La revista Journal of Emerging Infectious Diseases de Estados Unidos publicó un estudio este martes 6 de diciembre en el que científicos de la Universidad de Milán afirman haber descubierto rastros del virus SARS-CoV-2 en las muestras orofaríngeas de un niño italiano de cuatro años, tomadas en noviembre de 2019.
Los científicos, luego de analizar los resultados de la investigación, sugieren que el origen del brote del nuevo coronavirus en Italia parece haberse dado durante el otoño del año pasado, mucho antes de que China reportase sobre el covid-19 en Wuhan.
Los expertos decidieron analizar los hisopos orofaríngeos de 39 pacientes con sospecha de sarampión recolectados entre septiembre de 2019 y febrero de 2020. Tras los resultados, una de las muestras, correspondiente a un menor de cuatro años, dio positivo por covid-19.
Reza el texto del artículo que la secuencia "mostró una identidad del 100% con la secuencia de referencia Wuhan-HU-1 así como con secuencias de otras cepas de SARS-CoV-2 que circulan en todo el mundo en una etapa posterior; por lo tanto, no fue posible determinar con precisión el origen de la cepa identificada".
Los resultados de la investigación afirman que el infante italiano tuvo tos y rinitis el 21 de noviembre de 2019 y aproximadamente una semana después fue hospitalizado de urgencia con síntomas respiratorios y vómito.
El 1° de diciembre, tuvo la aparición de una erupción similar al sarampión. No obstante, según las evaluaciones médicas, las manifestaciones cutáneas se asemejan a otras lesiones de la piel observadas en pacientes con covid-19.
Los científicos señalan que "este hallazgo es de importancia epidemiológica" porque amplía el conocimiento sobre el momento y las vías de transmisión del SARS-CoV-2.
Además, consideran que el reconocimiento de la propagación del nuevo coronavirus ayudaría a explicar "el impacto devastador y el curso rápido de la primera ola de covid-19 en Lombardía", una de las más dramáticas en Europa en la primera mitad de 2020.