Los tipos de cambio en Venezuela, oficial y paralelo, han sido objeto de importantes fluctuaciones en días recientes. Este fenómeno se podría considerar inédito en lo que va de año, por lo cual se ha convertido en el principal tema de atención en el panorama económico nacional.
El valor del dólar paralelo, referido fundamentalmente en marcadores no oficiales y cuentas de la red Instagram denominadas "Monitor Dólar Venezuela", ha tomado distancia del precio de referencia divulgado por el Banco Central de Venezuela (BCV). Esta brecha cambiaria alcanzó el 10 de octubre 26,2%, cuando el dólar paralelo se cotizó en 47,5 bolívares por unidad mientras que el BCV lo cotizó en 37,6.
Con ese diferencial de 9,8 bolívares entre ambos marcadores, se produjo un desbarajuste en las operaciones cambiarias y en los precios de las actividades económicas —cirscuncritas a la informalidad— que no usan el tipo de cambio institucional.
Más allá de estas distorsiones concretas, manifestadas de manera especulativa en la economía cotidiana, el principal elemento que ha sobrevenido a causa de la diferencia cambiaria es la incertidumbre entre agentes económicos.
Deslizamiento de los Tipos de Cambio
En lo que va de 2024 el dinamismo del dólar BCV ha sido mínimo, al oscilar entre los 35 y los 37 bolívares por unidad durante el periodo enero-julio.
El tipo de cambio tiene una relación directa con otras variables de peso en el comportamiento macroeconómico, como la inflación. Durante 2024 Venezuela ha logrado reducir este último indicador de manera significativa, ha llegado a registros que no se veían en más de una década.
En el periodo enero-septiembre de este año la inflación acumulada ha sido de 11,5%.
En 2023 la sumatoria de ese mismo lapso fue de 104,9%, según el BCV. La reducción ha sido más que notable.
Durante los últimos dos años el país rompió la tendencia hiperinflacionaria que se exacerbó a causa del bloqueo ilegal a la economía venezolana. Claramente, el comportamiento del tipo de cambio BCV ha sido una de las claves en la construcción de los precios y, por ende, del bajo ritmo inflacionario.
Sin embargo, al iniciarse el mes de julio y luego de la coyuntura postelectoral de las presidenciales del día 28 de ese mes, dicho indicador comenzó a distanciarse del oficial.
Este patrón podría referir un vínculo entre las variables políticas, como la "incertidumbre", y las que rigen el sistema difuso, informal y nada transparente de la construcción del precio del dólar paralelo, pues este suele comportarse de manera irregular en coyunturas políticas de tensión.
Además, en diversas oportunidades, el tipo de cambio ilegal ha disputado la gobernanza sobre las dinámicas cambiarias, en muchos casos para promover la inseguridad económica, las reacciones en estampida y tendencias especulativas.
Durante estos días, el deslizamiento del paralelo creó un diferencial que impulsó un ajuste de precios en productos comerciales donde se despacha empleando el dólar BCV como referencia, a fin de achicar la brecha de facto para el desarrollo de ciertas actividades cotidianas.
Hasta el 16 de octubre el tipo de cambio paralelo alcanzó 46,8 bolívares. Por su parte, el de referencia BCV también se deslizó hasta los 38,9. La diferencia se redujo hasta 16,9%, lo cual sigue siendo un valor alto si se compara con el rango de 5 a 8% que ambos marcadores mantuvieron en casi todo el año.
Hasta ahora no hay causas definitivamente claras sobre estos deslizamientos. Sin embargo, los factores que están incidiendo en este comportamiento son múltiples y podrían coexistir entre sí, sin ser excluyentes unos de otros.
- Por un lado, es natural que en una economía con las características que tiene el sistema venezolano —bajo bloqueo— ocurra una variación del tipo de cambio, considerando que se mantuvo estable en gran parte del año. Hasta el 4 de octubre la liquidez monetaria había aumentado 106,6% desde enero.
- No ha habido una "sequía" de divisas en la estructura cambiaria. El lunes 14 de octubre el BCV colocó 180 millones de dólares a la venta con el fin de ayudar a estabilizar el valor del bolívar frente al dólar. En lo que va de año tal ente ha incorporado 4 163 millones de dólares. De acuerdo con el medio digital de economía Banca y Negocios, en el periodo enero-agosto de este año la institución ha aumentado la asignación en 23%, comparado con el mismo periodo de 2023.
- La variable de "incertidumbre", como componente de este cuadro, es claramente una creación política. En teoría, el tipo de cambio está aumentando dada la posibilidad de inestabilidad política, recrudecimiento de sanciones económicas y riesgos de golpe de Estado. La promoción de la "inseguridad económica" podría estar creando una estampida o una reacción en la que diversos agentes económicos prescinden de sus bolívares y acuden al mercado cambiario bajo la expectativa de una "conmoción" en el futuro cercano.
- En el periodo correspondiente al tercer trimestre del año, las procuras comerciales incrementan su actividad para adquirir bienes que serán comercializados en diciembre, la época de mayor consumo del año. Podría haber una demanda adicional de divisas que no está siendo asimilada por el sistema cambiario, lo que impulsa a diversos actores comerciales a acudir al mercado paralelo.
Medidas y ajustes
El BCV incrementó los plazos de emisión de los Títulos de Cobertura Cambiaria y, a partir de ahora, el lapso mínimo de vigencia de estos papeles pasa a ser de 14 días y el máximo se fijó en 90 días.
Esta medida es complementaria y contribuye a mitigar las presiones en el sistema cambiario. Estos papeles de corto plazo son una interesante opción para la protección del poder de compra ya que están indexados al cambio vía el índice de inversión (IDI), y ofrecen rendimientos entre 14,25% y 16% en plazos de 14 a 90 días.
Igualmente, los títulos de cobertura son instrumentos de política monetaria que se presentan como un mecanismo alternativo a la adquisición de divisas con rendimientos equivalentes, con el objetivo de reducir la presión sobre la demanda de dólares.
Tal como mencionamos, el tipo de cambio referido por el BCV aumentó desde los 37,6 hasta los 38,9 bolívares por dólar.
Esto refiere la posibilidad de que el dólar BCV sufra alzas a modo de ajuste, en razón de la gobernabilidad cambiaria y como parte de un deslizamiento natural y necesario.
El Ejecutivo Nacional, que mantiene una política constante de comprar bolívares en el sistema cambiario, tendrá que cumplir con diversos compromisos en materia de salarios, pensiones y obras públicas para el cierre de este año.
Ello significará, seguramente, la colocación de divisas en el sistema a fin de hacerse con moneda nacional. Por lo que el mecanismo a veces mal llamado "intervenciones cambiarias" continuará y se podría incrementar en lo que resta de 2024.