Jue. 20 Febrero 2025 Actualizado ayer a las 6:04 pm

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La vicepresidenta y ministra para Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, discutió la agenda de cooperación con Türkiye junto al ministro de Energía de ese país, Alparslan Bayraktar (Foto: PDVSA)
Claves geopolíticas de la visita de la vicepresidenta Delcy Rodríguez

La importancia de que Venezuela fortalezca su alianza con Türkiye

La vicepresidenta ejecutiva y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, visitó recientemente Türkiye, desde donde anunció "pasos concretos" en la relación energética entre Venezuela y esta nación transcontinental.

En esta oportunidad la alta funcionaria se reunió con el responsable del ministerio de Energía turco, Alparslan Bayraktar, con el fin de revisar la hoja de ruta de los acuerdos entre ambos Estados.

Rodríguez calificó el encuentro como "fructífero" y destacó que Caracas y Ankara mantienen el compromiso de consolidar una alianza estratégica a futuro en este ámbito. "Revisamos proyectos conjuntos en petróleo, gas y minería para reafirmar el propósito del presidente Nicolás Maduro de fortalecer relaciones de complementariedad en favor de un mundo de equilibrio y paz", expresó.

La Ministra ratificó el interés de Venezuela en seguir desarrollando acuerdos con Türkiye en el área energética. Este diálogo se enmarca dentro de la política del Gobierno Bolivariano de estrechar lazos con países que permitan impulsar el crecimiento del sector nacional de los hidrocarburos.

Por su parte, el ministro Bayraktar destacó que la reunión se dio "en el marco de los acuerdos sobre cooperación en los sectores de petróleo, gas natural y minería firmados el año pasado". También subrayó el "objetivo de llevar aun más lejos las relaciones" binacionales mediante la colaboración en este rubro.

La cita se produjo tras la reciente visita de la vicepresidenta Rodríguez a la República de la India, donde participó en la tercera edición de la Semana de la Energía. Durante su estancia en el país asiático sostuvo encuentros con representantes del sector para atraer inversiones y potenciar el desarrollo de los hidrocarburos en Venezuela. 

EL SIGNIFICADO DEL EJE DE RELACIÓN TURCO-VENEZOLANO

La traslación de las relaciones exteriores venezolanas hacia nuevos ejes políticos y territoriales está plenamente justificada en el caso de Türkiye, por la creciente importancia geoeconómica y geopolítica de este país.

Su relevancia radica, desde hace mucho en la historia, en su posición estratégica. Estambul, antigua sede del Imperio Bizantino, entonces llamada "Constantinopla", fue el segundo centro de poder más importante de su tiempo. Era la capital del Imperio Romano de Oriente.

Este país transcontinental se encuentra en una encrucijada entre Europa y Asia, en virtud de lo cual controla el acceso a los mares Negro y Mediterráneo a través de los estrechos del Bósforo y los Dardanelos, situación que lo convirtió, desde hace siglos, en un punto crítico para el comercio en varios ejes en simultáneo (hacia el Mediterráneo, hacia el Cáucaso, hacia Asia Occidental y hacia Europa del Este), ventaja geopolítica que conserva en la actualidad.

Para situarlo en términos comparativos, el antiguo Imperio Otomano —el cual depuso al Imperio Bizantino y fue predecesor de la actual nación turca—, fue un actor neurálgico en la vieja Ruta de la Seda de China, tal como hoy lo es la Türkiye moderna para la Franja y la Ruta de la República Popular China.

Por ser un Estado con esas singulares características geográficas, se ha convertido en un hub o bisagra energética entre Rusia, Asia Occidental y Europa. Es un corredor relevante para el transporte de hidrocarburos mediante proyectos como el gasoducto Transanatolio y el TurkStream, que refuerzan su papel en la distribución de gas natural desde Azerbaiyán y Rusia hacia Europa.

Además, es un enclave comercial y logístico de crudo proveniente por vía marítima desde el mar Negro y el canal de Suez (Egipto).

La importancia energética de Ankara ha adquirido su propio significado político. De hecho, luego del 1° de enero de este año, con el cierre del último gasoducto ucraniano abierto al gas ruso, el TurkStream se ha convertido en el único paso de gas desde la Federación Rusa hacia Europa del Este, lo que fortalece la posición del país euroasiático como intermediario, aunque esa instalación fue atacada justamente para clausurar absolutamente el flujo del gas ruso hacia Europa.

El país ha pasado a ser, junto a la India, uno de los principales proveedores de hidrocarburos "desrusificados" con destino a Europa occidental, ofrecidos mediante un bypass comercial a las sanciones contra Rusia, rol que ha brindado al presidente Recep Tayyip Erdogan la posibilidad de apuntalar a Türkiye como una sólida potencia intermedia.

Las características particulares de la geografía turca se han apreciado en su complejo y pragmático relacionamiento político. El país pertenece al G20 por el tamaño de su economía, aspira el ingreso a la Unión Europea, figura como miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y es un nodo de las rutas comerciales internacionales, incluidas la Franja y la Ruta de China, y recientemente ha sido invitado como socio de los Brics.

Las aspiraciones de crecimiento de Türkiye le han hecho mirar hacia Latinoamérica, incluida Venezuela. El Estado euroasiático busca reducir la dependencia de sus mercados tradicionales, como la Unión Europea y Asia Occidental, y ha diversificado sus socios comerciales. La región, con una población de más de 660 millones de habitantes y un PIB combinado significativo, representa una oportunidad para expandir sus exportaciones y acceder a nuevos consumidores.

Ankara ha implementado una política activa de "diplomacia comercial" hacia América Latina, incluida la firma de acuerdos de cooperación económica con 18 países de la región. La Junta de Relaciones Económicas Exteriores (DEIK) de ese país ha establecido consejos empresariales para fomentar el comercio bilateral, y el número de misiones diplomáticas turcas en la región se ha triplicado desde principios de siglo.

Con respecto a su comercio con América Latina, ha crecido exponencialmente, según el Ministerio de Exteriores turco. En 2002 el volumen comercial era de aproximadamente 950 millones de dólares, mientras que en 2023 alcanzó los 13 900 millones de dólares.

Tratándose de Venezuela, los acuerdos se han desarrollado en el sector de vivienda, tecnología y comercio, especialmente cuando la nación turca se convirtió en un gran proveedor de los productos del programa gubernamental venezolano CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción), justo en una época cuando el mercado regional había sido cerrado al gobierno del presidente Nicolás Maduro en el marco del bloqueo criminal impuesto a Venezuela por EE.UU.

Con la vicepresidenta y ministra Delcy Rodríguez a cargo de la política de hidrocarburos, el petróleo, el gas y la minería han estado en el centro de las relaciones binacionales, especialmente desde una visita que realizó a dicho país en septiembre de 2024, cuando reafirmó el interés de desarrollar iniciativas más perdurables para el sector.

También, el 31 de enero de este año el ministro Alparslan Bayraktar fue recibido por Rodríguez en Caracas, donde mantuvieron un encuentro con el presidente Nicolás Maduro.

En esa cita, la Vicepresidenta anunció una agenda de trabajo para el "fortalecimiento de las alianzas en materia energética y minería entre ambas naciones, a fin de elevar el intercambio comercial y promover las inversiones directas".

La nueva reunión, ahora en Estambul, refiere una vigorosa agenda de encuentros e iniciativas en marcha. Para Venezuela existe un claro interés en establecer la proyección de la agenda exterior nacional hacia el mundo emergente.

PROYECCIÓN GEOPOLÍTICA DE VENEZUELA hacia eL MUNDO EMERGENTE

Pese a las distancias geográficas, el interés de Türkiye por los hidrocarburos venezolanos se justifica por su estrategia energética, de largo alcance y a largo plazo.

Además de su rol como hub energético, la nación euroasiática tiene interés directo —signado por tensiones con Grecia y Chipre— en las reservas de gas en el Mediterráneo Oriental. 

El gobierno de Ankara aspira interactuar frente a todas las fuentes posibles de energía para incrementar su posición geopolítica en su área de influencia inmediata, pero proyectándola a Europa. Por lo tanto, es evidente que tendrían que mirar hacia Venezuela, país que posee las principales reservas petroleras del mundo y la principal reserva de gas natural del Hemisferio Occidental. 

Para Venezuela, la proyección estratégica de su relación con Türkiye se enmarca en la inserción del país caribeño en el sistema de naciones emergentes, empleando los hidrocarburos como vector.

Venezuela ha consolidado un tránsito de relaciones muy fructíferas y dinámicas con países Brics como China y Rusia, pero aspira a incrementar su proyección hacia la India y hacia Türkiye, especialmente por el rol de estos países en el mercado de crudo y gas.

El gobierno del presidente Maduro espera interactuar con Türkiye —nuevo socio de los Brics— a fin de fortalecer su posición como aspirante del bloque, pero aprovechando los atributos de las relaciones bilaterales con los países miembros para lograr concreciones efectivas en inversión, comercialización, servicios logísticos y actividades de finanzas, a beneficio de los productos de hidrocarburos venezolanos.

Venezuela también espera seguir diversificando su portafolio energético al hacerlo menos dependiente de Estados occidentales que pueden arremeter contra el desarrollo de las actividades nacionales, a causa del cuadro persistente de sanciones ilegales.

La nación caribeña aspira consolidar su presencia en los nuevos clusters energéticos, como India y Türkiye, por ofrecer ventajas comparativas apreciables en términos de mercado-destino de exportaciones de hidrocarburos, justo en una época cuando el mercado y sus actores están en cambio acelerado a escala global.

Türkiye sale de su "espacio natural" de inversiones energéticas para ir en la búsqueda de nuevos recursos en Latinoamérica, mientras que Venezuela supera las inercias estructurales de su vieja relación con Estados Unidos como cliente petrolero.

En las últimas dos décadas China y la India se han posicionado con relevancia como destino de los crudos nacionales pero, en un mediano plazo, la nación musulmana podría ser un nuevo importante destino de los hidrocarburos venezolanos, y así fortalecer su colocación en mercados emergentes y de naciones del Sur Global, que verán incrementos en la demanda energética.

El aumento global de la demanda de energía será por el orden de 24% para los próximos 25 años, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la cual será suplida en parte por unos 120 millones de barriles de crudo al día y una demanda de gas, equivalente en petróleo, de 96 millones de barriles. Precisamente, los mercados donde interactúa Türkiye, como Europa del Este, Asia Occidental y el norte de África, serán relevantes en ese requerimiento de crudo, junto a grandes consumidores como China y la India.

De ahí que la proyección de Venezuela en el sistema emergente pasa por la búsqueda de nuevos mercados y destinos, donde Türkiye jugará un rol determinante. Todo esto ocurre a la par de un cambio geopolítico mundial, donde ciudades como Ankara o Nueva Delhi serán tan influyentes para el mercado de crudo y como espacios de negocios, como alguna vez lo fueron Nueva York y Londres.

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