Sáb. 27 Abril 2024 Actualizado ayer a las 1:44 pm

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Bandera palestina sobre los escombros de un edificio destruido por los ataques aéreos israelíes en el distrito Rimal de la ciudad de Gaza, Palestina, el 10 de octubre de 2023 (Foto: AFP)
Texto a dos voces

A dos meses de la nueva agresión israelí contra Palestina

Este año 2023 dio lugar a una subida de temperatura en el conflicto palestino-israelí con repercusiones importantes a todos los niveles. Si bien ha habido etapas de extrema violencia y momentos de distensión, desde el 7 de octubre se inauguró un hito en su larga historia, con el que quedan expuestos algunos reflejos geopolíticos, económicos y existenciales, con el estruendo de las bombas israelíes sobre el pueblo palestino de fondo.

Para analizar el presente del conflicto acudimos a Christian Nader y a Javier Couso, historiador mexicano el primero, político español el segundo, ambos prestigiosos analistas de las tramas globales del mundo contemporáneo, los dos amigos de la casa, quienes dieron sus particulares visiones a petición de Misión Verdad a través de breves entrevistas.

¿Fase de suma cero?

Nader considera que, a pesar de que Occidente propaga la versión de Israel como una fuerza positiva y al pueblo palestino "como el derrotado, aquel que tiene que recurrir entre comillas al terrorismo y a la guerra no convencional", la realidad es que "en este momento, a pesar del escalofriante y brutal número de bajas por parte de la población civil palestina, en su mayoría civiles, mujeres, niños, periodistas, etcétera, ni siquiera lo podría considerar así porque esta agresión, como todas las otras agresiones del ente sionista, tiene muchas facetas".

"Consideremos, por ejemplo, la guerra tradicional —continúa Nader—, la guerra digamos cuerpo a cuerpo. Ahí la resistencia palestina, compuesta principalmente en suelo por parte de Hamás y la Yihad Islámica, ha sido imbatible enfrentándose directamente con las tropas invasoras terrestres del ente sionista. Hay que reconocer que es una agresión totalmente asimétrica contra un pueblo que ni siquiera tiene un ejército para defenderse de una potencia nuclear, química y biológica como es Israel, que además ha sido dotado durante los últimos 75 años con miles de millones de dólares por parte de Washington".

Por ello, a despecho de la narrativa occidental que cuenta los grandes triunfos de Israel sobre Palestina, "difundida entre las masas de población alienada y desinformada en Occidente, por primera vez creo muy ampliamente que se puede hablar de una gran victoria por parte del pueblo palestino, y las visiones y relatos que han logrado contrarrestar el monolítico discurso que colocaba al ente sionista como la fuerza positiva, mitos e hitos como ‘el ejército más moral del mundo’, ‘la única democracia en Medio Oriente’, etcétera, etcétera, eso ya absolutamente nadie lo cree".

Sigue el analista mexicano: "Ya tampoco nadie cree que el pueblo palestino sea, en el caso de Hamás, por ejemplo, una fuerza terrorista: ahora se concibe como una fuerza defensiva de una legítima resistencia, además del pueblo palestino. Y eso también tiene mucho que ver, en primer lugar, con el cambio generacional en los epicentros de Occidente, pero también con el ascenso de nuevas tecnologías, plataformas de video, redes sociales, que posibilitan contrarrestar este discurso monolítico que en los últimos 80 años ha servido para permitir las múltiples atrocidades por parte del ente sionista, comenzando con la Nakba”.

(Sin embargo, y entre paréntesis, Nader apunta que las tragedias siguen ocurriendo: "En este momento estamos viviendo una nueva Nakba, un nuevo proceso en la catástrofe palestina, que no concluyó en 1948 sino que continuó en las siguientes décadas").

De esta manera, "sí podríamos considerar un escenario o una fase de suma cero respecto a la guerra de propaganda y un triunfo absoluto a favor del pueblo palestino, en parte por el cambio tecnológico y la posibilidad de formar nuevas narrativas. Por primera vez en muchos años vemos que el relato sionista se ha resquebrajado, ya no tiene el poder que tenía, eh, ni siquiera en el periodo de Trump".

Couso también pondera que "anteriormente se habían tenido ocultos los sistemáticos asesinatos, el sistema de apartheid, toda la represión que se hace directamente desde ese Estado racista. A Israel le sirvió durante un tiempo, pero luego se fueron cayendo todas las mentiras. Por eso hablan mucho de lo que llaman desinformación y el control de las redes, porque por ahí se les escapa bastante el relato. A pesar de tener la hegemonía de los grandes medios de comunicación, ha ido virando absolutamente y en muy poquito tiempo al ver las atrocidades en directo, a pesar de impedir el ingreso de periodistas occidentales en la Franja de Gaza —en el Gueto de Gaza podríamos llamarlo más acertadamente— y, luego, por el asesinato sistemático de periodistas palestinos. Es de las cifras más altas de la historia las que se hacen incluso contra ellos y sus familias. Estamos cerca de los 70 asesinados, si no lo han superado ya. Con los sistemas de comunicación que tiene cada ciudadano, que también sirven para recoger lo que está pasando, y me estoy refiriendo a los dispositivos celulares móviles, que ya son prácticamente cámaras con una calidad extraordinaria, se puede informar desde allí a pesar de los intentos de cortar las redes en Gaza. Va saliendo la información y y eso ha impactado profundamente. Entonces ha tenido que virar, porque además se les desmonta claramente toda la justificación que han empleado para llevar a cabo las nuevas guerras humanitarias que utilizan el derecho internacional humanitario como un arma arrojadiza contra los países díscolos, pero no haciéndolo con aquellos países que están en la órbita de Estados Unidos y Occidente".

En cuanto a una posible distensión, Nader comprende que "en este largo proceso contra el pueblo palestino, que ya tiene incluso 120 años, cuyo comienzo lo conforma el proceso de invasión europea de judeo-sionistas a finales del siglo XIX en Palestina, siempre se ha manejado que hay momentos cuando la diplomacia o el diálogo ha triunfado. Esto es una farsa, una ilusión que se ha impuesto principalmente en la cultura popular mediática occidental, con escenas como los Acuerdos de Oslo, con Yasir Arafat dándose la mano con Isaac Rabin, etcétera. Esto es falso porque siempre, y de acuerdo con los fundadores del sionismo, entre ellos Zeev Jabotinsky, han dicho que la diplomacia sirve justamente para perpetuar y avanzar en el expansionismo, que coloca al ente sionista como la fuerza positiva, como ocurrió después de 1993".

"¿Qué ocurrió? Empezaron a pulular los asentamientos ilegales en Cisjordania, y arreció mucho más la guerra sobre el pueblo palestino, el paulatino estrangulamiento económico, etcétera. La distensión es una farsa. Desde la óptica del ente sionista, nunca ha estado en los planes. Ellos siempre han buscado la conquista absoluta del territorio palestino y la expulsión o incluso genocidio de esa población", afirma Nader.

La opinión de Couso sobre este punto es tajante y se relaciona con lo ya expuesto: "En estos momentos no existe ninguna posibilidad de un acuerdo pacífico porque Estados Unidos no solo está sosteniendo la agresión militar israelí en cuanto a sistemas de armas sobre la población de Gaza, sino que está apoyándolo a todos los niveles, financiera e incluso diplomáticamente. De hecho, hemos visto a Estados Unidos quedándose solo en un bloqueo en el Consejo de Seguridad de la ONU para lograr siquiera por lo menos un cese el fuego incluso".

"Por lo tanto, no hay voluntad. Estados Unidos está acompañando a uno de sus peones más importantes,Israel, y acepta claramente lo que ya anunció Netanyahu en la ONU hace unos meses: la Solución Final, como hacían los nazis, del ‘problema palestino’, que es lo que querían", dice Couso, y continúa: "Por lo tanto, yo en este momento actual no veo que Estados Unidos esté en un rol de pacificar la situación, mucho menos la Unión Europea como subalterno de Estados Unidos, pues no le va a dar permiso para hacerlo. Además, esa posibilidad de distensión ya se la cargó con la guerra de Irak. O sea, fue el último momento de algún intento de distensión, sobre todo conocida de Alemania. Y más en clave ideológica partidista, es decir, contra los republicanos [partido gobernante cuando la era Bush Jr.]. O sea, no contra la política de Estados Unidos. Por lo tanto, yo ahora no veo ninguna voluntad, por desgracia para el mundo y para el pueblo palestino".

Las potencias y sus roles

Para el analista español es importante reconocer el apoyo irrestricto del "Occidente colectivo" a Israel, liderado por Estados Unidos, que "ha protegido, armado, financiado a escala política, de recursos energéticos y militar a Israel. Israel es un peón, primero de la influencia británica y, posteriormente, estadounidense en la región. Una región que desde la estrategia política de Estados Unidos, para sobrevivir como potencia, es fundamental, pues es una de las regiones más importantes de hidrocarburos, con transporte bastante barato, con petróleo de extracción ligero que se puede refinar muy fácilmente. Contempla el control referenciando su moneda con el petrodólar y controlando política y militarmente toda la zona de Asia Occidental para que China, su competidor estratégico en este mundo multipolar, que tiene un problema de acopio de energía para inyectar a su crecimiento industrial-económico-comercial, le sea dificultoso el acceso a esas fuentes de energía".

Así, Estados Unidos intenta controlar las cadenas de suministros de Asia Occidental a toda Asia, por lo que pone a Israel como el guardián de esta zona geoestratégica. Couso recuerda que "supimos por militares estadounidenses de operaciones especiales sobre aquel proyecto del Gran Oriente Medio Ampliado con el cual se pretendía reorganizar —balcanizar— toda esa zona y, sobre todo, acabar con los proyectos de revolución en las repúblicas que surgieron y que dieron paso a países como Siria, que derrocaron a esas monarquías que fungían también como garantes de los intereses estadounidenses y occidentales en la región".

Le preguntamos a Couso sobre el papel de la Unión Europea, ante lo que afirma tajantemente: "¿Qué vamos a decir de ella? Es una periferia subalterna de Estados Unidos y hace lo que dice Estados Unidos".

"Israel no podría soportar ningún control bélico, ni de ningún tipo, si no tuviera el suministro de sistemas de armas estadounidenses; financieramente, igual. Israel es un país inviable si no tiene ese apoyo. Es el mayor receptor de ayuda militar después de Ucrania, aunque ahora estamos viendo cómo está cayéndose el apoyo a Kiev en sistemas de armas y financieramente. Después, curiosamente también está Egipto, otro de los grandes receptores de esa ayuda militar anual que lo ha llevado también a abandonar la defensa de la causa palestina", dice el político español.

"Se está dando una reconformación de Asia Occidental con Palestina como punta de lanza, y con una gran presencia, además por primera vez en la escena internacional, de China. Hemos visto cómo se ha logrado acabar con un diferendo por años de Arabia Saudita e Irán, que también pertenece a ese Eje de la Resistencia que se enfrenta al imperialismo estadounidense. Y a pesar de que Arabia Saudita ha jugado siempre como un peón, junto con Israel, ahora mismo bota de un lado a otro como hace Turquía. Por lo tanto, estamos viendo una situación cambiante a pesar de que sigue ese apoyo irrestricto de Estados Unidos a Israel. Lo estamos viendo enfrentándose a todo el mundo prácticamente, y la Unión Europea excepto con algunas manifestaciones tímidas sobre el genocidio que está pasando, admite y acepta claramente las órdenes que le vienen del hegemón".

Nader, por otro lado, entiende que el papel de los Estados árabes en el conflicto ha sido "en su mayoría penoso, patético y lamentable". Y precisa: "Me refiero a los gobiernos, a los regímenes, no a los pueblos, que siguen entregados por completo a la lucha a favor del pueblo palestino. Podemos comenzar en Asia Occidental con la península arábiga, el papel de los reyezuelos, de los petroemiratos como Baréin, Emiratos Árabes Unidos, estas familias dinásticas que se han entregado por completo, es un rol histórico que han tenido. Porque hay que entender que el proyecto sionista no es el único por parte de Occidente en la región: los petroemiratos tienen un pasado británico, a la postre clientes y títeres de Estados Unidos. Los bahreníes. Incluso Omán tiene un rol bastante minoritario en la política exterior del golfo Pérsico, pero también se ha sometido a los intereses políticos tanto del sionismo como de Washington. Los saudíes, que no lo han hecho público, se sabe que se han abierto por completo a la normalización con esa anormalidad que es el ente sionista".

"Vámonos más al norte. El gobierno de Irak, que no ha podido hacer absolutamente nada más que solidarizarse públicamente en discursos a favor de Palestina. El gobierno de Siria está maniatado, no puede hacer absolutamente nada porque tiene que defenderse de las atrocidades tradicionales por parte del ente sionista; ahora también con la ocupación turca y estadounidense en el norte de su territorio", explica Nader, pero sigue:

"Y llegamos a algunas excepciones: curiosamente el país áraboparlante más pobre de todo el mundo árabe, Yemen, que ha sido asediado durante 10 años por una agresión genocida por parte de emiratíes y saudíes. Obviamente midiendo el potencial que tiene para apoyar a Palestina, ha intentado abrir un segundo frente en contra del ente sionista en el golfo de Aqaba lanzando misiles, ha detenido embarcaciones. Ese es un rol muy interesante, cómo Yemen, conociendo y viviendo en carne propia un proceso de genocidio en su contra, se ha solidarizado con la causa palestina".

"Al norte inmediato de la frontera palestina tenemos el caso de Hezbolá, históricamente un aliado estratégico del pueblo palestino en una manera muy similar de contrarrestar el poderío sionista en la guerra terrestre y urbana, incluso a la usanza también de Hamás, pero no podemos hablar del Estado nacional libanés, que está totalmente rebasado. Es un grupo que es chií, que no se identifica totalmente con el sunismo que impera en suelo gazatí y en Cisjordania, pero aun así siguen apoyando la causa palestina abriendo otro frente en la frontera norte de la Palestina ocupada, al sur de Líbano", cuenta el historiador mexicano.

Continúa valorando: "Otro gobierno muy emblemático, que ni siquiera es un país árabe, es un país iranio, me refiero a la República Islámica de Irán, aliada incondicional de Palestina desde el ‘79, con su apoyo tecnológico y militar a Hezbolá. Sin embargo, no ha habido una intervención directa por parte de la República Islámica en parte porque también, desde la óptica de Teherán, se puede salir de control y convertirse en un conflicto regional, y recordemos que se enfrentaría a una potencia nuclear-química-biológica como el ente sionista, que prácticamente contempla realizar cualquier acción genocida para perpetuar la existencia de ese proyecto".

"Ahora, trasladémonos al otro lado del Mar Rojo, vamos al norte de África: Egipto en su rol patético tradicional desde que el expresidente Anwar el-Sadat traicionó la causa palestina y normaliza con el ente sionista. También en el contexto asiático con los hachemíes, en el poder la dinastía Abdala, que mantienen este rol patético de sometimiento, incluso cerrando las fronteras para que voluntarios que buscaban llegar a Palestina a apoyar la causa no entraran a suelo jordano. Entonces Jordania y Egipto siguen teniendo este rol de normalizadores tradicionales de las relaciones con el ente sionista para ganarse el apoyo de Washington y mantener estos regímenes a perpetuidad, ya sea con Al-Sisi en suelo cairota o con Abdala II en suelo de Amán en Jordania".

También Nader menciona a Marruecos con Mohammed VI de la dinastía alauí "que normalizó lazos con el ente sionista, que desde antes los tenían pero ya los han hecho públicos para tratar de recibir apoyo militar-tecnológico con vistas a aplastar la lucha del pueblo saharaui".

"Entonces —concluye—, lamentablemente ha sido un rol muy patético por parte de los Estados árabes a pesar de las muestras absolutas de solidaridad de los pueblos áraboparlantes. Una cosa son los pueblos y otra cosa los regímenes que gobiernan estas naciones".

Volviendo a Europa, Couso confirma que "la OTAN está absolutamente implicada en la agresión genocida de Israel contra Gaza. Sin este apoyo no se podría mantener. La OTAN es un proyecto estadounidense para el control de las capacidades militares de Europa occidental por parte de Estados Unidos. Las armas de ese país que están llegando a Israel para prolongar este genocidio militar sostenido vienen sobre todo desde las bases de la OTAN y de Estados Unidos de utilización conjunta, sobre todo de Alemania, de España y de Turquía, y convergen todas en la base británica de Akrotiri en Chipre, y desde ahí se lanzan todas hasta los aeropuertos militares israelíes desde que comenzó el bloqueo".

La proyección de la OTAN a través de buques está desplegándose "como hacía tiempo que no veíamos. Hay tres grupos de portaaviones de Estados Unidos en la zona, con gran potencia militar, que no solo es el grupo aeronaval —informa Couso—, sino también los destructores de sistemas Aegis como fragatas de las que pueden lanzar misiles, como submarinos nucleares de ataque. De hecho, fuentes rusas cifran una potencia de más de 800 misiles de crucero, que por su alcance pueden llegar a amenazar Rusia. La proyección de fuego que se ha desplegado es tremenda. Y tiene, sobre todo, la amenaza a Irán, con vistas a que no se pueda involucrar. De hecho, por eso tenemos al Eje de la Resistencia realizando una escalada contenida para no llegar a una posible guerra mundial, ¿no? Yo siempre hablo de la paciencia estratégica que está demostrando Rusia en la guerra ucraniana, a pesar de que se han cruzado todas las líneas rojas que ha marcado el presidente de la Federación Rusa, con una respuesta muy contenida. Frente a todas esas agresiones lo mismo está haciendo actualmente Irán, a pesar de todas esas proyecciones. Más la respuesta mesurada que está dando Hezbolá, y especialmente Yemen, es una respuesta medida para que no escale a lo que posiblemente podría ser una guerra nuclear, puesto que Israel es una potencia nuclear, de la que se habla que tiene más de 300 cabezas nucleares".

"Hay muchísimos buques pertenecientes a la OTAN que están también participando en ese despliegue intimidatorio hacia los países del Eje de la Resistencia —sigue informando el analista español—. Gran Bretaña tiene tres buques de guerra, uno en el Mediterráneo oriental y dos en el golfo. París, por su parte, envió uno de sus buques más importantes de su flota militar. Y tenemos también el grupo marítimo permanente número dos de la OTAN, que está operando y dando cobertura tanto de inteligencia como de protección a esos grupos de portaaviones estadounidenses. También hay que hablar de las contribuciones italiana y alemana: la base de Sigonella (Sicilia) funge como escala del puente aéreo entre la base alemana de Ramstein y la base israelí de Nevatim".

Concluye Couso: "Con lo cual podemos hablar que, exactamente igual que con Ucrania, hay una guerra proxy, una guerra de la OTAN por delegación en Ucrania, 30 países contra Rusia utilizando la herramienta de trabajo del pueblo ucraniano, y en Gaza utilizando la potencia de fuego del ejército israelí. La OTAN está absolutamente implicada, como no podría ser de otra manera al ser un proyecto militar alterno de la geopolítica estadounidense en el mundo, sobre todo en esa parte que le toca después de cambiar el eje estratégico hacia el Pacífico por parte del presidente Obama y que han mantenido todos los demás presidentes identificando como su antagonista principal a China, pues le deja esa tarea subalterna de contener a Rusia y vigilar el área del Mediterráneo a la OTAN".

Terremotos geopolíticos y económicos

¿Cuál es la línea roja para que haya una guerra regional en Asia Occidental? Es una pregunta que a muchos nos mantiene en vilo, sobre todo porque no hallamos respuesta. Nader responde:

"Es curioso que siempre se van rompiendo las líneas rojas. La última consistía en evitar a como diera lugar el genocidio del pueblo palestino. ¿Hemos visto la intervención de alguna potencia áraboparlante? Por supuesto que no. Otra línea roja era evitar una nueva fase en esta Nakba de 75 años. ¿Ocurrió algo? Absolutamente no. Como que las líneas rojas se van rompiendo. Pero bueno, en general, de hecho, para todos los países islámicos la gran línea roja es Jerusalén oriental. Que ocurra algo con Al-Quds, con el complejo de la mezquita de Al-Aqsa y el Domo de la Roca. Pero como están las cosas, yo creo que el gobierno de Netanyahu es capaz de destruir los sitios sagrados del islam y probablemente no ocurriría nada por parte de las potencias áraboparlantes. No lo sabemos. En este momento el ente sionista opera con una absoluta desfachatez. Estamos ante un genocidio a todas luces, visto a través de videos, y nadie ha hecho absolutamente nada. No, no ha habido una intervención directa por parte de las potencias islámicas. Y hace rato olvidé mencionar el caso de Türkiye. Por ejemplo, Erdogan dice que es favorable a la causa palestina pero, mientras tanto, mantiene acuerdos comerciales y militares con el ente sionista. Entonces, yo desconozco ya cuáles son las líneas rojas realmente. Es posible que Erdogan empiece a cambiar de postura y busque una intervención directa, puede ocurrir. Recordemos que también la república turca es miembro de la OTAN y ha tenido libertad de acción contra incluso otros miembros de la organización, llámese Grecia por ejemplo, o que haya coqueteado con una alianza estratégica con la Federación Rusa en los últimos cinco años. Ahora bien, la República Islámica de Irán podría intervenir; sin duda alguna es la intervención más directa que se podría ambicionar para convertir esto en un conflicto regional. Pero volvemos a lo mismo. Estamos hablando de una potencia armada con 400 cabezas nucleares y además con armas químicas y biológicas. La República Islámica de Irán es una potencia misilística que podría barrer por completo a Israel".

Para Couso, los intereses que están detrás del genocidio israelí sobre Gaza benefician a"la estructura financiera del ‘Occidente colectivo’, donde Israel forma parte de manera destacada, asícomo al complejo militar-industrial tanto de Estados Unidos como de Europa. Las industrias armamentísticas israelíes están presentes en todo el esquema occidental, también en cuestión de espionaje, de inteligencia artificial", lo que permitiría que se siguieran cruzando las famosas líneas rojas.

"Es un vacío absoluto gracias a todo el apoyo que le da Estados Unidos. Pero yo creo —analiza Couso— que actualmente tiene mucho que ver con el mundo multipolar y el intento de detener o contrarrestar lo que es el proyecto de los corredores euroasiáticos y la Iniciativa de la Ruta y de la Seda. Sobre todo, los Acuerdos de Abraham iban en esa dirección para hacerle sombra a China, el corredor económico India-Medio Oriente-Europa. La posibilidad de tener un corredor que pueda sustituir el proyecto de China de expansión hacia el mundo, tanto comercial como financieramente, se echó para atrás momentáneamente con la acción guerrillera de armas combinadas del 7 de octubre, por lo menos este proyecto".

El conflicto en la actualidad, entonces, de acuerdo con Couso, tiene un escenario geopolítico con amplios intereses económicos y comerciales de Estados Unidos:

"Con Türkiye tenía un problema, según qué aguas pasaría hacia el puerto del Pireo, o también las inversiones que tiene China sobre el puerto del Pireo. Era un proyecto complicado de hacer, pero era el proyecto que estaba liderando Estados Unidos y que ha saltado por los aires. Por lo tanto, yo señalaría una parte importante de todo el apoyo, tanto a la Solución Final que quiere dar como los nazis, vuelvo a repetir, Israel, sobre el ‘problema palestino’, como ellos lo llaman, esa normalización de Israel dentro de la región como un peón adelantado. Y juega también la India: Modi está apoyando a Israel. Por lo tanto, se está jugando una batalla en un tablero geopolítico en el cual, por desgracia, los peones son los palestinos".

Nader adelanta, en este contexto, que "sí esperamos un cambio de paradigma como consecuencia de la fase actual del conflicto, pero en el ocaso del imperialismo estadounidense sobre el dominio geopolítico y económico aun vigente. En estos momentos, la población palestina está siendo asesinada. Lamentablemente, y la política suele ser muy fría en esos aspectos, no se acelera a favor de los pueblos. Tiene mucho más que ver con cambios en el epicentro económico y monetario incluso".

En ese sentido, las principales potencias multipolares, China y Rusia, que lideran estos cambios geopolíticos y económicos, podrían jugar un papel importante en la relación Palestina-Israel, como lo indica el analista mexicano: "Tanto el gobierno de Beijing como el de Moscú han buscado el diálogo. Recordemos que la delegación palestina recientemente visitó Moscú para buscar un acuerdo conjunto, una posibilidad de diálogo. Lo mismo busca Beijing, que pretende iniciar una nueva fase de diálogo que ya no contemple a Washington porque, recordemos, siempre ha sido parcial y favorable al ente sionista. Sin embargo, hasta el momento no han mostrado una intervención directa en el conflicto. Tal vez lo más que ha ocurrido ha sido la propuesta por parte de Moscú al gobierno de Teherán para que fuerzas favorables a Palestina en suelo sirio se resguarden en bases rusas donde el ente sionista por supuesto no se atrevería a atacar".

"Lamentablemente yo no veo un rol mucho más protagónico tanto del gobierno de Moscú como de Pekín como una fuerza que podría cambiar las aguas a favor del pueblo palestino en múltiples campos y lograr lo que siempre se ha visionado: la creación de un Estado nacional palestino y restringir las acciones genocidas por parte del ente sionista", concluye Nader.

Para Couso, tampoco la Unión Europea podría encauzar algún tipo de acuerdo pacífico "porque realmente los dirigentes europeos son inmediatamente disciplinados y lo que se hace es un ejercicio de teatro de cara a la galería, pero sin acciones efectivas para intentar someter al Derecho Internacional a Israel. Tampoco hay sanciones ni hay boicot o ningún castigo económico ni financiero a ese régimen genocida y racista como es el israelí. Por lo tanto, pues mucho bla bla bla y poca acción, aunque haya divergencias" de opinión sobre lo que está sucediendo en Gaza.

¿Alguna prospectiva? Nader y Couso son cautos a la hora de dar algún pronóstico. Pero se atreven a seguir analizando (y opinando).

  • Nader: "Bueno, vamos a suponer, en el mejor de los casos favorable, por supuesto, del pueblo palestino, supondría la retirada de las tropas genocidas sionistas; ya hay una intermediación por parte de otras potencias, llámese Rusia o China. Jamás el ente sionista optaría, al igual que Washington, por un diálogo con Irán. Pero, ¿qué ocurriría si China y Rusia intervienen directamente en el conflicto? Todo llevaría a la creación de, por fin, un Estado nacional palestino con las fronteras del ‘77, incluso, en un caso mejor, con las fronteras del ‘48. Pero estamos sometiéndonos a lo que en México llamaríamos un sueño guajiro. Realmente no sabemos si esto ocurrirá. En el peor de los casos, ateniéndonos a lo que ha ocurrido en los últimos dos meses, pues Israel busca la destrucción completa de la identidad palestina en suelo gazatí y también en Cisjordania, la expulsión de 2 millones 200 mil palestinos, y que continúe el proceso de recrudecimiento de las invasiones de colonias sionistas en Cisjordania, y la absorción completa de Al-Quds, de Jerusalén Oriental. Por supuesto esto podría provocar la reacción de las potencias islámicas, pero como mencioné, todas las líneas rojas se han rebasado y la inacción sigue siendo absoluta por parte de las potencias áraboparlantes. Sin embargo, hay que entender que ahorita lo fundamental es detener la masacre del pueblo palestino. Esto a plazo inmediato. Y el fin justamente del proceso etnocida y genocida del ente sionista, un proceso de 75 años".
  • Couso: "Comentan diferentes analistas y medios que investigan sobre el tema que Estados Unidos le había dado una serie de tiempo a Israel para realizar la masacre que está realizando, plazo que va cambiando. Porque al principio eran dos semanas, cuatro semanas, Blinken decía una cosa, pero luego se ha demostrado que no es verdad, era para consumo ante la galería, o sea, Israel realmente tiene plena carta blanca por parte de Estados Unidos para para hacerlo. Yo creo que las repercusiones en el futuro tanto para el ‘Occidente colectivo’ como para la Unión Europea, como para Estados Unidos ante los pueblos del mundo y ante las realidades políticas que surgen del mundo multipolar, va a ser determinante para el futuro. No sé si la proximidad de las elecciones en Estados Unidos pueda hacer que se detenga o que intervenga en ese sentido. Porque el único que le puede decir a Israel que pare es Estados Unidos. Si Estados Unidos con sus sistemas de armas no puede sostener la guerra de Israel, o incluso el coste económico que está teniendo el conflicto, pues tiene paralizados varios puertos. Además, necesita una gran cantidad de dinero como necesita también Ucrania para no colapsar. Pero Estados Unidos le da un cheque en blanco continuamente. Por lo tanto, en este momento no veremos una falta de apoyo occidental a Israel; en el futuro veremos. Ojalá fuera posible. Y reitero, aunque sea pesado: la Unión Europea no pinta nada. Es una periferia de Estados Unidos y hará lo que mande Estados Unidos".
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