En la mañana de este lunes 22 de febrero, el presidente Nicolás Maduro reiteró durante la inauguración de las sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que Venezuela se mantiene firme en su posición de no aceptar "la injerencia o intervención de ningún mecanismo inquisidor contra nuestra patria que pretenda usar la justa causa de los derechos humanos como herramienta política para un cambio de gobierno por la fuerza en nuestro país".
Venezuela forma parte del Consejo de DDHH de la ONU, por lo que tiene voz y voto para participar en sus sesiones, esta vez de manera telemática por la pandemia.
"Están equivocados quienes creen que Venezuela disminuirá la cooperación alcanzada con la Alta Comisionada de Derechos Humanos como consecuencias de estas provocaciones ideologizadas de un grupo de gobiernos", dijo el primer mandatario nacional al destacar que "el Estado venezolano trabajará decididamente con los actores de este Consejo de DDHH".
"Hemos fortalecido nuestra cooperación con el Sistema de Naciones Unidas de manera integrada con todos sus organismos especializados, programas y fondos", dijo el Jefe del Estado venezolano, y recordó que en septiembre de 2020 renovó por un año el Memorándum de Entendimiento con la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos para continuar fortaleciendo los vínculos de cooperación y asistencia técnica en materia de promoción y protección en materia de derechos humanos en Venezuela.
Mencionó la visita a Venezuela de la relatora de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, Alena Douhan, quien luego de reunirse con varios sectores del país, concluyó que "las sanciones y medidas coercitivas unilaterales aplicadas por Estados Unidos y la Unión Europea, como herramienta deliberada para alcanzar un cambio de régimen en Venezuela, violan flagrantemente el derecho internacional y todos los instrumentos universales y regionales de derechos humanos".
"El informe reconoce concretamente que estas acciones extraterritoriales atentan contra la vida del pueblo venezolano y contra el disfrute pleno de los derechos sociales y económicos conquistados democráticamente en las últimas dos décadas", precisó el presidente Maduro al resaltar que "la relatora exigió el levantamiento de las sanciones contra Venezuela, la devolución de sus activos y la garantía de acceso del Estado venezolano a los recursos que han sido congelados en el mundo, así como el acceso al sistema financiero mundial".
Denunció que Venezuela enfrenta una guerra multidimensional orientada a acabar con un modelo inclusivo, mediante acciones de presión desmedida a través de más de 450 medidas coercitivas unilaterales e ilegales que han resultado en un bloqueo y afectado las capacidades del Estado y la sociedad venezolana.
"Los secuestradores de los activos y recursos venezolanos han demostrado una gran crueldad desacatando los llamados de la comunidad internacional de la Alta Comisionada y han incrementado las agresiones económicas generando una crisis humanitaria de manera alevosa y premeditada", manifestó.
El Presidente también dijo que la pandemia "ha puesto en evidencia la necesidad de ver la salud como un derecho humano fundamental", y en este sentido señaló que "el multilateralismo está demostrando que es la única vía posible para superar las dificultades globales y construir mejores condiciones de vida para los pueblos".
Finalmente, Maduro instó al Consejo de Derechos humanos y Naciones Unidas a garantizar la felicidad, la seguridad y la estabilidad de la humanidad, a través del cambio del sistema de organización económica capitalista por un sistema de justicia y equidad, sobre el pilar del respeto a los derechos humanos, los derechos sociales y el Derecho Internacional.