqueos comerciales en la ONU".
En cambio, el presidente hizo notar que la influencia de Washington y Tel Aviv está por encima de cualquier otra cosa, países que siempre han mantenido su voto negativo al levantamiento de sanciones contra la isla.
"Mi alineamiento en el mundo era con Estados Unidos e Israel, nosotros teníamos que estar ahí, no en otro lado", sostuvo luego de la votación.
En esa misma línea de tropiezos recientes en organizaciones y foros multilaterales, el 13 de noviembre el gobierno solicitó el regreso al país de los funcionarios de la Cancillería y de la Subsecretaría de Ambiente que se encontraban en Bakú, capital de Azerbaiyán, para participar en la cumbre mundial del clima de la ONU (COP29).
En los tres días que estuvieron en el evento, "nadie... le escuchó la voz a los representantes argentinos", quienes tuvieron un papel "menos que simbólico", dice un artículo de La Nación.
"Representantes argentinos en la cumbre —periodistas, miembros de alguas ONG— calificaron el ambiente de la delegación como de 'hermetismo'. Los técnicos y funcionarios de cancillería evitaron interactuar, y ni siquiera aceptaron conversaciones en estricto off the record 'por miedo', según comentaron varios de ellos".
Este desempeño de Argentina en el ámbito multilateral se inscribe en el contexto de la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos.
"Javier, quiero felicitarte por el trabajo que has hecho para hacer de Argentina un país grande de nuevo", le dijo Trump a Milei durante su intervención en un evento de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Florida, donde el mandatario argentino estuvo presente y se convirtió en el primer líder extranjero en reunirse con él tras el 5 de noviembre.
Milei viajó a Mar-a-Lago para asistir a la convención del 14 y 15 de noviembre. En el evento dio un discurso y se reunió con Trump y los financiadores de la campaña republicana. Antes de este viaje, Milei había manifestado su disposición a firmar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, cuestión que contradice la normativa de Mercosur.
"El gobierno electo se siente mucho más cómodo trabajando conmigo que con otros gobiernos", dijo Milei de Trump antes de su viaje, y aseguró que es "de esperar" que la nueva administración de Estados Unidos lo "apoye para seguir avanzando" en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un nuevo programa.
Al volver a su país recibió al presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el 18 de noviembre se unió a la cumbre del G20 en Río de Janeiro.
Aunque inicialmente había mostrado reticencias, finalmente decidió que su país se uniera a la alianza mundial contra el hambre y la pobreza que lanzará el presidente de Brasil en el foro, con la condición de adoptar un enfoque "impulsado y orientado por el mercado".
En un artículo para El Destape, el periodista argentino Adrián Murano advierte que, a pesar del "optimismo arrogante" del presidente argentino y su equipo en relación con el "espejismo hegemónico" proporcionado por el apoyo de Trump, la persecución al kirchnerismo y la reducción temporal de la inflación, esta ilusión se "derrumbará cuando se agoten los dólares, y/o el poder económico que lo encumbró y lo aplaude decida descartarlo".
La preocupación radica en la magnitud del daño que puede infligir a la población, incluso después de dejar el gobierno.
"A la dictadura, por caso, le alcanzó un lustro para perpetrar un genocidio que aun persiste en la búsqueda de desaparecidos, hijos y nietos. A Macri le insumió medio mandato derrumbar 20 puntos el poder adquisitivo de los ingresos y alumbrar el fenómeno de asalariados pobres que se expandió con la pandemia del covid y el gobierno fallido del Frente de Todos".
Bajo el gobierno de Milei, millones de argentinos enfrentan despidos, restricciones alimentarias, falta de atención médica y una caída en el salario real. Argentina se encuentra atrapada en este círculo vicioso, exacerbado por un liderazgo en la oposición que no logra recomponerse y contrarrestar, mínimamente, la perpetuación de la crisis.