La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, informó que el 28 de julio se registraron 500 mil ataques cibernéticos por segundo, situación que calificó como "sin precedentes en el mundo".
Según datos de Cantv, el incidente, que se produjo durante la jornada electoral, superó cualquier otro observado anteriormente. La ofensiva contra el sistema de transmisión y funcionamiento electrónico del CNE se mantuvo después de ese día, cuando también se vieron afectados 25 sitios de dominio nacional.
Un reciente informe de la empresa estadounidense de seguridad informática Asert revela el aumento en el tráfico de internet hacia Venezuela ocurrido el día de las elecciones presidenciales.
Este incremento, que representa 16% más en comparación con la jornada anterior, se atribuye a una escalada en los eventos cibernéticos, traducidos en un pico significativo en la cantidad de ataques de denegación de servicio (DDoS).
La gráfica muestra un aumento de más de 500% en la tasa de ataques DDoS a finales de julio, lo que evidencia un esfuerzo concertado por desestabilizar las plataformas online que son objetivos.
¡Es IMPRESIONANTE!
Por favor, observen el pico enorme en la cantidad de ataques de denegación de servicio (DDoS) que se muestra en la gráfica de la empresa Netscout, a finales de Julio.
Este tipo de ataques se ejecutan para tumbar o dejar fuera de servicio los servidores… pic.twitter.com/djrEZ7qrQJ— Kenny Ossa (@otrak0ssa) August 6, 2024
Tales agresiones, que utilizan la técnica de reflexión/amplificación de DNS, se caracterizan por inundar los servidores de la plataforma con tráfico malicioso, con vistas a sobrecargarlos y dejarlos fuera de servicio.
Si bien se registraron muchos incidentes DDoS, la cantidad de datos enviados por segundo (BPS) y paquetes por segundo (PPS) fue baja, un detalle que indica que los atacantes parecen haber priorizado la frecuencia de las operaciones, y de esta manera afectar la disponibilidad de los servicios más que sobrecargar completamente los sistemas.
La publicación de Asert confirma la existencia de una intensa guerra cibernética en Venezuela que intenta vulnerar la infraestructura de instituciones del Estado e impactar la vida diaria de la población, elemento que se enmarca en el cuadro de turbulencia política impulsada por sectores extremistas de la oposición cuyo objetivo es lograr un cambio de régimen a través de la subversión y la violencia.