El pasado 5 de febrero, el presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, dio detalles del desmantelamiento de un atentado contra las sedes administrativa y de debates de la Asamblea Nacional (AN).
Mediante una presentación de pruebas, el diputado Rodríguez explicó la detención de Richard Grillet Álvarez, expolicía y funcionario de seguridad de la AN, quien a cambio de un pago de 5 mil dólares estaba dispuesto a colocar tres cajas de explosivos en el edificio José María Vargas, en la Esquina de Pajaritos en la capital venezolana, y en el Hemiciclo el día 26 de enero.
"Por 5 mil dólares este señor iba a asesinar a cientos de personas, incluidos los 277 diputados que nos encontrábamos en sesión el día martes (26 de enero), incluidos sus compañeros trabajadores en el edificio administrativo; jueces, fiscales y abogados de los tribunales, y periodistas; con tres explosivos de alta potencia", señaló Rodríguez.
Grillet también tenía instrucciones de destruir una base de radares en El Junquito, zona montañosa estratégica en la ciudad capital.
De esta manera, según las autoridades venezolanas, el riesgo de agresión y terrorismo continúan latentes mediante la suma de este evento a una cada vez más larga lista de intentos de magnicidio, conmociones armadas y operaciones paramilitares frustradas, que se han articulado para eliminar al alto mando civil y militar del país.
Nuevamente, y acorde al presidente del Parlamento, los indicios de esta operación apuntan a Colombia como base de operaciones.
Nuevamente Colombia
Jorge Rodríguez presentó un video donde Grillet dio un testimonio en el cual admite que fue reclutado por un agente de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) llamado Mariano José Ugarte Morillo, quien opera desde suelo neogranadino reclutando a expolicías y exmilitares venezolanos para incorporarlos en operaciones mercenarias.
"Recibí una videollamada donde se veía a Mariano Ugarte acompañado de otra persona, un hombre de tez blanca y con marcado acento colombiano, me decía que estaba en Bogotá y que me quería proponer participar en acciones de sabotaje contra el Estado venezolano", confesó Grillet.
El vínculo entre Grillet y Ugarte empezó desde hace años cuando compartieron labores en la policía municipal de Girardot, estado Aragua.
Rodríguez señaló que la persona que estaba junto a Ugarte en la videollamada era un funcionario de la Dirección Nacional de Inteligencia de Colombia (DNI), sin revelar su nombre.
Diversos medios de comunicación en Colombia, así como funcionarios de la Fiscalía de dicho país, han avanzado en pesquisas de la Operación Gedeón desmantelada en las costas venezolanas el año pasado, dando como ciertos muchos de los señalamientos que el Gobierno venezolano presentó hace ocho meses, dijo Rodríguez.
En efecto, la Fiscalía de Colombia, en el marco de la investigación a un decomiso de armas que irían a los pertrechos de la Operación Gedeón, procesa a Yacsy Alejandra Álvarez Mirabal, implicada en los hechos y detenida en septiembre en Colombia. Esta declaró a un medio que "la Dirección Nacional de Inteligencia tenía claro la Operación Gedeón, sabían todo".
El abogado de Álvarez Mirabal, Alejandro Carranza, informó que el director de la DNI, Jorge Miguel Padilla, le envió al fiscal del caso, Carlos Roberto Izquierdo Ortegón, un documento donde pedía proteger a la implicada en la Operación Gedeón. Estos eventos indican que podría haber un posible escollo institucional entre la Fiscalía colombiana y las autoridades de seguridad bajo el mando de Iván Duque para el manejo de este espinoso caso.
Rodríguez agregó que el próximo martes 9 de febrero se presentarán las pruebas del frustrado atentado en la plenaria de la AN, a fin de sustentar un expediente que será entregado al Parlamento colombiano para que Iván Duque sea investigado.
Los detalles sobre la Operación Gedeón que han sido considerados ahora en la opinión pública de Colombia han puesto en el centro del debate las atribuciones, al margen de la ley, que han sido asumidas por el presidente Duque al alentar abiertamente el derrocamiento armado y el terrorismo en Venezuela bajo el pretexto de "liberar" a la nación vecina.
Jorge Rodríguez nuevamente reiteró el rol de los funcionarios de inteligencia de Colombia en el frustrado atentado contra la AN este año: "Otra vez, Iván Duque, en su afán asesino, quiere hacer del país vecino un campamento militar contra Venezuela".
Los señalamientos contra el mandatario colombiano tienen como elemento componente la visita que recientemente realizara a Colombia el prófugo de la justicia venezolana y terrorista Leopoldo López, quien se reunió con Álvaro Uribe para articular acciones contra la estabilidad de Venezuela.
Este hecho se suma a la ampliamente demostrada organización del frustrado magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro en 2018 desde suelo colombiano, así como la desmantelada Operación Gedeón en 2020, que consistió en la organización de campamentos mercenarios y el despacho de elementos armados desde territorio neogranadino rumbo a Venezuela.
En ambos eventos la participación de funcionarios del gobierno de Duque habría sido clave.