Individuos y empresas de las cinco economías más grandes de América Latina están sacando enormes cantidades de dinero de sus países. De acuerdo con Bloomberg, la cifra de fugas de capital fue de aproximadamente 137 mil millones de dólares en 2022, un 41% superior a la de 2021 y la mayor desde 2010.
Si bien nadie rastrea la ruta del dinero, los destinos más populares incluyen República Dominicana, Panamá, España y Estados Unidos. Por ejemplo, el medio señala que desde 2020 los inversores mexicanos han gastado más de 700 millones de euros —774 millones de dólares— en bienes inmuebles y construcción en España.
Por su parte, los colombianos han comprado hasta 500 propiedades panameñas solo en los últimos meses, calcula Samuel Urrutia, quien dirige la unidad para la región de la inmobiliaria Colliers International Group Inc. Los superricos compran propiedades en Nueva York o Madrid, los "ricos ricos" se decantan por Miami y los "solo ricos" buscan en Panamá o la República Dominicana, afirma.
El medio estadounidense argumenta que este fenómeno se debe al cambio de paradigma político, el supuesto giro a la izquierda en la región, por lo que los ricos buscan cuidar sus inversiones ante posibles descalabros de la economía. Algunos sostienen que la fuga de capitales está jugando un papel y podría dificultar la promulgación de "políticas socialistas". "Los ricos se van, la economía sufre, la inflación sube y los disturbios se intensifican", dice.