Nuevas tecnologías comienzan a tener una presencia creciente en los sectores económico-productivos venezolanos, también en la política nacional. El pasado lunes el presidente Nicolás Maduro presentó el Plan Nacional de Inteligencia Artificial (IA) construido por científicos venezolanos, tecnólogos y jóvenes expertos en el área.
Resaltó la importancia de que la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP) impulse una IA soberana. Además afirmó que esta herramienta no será utilizada para manipular ni para fines bélicos, sino para planificar el desarrollo en distintas áreas.
El sector de hidrocarburos, principal actividad económica del país, también se ha incorporado a la construcción de ideas respecto a dichas tecnologías. El pasado fin de semana se efectuó el Primer Simposio de Inteligencia Artificial en la Universidad Venezolana de Hidrocarburos (UVH), situada en Caracas. Allí se expusieron los esfuerzos nacionales en la transformación digital y en la elaboración de nuevos softwares y nuevas tecnologías para desarrollar las capacidades del país, que sean transversales a todos los motores económicos y productivos.
En el marco del nacimiento del Ministerio de Hidrocarburos, a cargo de la también vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, se creó el Viceministerio de Inteligencia Artificial y Eficiencia Productiva. Se define como una entidad encargada de impulsar herramientas válidas que permitan obtener elementos predictivos con vistas a analizar procesos complejos que ocurren dentro de la superficie terrestre y su aplicación para medir y disminuir los impactos ambientales de la industria.
IMPACTO Y PERSPECTIVAS DE LA IA SOBRE EL PETRÓLEO Y EL GAS
La IA se define como un conjunto de "sistemas que combinan hardware y software sofisticados con bases de datos elaboradas y modelos de procesamiento fundados en el conocimiento para demostrar características de una toma de decisiones humanas efectivas". Se trata de la tecnología de uso general más importante en la actualidad, está ingresando rápidamente las industrias y creando un potencial significativo para las innovaciones y el crecimiento.
La discusión respecto a estas tecnologías a menudo involucra dos extremos: una visión distópica que asume que las herramientas digitales avanzadas tendrían graves consecuencias para la humanidad, y una utópica que ve la IA impulsando el progreso, la eficiencia y el crecimiento económico en un entorno futurista. Lo que se desarrolla en última instancia tiende a un despliegue de IA más equilibrado y orientado a procesos concretos.
Estos algoritmos avanzados capacitados en conjuntos de datos grandes y útiles, suministrados continuamente con nuevos datos, impulsan el proceso de creación de valor. Sin embargo, investigaciones recientes proponen redes neuronales de mayor vanguardia, como los grandes modelos de lenguaje, para aplicarlas en la simulación de los yacimientos y predecir el rendimiento de su desarrollo.
Un informe de la red de servicios de consultoría PWC prevé que Asia Occidental acumule 2% de los beneficios globales totales que aportará la IA en 2030, unos 320 mil millones de dólares. Además, se espera que el crecimiento anual en su contribución oscile entre 20% y 34% por año en toda la región, con el ascenso más rápido en Emiratos Árabes Unidos, seguidos por Arabia Saudita.
Una investigación de mercado realizada por Mordor Intelligence estima que el tamaño del mercado de la IA en petróleo y gas es de 3 540 millones de dólares en 2025, y se espera que alcance los 6 400 millones de dólares en 2030, con una tasa anual compuesta de 12,61% durante el periodo proyectado (2025-2030).
La IA tiene el potencial de reducir significativamente los costos de producción, con estimaciones que sugieren una reducción de hasta 5 dólares por barril con una ganancia de productividad de 25%. Además, podría aumentar las reservas de petróleo en 8% a 20% al mejorar los métodos de recuperación de recursos.
Las grandes empresas hidrocarburíferas ahora pueden acceder a todos los datos de sus ubicaciones, lo que les permite administrar y monitorear todas sus plantas de forma remota. Ello les permite tomar decisiones más informadas y optimizar sus operaciones para obtener la máxima eficiencia. Además, la digitalización y evaluación de registros de datos es crucial antes de usarlos ya que los registros incompletos pueden ser un problema importante en la industria.
UTILIDADES EN EL CICLO PRODUCTIVO HIDROCARBURÍFERO
La siguiente tabla, elaborada por Koroteev y Tekic (2021), resume algunas soluciones de IA para todo el espectro de las actividades previas (Upstream): evaluación geológica de los depósitos, optimización de perforación, ingeniería de yacimientos/desarrollo de campo y optimización de producción.
Por otra parte, las empresas del sector derivado se benefician de la IA para optimizar los procesos de producción, desde la refinación hasta la petroquímica, lo que se traduce en un mayor rendimiento y menos residuos. Se han identificado algunas ventajas:
- Optimización de la cadena de suministro: la IA puede analizar grandes cantidades de datos de producción, transporte y almacenamiento, también identificar y mitigar riesgos financieros y operativos. Esto lleva a costos reducidos, tiempos de entrega mejorados y una mejor gestión de inventario.
- Mantenimiento predictivo: mediante técnicas como ML se pueden analizar los datos de los sensores de herramientas complejas que requieren un mantenimiento regular para predecir fallos antes de que se produzcan, evitar costosas paradas y garantizar un funcionamiento sin problemas. Además, herramientas como los gemelos digitales —réplica virtual basada en datos de un activo o proceso físico— mejoran el mantenimiento predictivo al simular operaciones complejas de perforación.
- Eficiencia energética: los softwares de IA pueden analizar datos de refinerías y oleoductos para identificar áreas de reducción del desperdicio de energía. Esto no solo ahorra costos sino que también minimiza la huella ambiental del sector.
VENTAJAS Y DESAFÍOS PARA VENEZUELA
En el caso de la industria petrolera venezolana, el uso de la IA implicaría otros impactos positivos como la maximización de la recuperación debido a que técnicas como ML y DNN pueden mejorar la recuperación de petróleo y gas de yacimientos existentes, lo que es crucial para países con reservas maduras.
Con las debidas alianzas e inversiones, estas tecnologías pueden posicionar a Venezuela como un hub tecnológico en la región, y así atraer inversiones y mejorar su competitividad global. Además, la necesidad de implementar y mantener sistemas de IA puede impulsar la formación de profesionales en áreas tecnológicas y los desarrollos de aplicaciones propias. Sin embargo, estas tecnologías enfrentan desafíos:
- Desplazamiento laboral: la automatización de tareas repetitivas y peligrosas puede llevar a la reducción de puestos de trabajo o dejar rezagados a trabajadores sin las habilidades necesarias para adaptarse a nuevos roles.
- Dependencia tecnológica: la adopción de estas tecnologías puede requerir inversiones significativas en infraestructura, desarrollo de softwares, equipos especializados y capacitación. También la falta de capacidad local para desarrollar y mantener dichos sistemas puede llevar a una dependencia de proveedores extranjeros, lo que puede ser riesgoso en términos de seguridad y soberanía tecnológica.
- Brecha de inversión y capacidades regionales: mientras las inversiones de las corporaciones de Estados Unidos y China pueden superar el PIB total de varios países latinoamericanos, los países del Sur global deben depender de alianzas y colaboraciones con estos actores para acceder a las herramientas y a las plataformas más avanzadas. Además, la falta de infraestructura propia de computación de alto rendimiento y de acceso a componentes claves, como las unidades de procesamiento gráfico (GPU), coloca a la región en una posición de enorme desventaja y expone la necesidad de fomentar el desarrollo de infraestructura y capacidades locales.
- Riesgos de ciberseguridad: procesos de la industria petrolera y gasífera, vitales para la estabilidad económica del país, se enfrentarían a amenazas cibernéticas debido a sistemas de IA interconectados y los datos operativos confidenciales. Esto requeriría medidas sólidas de ciberseguridad, como desarrollo nacional de técnicas, cifrado, autenticación multifactorial, auditorías regulares, planes de respuesta a incidentes y capacitación de empleados sobre las mejores prácticas.
- Necesidad de talento humano: la escasez de profesionales calificados con experiencia en IA, ciencia de datos y el conocimiento específico del dominio del petróleo y el gas exige aprovechar la experiencia de consultores externos provenientes de países aliados como China y Rusia.
- Integración con los sistemas existentes: es posible que se requiera la integración de sistemas de IA con los convencionales, que pueden no estar diseñados para datos y procesos impulsados por herramientas, lo cual generaría la necesidad de estrategias meticulosas de actualización y equipos multifuncionales para la alineación técnica y operativa.
- Calidad de datos: datos incompletos, incoherentes o fragmentados en diferentes departamentos, sensores o registros operativos pueden obstaculizar la capacidad de los sistemas para aprender con eficacia y generar predicciones precisas. Esto exige mantener la auditoría permanente de la información y promover una cultura de su intercambio oportuno.
- Alta huella ambiental: hay una alarma creciente sobre el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero que pertenecen al crecimiento exponencial de la industria de los centros de datos de hiperescala que son propiedad, y operados, por las corporaciones Microsoft, Google y Apple, etcétera. Se trata de más de 8 millones de centros con alto consumo de agua y electricidad cuyos ingresos alcanzaron, solo en 2024, unos 344 mil millones de dólares.
SOBERANÍA Y COMPLEMENTARIEDAD
La solidez de la información, la visión de los alcances necesarios y la organización institucional serían puntos claves para la implementación de sistemas de IA en la industria hidrocarburífera venezolana. Esto requeriría avances en el intercambio de datos, el establecimiento de plataformas informáticas de alta resolución y sistemas eficaces de colaboración.
Con la permanente formación humana, visión soberana y cooperación con países aliados que han desarrollado avances, se puede esperar un crecimiento de las capacidades nacionales en las aplicaciones de las herramientas de IA para la toma de decisiones en varios niveles de la industria.
La elaboración de políticas propias de IA protegería la identidad cultural y permitiría diseñar modelos de desarrollo económico basados en la necesidades y prioridades nacionales, antes que exacerbar las desigualdades, como ha ocurrido en otros escenarios globales.
Distintos aliados como China, Rusia e Irán han invertido en la integración de IA con otras tecnologías emergentes, como el Internet de las Cosas (IoT) y el big data, para crear sistemas más inteligentes y eficientes. Para ello han contado con la colaboración de empresas nacionales, instituciones académicas y empresas tecnológicas en aras de transformar sus industrias de petróleo y gas, lo que mejorado la eficiencia, ha reducido costos y ha aumentado la seguridad en sus operaciones.
Venezuela tiene en estas tecnologías una oportunidad para ampliar la integración con sus socios en el ámbito multipolar, dado que podría establecer mayores niveles de complementariedad y optimizar las redes productivas del área energética.