Que Bolivia esté reduciendo su dependencia del dólar estadounidense y recurriendo al yuan es una muestra de que la moneda china está expandiendo su posición cada vez mayor en América del Sur.
El país suramericano llevó a cabo transacciones financieras por un total de 278 millones de yuanes chinos (39 millones de dólares) de mayo a julio de este año, o alrededor de 10% de su comercio exterior en ese lapso, refirió el pasado jueves 27 de julio el ministro de Economía de Bolivia, Marcelo Montenegro.
"Los exportadores de manufacturas de banano, zinc y madera están realizando transacciones en yuanes, así como los importadores de vehículos y bienes de capital", dijo, lo que calificó como un buen comienzo.
Con esto Bolivia se une a las dos economías más grandes de América del Sur, Argentina y Brasil, al inclinarse hacia el yuan y alejarse del dólar.
- A principios de julio se reportó que Argentina había apostado por el yuan para saldar por primera vez parte de su deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
- De igual forma, el gobierno de Lula da Silva anunció que se permite en el país realizar transacciones internacionales en yuanes.
Estas medidas en Argentina, Brasil y Bolivia aumentarán la presencia de China en Sudamérica y reducirá la importancia del dólar en la región.
En Bolivia, el uso de la moneda china por sobre la estadounidense está en conjunción en la medida en que ha mermado la producción de gas. El recurso boliviano está vinculado al dólar, y al reducirse el flujo de divisas, cuesta mantener la paridad entre monedas, lo que constituye un problema para el Estado Plurinacional.