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Navegando la tercera ola

La segunda ola de la pandemia de Covid-19 ha remitido y la gente está harta de las restricciones. Existe una inmensa presión para poner fin a los cierres, y muchos políticos cederán ante sus votantes. No obstante, habrá una tercera ola y es probable que sea mayor que la segunda.

A continuación intento explicar por qué creo que es así y qué significa para nuestras sociedades. Mis conclusiones pueden sonar alarmistas, y puede que me equivoque del todo, pero el escenario que planteo no es improbable, ni soy el único que piensa que es plausible.

La gripe española llegó en tres oleadas, repartidas en 18 meses. En el verano de 1919 la mayoría de las poblaciones ya habían adquirido cierta inmunidad contra la enfermedad. Durante la temporada de gripe de invierno de 1919 la gripe dejó de ser un peligro público.

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Tabla 1 - Muertes por cada mil personas durante la gripe española (Foto: Moon Of Alabama)

Aquí está la curva para los Estados Unidos durante la pandemia de Covid-19.

Los Estados Unidos acaban de terminar lo que -en comparación con 1918/1919- es la segunda ola de la pandemia.

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Tabla 2 (Foto: Moon Of Alabama)

La situación es similar en gran parte del mundo. La pandemia de Covid-19 acaba de terminar su segunda oleada.

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Tabla 3 - Número de nuevos casos por día (Foto: Moon Of Alabama)

Hace una o dos semanas, Europa y Estados Unidos llegaron al fondo del valle, abandonando la segunda ola. Sin embargo, a partir de ahí, los marcadores volvieron a apuntar hacia arriba. A pesar de las continuas medidas de bloqueo, la tasa de variación del número de nuevos casos ya ha vuelto a ser positiva. El número de nuevas infecciones vuelve a crecer. La tercera ola ha comenzado.

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Tabla 4 - Tasa de variación semanal del número de nuevos casos desde el 1 de enero de 2021 (Foto: Moon Of Alabama)

¿Qué factores están en juego ahora y cómo pueden afectar a la forma de una tercera ola?

Las nuevas variantes del virus, las medidas farmacéuticas y las no-farmacéuticas comportarán de manera separada y agregada ciertos efectos. No obstante, el comportamiento de la población será el factor más importante.

Nuevas variantes del virus

Tanto en Europa como en América, la variante británica B.1.1.7 del virus se está convirtiendo en la dominante. Esta cepa es un 50% más infecciosa y más mortal que las variantes del virus que han circulado hasta ahora. Hay otras variantes preocupantes (VoC) que cobrarán relevancia en fases posteriores, especialmente aquellas que puedan infectar a personas inmunes contra el virus original.

Las cifras de Gran Bretaña y Dinamarca muestran que sólo hacen falta unas semanas para que una cepa mejor adaptada como la B.1.1.7 se imponga.

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Tabla 5 (Foto: Moon Of Alabama)

Intervenciones farmacéuticas

No disponemos de medicamentos probados que puedan ayudar a suprimir o curar las infecciones de Covid-19. Algunos están todavía en desarrollo, mientras que otros, como la ivermectina, están ya en fase de prueba.

Por suerte, y a diferencia de lo que ocurría en 1918, tenemos vacunas que funcionan bien para prevenir enfermedades graves y muertes. Los estudios realizados en Israel (1, 2) y Escocia (1) muestran una alta eficacia de las vacunas en la población. Las vacunas funcionan.

Sin embargo, la vacunación de toda la población lleva tiempo. Al ritmo actual es poco probable que las vacunas sean suficientes para suprimir una tercera ola. Puede que la amortigüen un poco, pero eso es todo lo que podemos esperar.

La vacunación de los grupos prioritarios, esto es, las personas más vulnerables ante la enfermedad, ayudará a mantener baja la mortalidad dentro de esos grupos.

Intervenciones no farmacéuticas

Las medidas no farmacéuticas, como los encierros y los mandatos de uso obligatorio de mascarillas, han ayudado durante la primera y la segunda oleada a situar la tasa de replicación R por debajo de 1. Pero la próxima oleada llegará con una variante del virus un 50% más infecciosa. Para mantener la tasa R por debajo de 1 durante la tercera ola se necesitarán medidas no farmacéuticas más fuertes para mantener el virus bajo control.

La tasa de aumento de nuevos casos en Dinamarca de una semana a otra es del 33%. Y ello a pesar de las medidas de bloqueo en curso.

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Tabla 6 - Tasa de variación semanal del número de nuevos casos desde el 1 de enero de 2021 (Foto: Moon Of Alabama)

Comportamiento

Hay una parte creciente de la población que ignora los mandatos de encierro y la obligación de la mascarilla. No todos son "covidiotas" o negacionistas. Sencillamente, la gente se ha hartado.

Arash @thekarami - 15:26 UTC - Feb 27, 2021

Estos encierros empiezan a parecerse a las endless wars (guerras interminables), en el sentido de que cada vez que alguien habla en contra de ellas te sale un montón de gente gritando que hay que seguir hasta llegar a un objetivo arbitrario y cambiante.

Y para los que son nuevos, no soy negacionista del covid, no soy anti-mascarilla, mi hermano es médico en un hospital y esto le ha repercutido directamente, me lo tomé en serio los primeros tres meses, seis meses, nueve meses… pero ya han pasado 12 meses y ¿hablan de 2022? 2022!? No.

Conclusión

La tercera ola vendrá con una cepa del virus más fuerte cada vez más predominante. En algunos países (especialmente en Europa del Este) la mayoría de la población ya ignora las medidas de bloqueo. Es poco probable que las autoridades puedan presionar para imponer medidas aún más restrictivas. Tendremos que surfear esta ola sin los efectos de la mayoría de ellas.

Al final de la pandemia de gripe española la población había alcanzado una especie de inmunidad de rebaño. Suficientes personas eran inmunes contra el virus para evitar nuevos brotes grandes. Una gran parte de esa inmunidad de rebaño se logró durante la segunda ola de esa pandemia, cuando muchas, muchísimas personas se infectaron. Por lo tanto, la tercera ola resultó menor que la segunda.

En Europa y Estados Unidos estamos, incluso después de la segunda ola, muy lejos de la inmunidad de rebaño. Menos del 10%-15% de la población ha tenido la enfermedad y se ha vuelto inmune a ella. La inmunidad puede alcanzarse a través del contagio o de la vacunación. En las próximas semanas sólo tendremos capacidad de vacunación suficiente para inmunizar al 10 o 20% de la población más amenazada. El otro 70 u 80% aún no es inmune y sigue en peligro.

Todo esto hace que sea probable que la tercera ola de esta pandemia, con un virus más fuerte, intervenciones menos eficaces, y poca inmunidad de rebaño, sea mucho mayor que la segunda ola. En lugar de 250 mil nuevos casos al día en EE.UU. durante la cima de la segunda ola, podríamos ver 2,5 millones de nuevos casos al día durante la tercera ola.

Hay un factor que puede impedirlo. Hará más calor y la estacionalidad juega un papel en las infecciones respiratorias. No obstante, entre mediados de junio y agosto de 2020 se produjo un fuerte aumento de casos en Estados Unidos, América del Sur y Sudáfrica y se vieron fuertemente afectados, incluso durante su época estival. Por ello, soy escéptico de que la estacionalidad sea de gran ayuda.

Uno puede pensar que un mayor número de infecciones no importará mucho, ya que las personas más vulnerables habrán sido vacunadas y estarán protegidas, que los hospitales no se verán desbordados y que el número de muertes no aumentará tanto.

Pero eso sería un error.

Entre un cuarto y un tercio de la población estadounidense tiene algún problema de salud (léase, sobrepeso, diabetes) que la hace vulnerable a Covid-19. No tanto como las personas de edad avanzada, pero sí en un grado significativo. Con un número de infecciones diez veces superior al de la segunda oleada, seguramente veremos a muchas más personas necesitadas de ayuda médica profesional que antes.

Pero los ancianos habrán sido vacunados. Las UCI no estarán llenas de ellos como lo estuvieron durante la primera y segunda ola. Será la gente más joven, que se infecta a un ritmo diez veces mayor que en la segunda ola, quién llenará las UCI.

Ya no habrá abuelos o abuelas mayores muriendo de Covid-19, sino madres o padres en los mejores años de su vida. Por tanto, la suma de años de vida perdidos (YLL) durante la tercera oleada superará probablemente la suma de la segunda oleada.

Es difícil decir cuánto tiempo tardará la tercera ola en alcanzar su punto máximo. Tan pronto como las medidas de bloqueo terminen o fracasen, volveremos a ver un fuerte crecimiento exponencial que bien podría superar el crecimiento que vimos durante las olas anteriores. Mi predicción para los Estados Unidos es que a finales de marzo o mediados de abril se dará el mayor crecimiento de nuevos casos visto hasta la fecha.

Pero, de nuevo, es sólo una corazonada y puede que me equivoque. De hecho, espero equivocarme del todo.


Este artículo fue publicado originalmente en inglés en el blog de Moon of Alabama el 27 de febrero de 2021, la traducción para Misión Verdad fue realiza por Eli C. Casas.

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