El Gobierno de Estados Unidos está en negociaciones con Tayikistán, Kazajstán y Uzbekistán para que acepten temporalmente a algunos de los afganos que ayudaron a las fuerzas estadounidenses durante la guerra de casi dos décadas en Afganistán.
Son 18 mil afganos, colaboradores de tropas y misiones estadounidenses que están esperando la aprobación de visas especiales de inmigrantes (SIV, por sus siglas en inglés) para irse a Estados Unidos. De ellos, el programa considera elegible a 9 mil, que son los que Washington está tratando de reubicar en un tercer país, en vez de aceptar sus solicitudes.
El SIV fue creado por el Congreso de EEUU en 2009 para dar protección a traductores, contratistas, personal de seguridad y espías afganos afiliados a las fuerzas de ocupación estadounidenses en Afganistán.
El programa no ha dado respuesta a los solicitantes y sus familiares, quienes se enfrentarán a la retribución de los talibanes si no salen del país antes de que las tropas de EEUU finalicen su retirada.
En abril, el presidente estadounidense Joe Biden ordenó la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán antes del 11 de septiembre, luego de dos décadas de guerras en las que invadieron el país y aseguraron que derrotarían al talibán.
Las Naciones Unidas en Kabul han estado documentando las víctimas civiles del conflicto desde 2009, según las cuales alrededor de 111 mil civiles afganos murieron o resultaron heridos.
El Gobierno de Afganistán no ha proporcionado una cifra precisa sobre las pérdidas de las fuerzas de seguridad afganas, pero un estudio de la Universidad Brown, en Rhode Island, estiman que murieron hasta 69 mil de sus miembros.
La invasión le costó a Estados Unidos la muerte de 2 mil 442 soldados estadounidenses.