Bajo el gobierno de Javier Milei, Argentina se ha conducido hacia un acercamiento total con Estados Unidos. Desde el comienzo del año, Buenos Aires ha sido testigo de una constante visita de altos funcionarios estadounidenses, como el secretario de Estado Antony Blinken, el director de la CIA William Burns y la jefa del Comando Sur de Estados Unidos Laura Richardson, junto con numerosos funcionarios de menor rango. Del mismo modo, miembros del gobierno argentino han realizado visitas regulares a Washington.
En esta línea de acercamiento, Argentina ha solicitado convertirse en un socio global de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El ministro de Defensa del país, Luis Petri, anunció esta petición después de reunirse con el secretario general adjunto de la OTAN, Mircea Geoana, en Bruselas, el 18 de abril de 2024.
"Me reuní con Mircea Geoana, secretario general adjunto de la OTAN. Le presenté la carta de intención que expresa la solicitud de Argentina de convertirse en un socio global de esta organización. Seguiremos trabajando en recuperar vínculos que permitan modernizar y capacitar nuestras fuerzas al estándar de la OTAN”, dijo en su momento.
El estatus de "socio global" permitirá al gobierno de Milei fortalecer la aproximación con los países occidentales. La representación argentina podrá acudir al cuartel general de la OTAN en Bruselas y, como escribe el medio argentino La Nación, pasar a formar "parte del club" con la ventaja de permitir intercambios militares con los Estados de la alianza. Sin embargo, aunque tendrá más acceso a las discusiones que se lleven a cabo en Bruselas, no podrá influir directamente de ninguna manera en las decisiones de la instancia.
El vínculo entre Argentina y la OTAN incluye cuatro áreas de interés: operaciones de mantenimiento de la paz, seguridad, vigilancia y control marítimo, así como la mejora de la ciberdefensa.
Hasta la fecha Colombia es el único país latinoamericano con el estatus de socio global de la OTAN, habiéndose unido a la alianza en 2018, en pleno conflicto contra Venezuela. Otros países que cuentan con esta categoría son Afganistán, Australia, Irak, Corea del Sur, Mongolia, Nueva Zelanda, Pakistán y Japón.
Para la OTAN, la inclusión de Argentina como socio global representa una ampliación de su presencia en la región latinoamericana. Así lo confirmó Geoana: "Argentina juega un papel importante en América Latina. Una cooperación política y práctica más estrecha podría beneficiarnos a ambos", dijo en la sede de la organización.
Esta expansión es impulsada principalmente por Estados Unidos, que busca ejercer control geopolítico y económico en la zona. A pesar de argumentar razones de seguridad y defensa democrática, el interés estadounidense se centra en mantener su hegemonía y evitar la aparición de un bloque de poder alternativo que desafíe su dominio global.
El caso argentino bajo el gobierno de Javier Milei es un ejemplo paradigmático de este proceso. La decisión de abandonar la adhesión a los Brics+ antes de iniciar conversaciones para convertirse en socio de la OTAN evidencia la presión ejercida por Estados Unidos para mantener América Latina dentro de su esfera de influencia.
En los últimos años, la influencia y la intervención militar de la OTAN en la región han aumentado significativamente, tanto de manera directa como indirecta.
América Latina, con sus abundantes recursos naturales y su potencial económico en crecimiento, podría ser un contrapeso importante a la hegemonía estadounidense y fortalecer las tendencias hacia un orden multipolar, por lo que uno de los principales objetivos de la expansión otanista sería evitar ese escenario.