La Organización Mundial para la Salud (OMS) alerta que acelerar los progresos no debe significar comprometer la seguridad. Actualmente hay 28 vacunas sometidas a ensayos clínicos.
La Universidad de Oxford -en alianza con el laboratorio AstraZeneca- creó una vacuna (llamada ChAdOx1 nCoV-19)que demostró ser capaz de provocar una respuesta inmune de 90% en la fase de pruebas. En los ensayos, generó anticuerpos y las llamadas células T que pueden combatir el coronavirus.
Esta vacuna será producida y distribuida para América Latina desde México y Argentina. “El estudio de Oxford todavía es muy reciente como para entender cuánto puede durar esta protección”, según reseñó la revista médica británica The Lancet.
La empresa estadounidense Moderna fue la primera en afirmar que su vacuna puede producir anticuerpos neutralizantes. Esa vacuna inyecta ARN de coronavirus (su código genético), que luego comienza a producir proteínas virales para desencadenar una respuesta inmune.
Las compañías BioNtech y Pfizer también han tenido resultados positivos al usar su vacuna de ARN. Sin embargo, todos estos intentos están prácticamente en el límite absoluto de los avances científicos y no está demostrado que funcionen.
Rusia fue el primer país en autorizar una vacuna contra el coronavirus: la Sputnik V (aunque aún no había pasado por la fase III). Fue desarrollada por el Instituto Gamaleya y registrada después de dos meses de ensayos en humanos. El gobierno anunció una vacunación masiva después de los exitosos ensayos.
La vacuna china -llamada Ad5-nCoV- fue desarrollada por el Instituto de Biotecnología de Pekín y la biofarmacéutica CanSino Biologic. Utiliza un virus debilitado del resfriado común -un adenovirus tipo 5- para introducir material genético del nuevo coronavirus dentro del cuerpo humano.
Liu Jingzhen, presidente de la empresa estatal National Biotec Group, sostuvo que la vacuna podría “ser producida en masa en breve” . La revista The Lancet publicó la fase II del ensayo clínico -que incluyó más de 500 personas- y “demostró que es segura y genera una respuesta inmune en la mayoría de los receptores después de una única dosis”. Las personas mayores podrían requerir una dosis adicional para inducir una respuesta inmune más fuerte.
Tanto la seguridad como la efectividad de la vacuna de CanSino deberán confirmarse en la última fase del ensayo, que está previsto que se desarrolle en Arabia Saudita. La empresa china también está en conversaciones con Rusia, Brasil y Chile para realizar allí la fase III de sus ensayos.
La vacuna cubana FINLAY-FR-1 entrará a partir del lunes 24 de agosto en fase de ensayos clínicos -pruebas en seres humanos-. Fue desarrollada por el Instituto Finlay (que proviene del destacamento de Ciencias Médicas fundado por Fidel el 12 de marzo de 1982).
La proteína se basa en la combinación del antígeno del virus RBD con la plataforma de vesícula de membrana externa del meningococo B, que es la base de la vacuna cubana contra la meningitis meningocócica VA-MENGOC-BC®.
En el proyecto participa el Centro de Inmonología Molecular y la Universidad de La Habana. Se aplicará el ensayo a voluntarios de entre 60 y 80 años.
Este artículo fue publicado originalmente en el sitio de periodismo investigativo La Tabla el 21 de agosto de 2020.