Un informe reseñado por The Cradle indica que las fuerzas israelíes mataron a muchos colonos sionistas durante el ataque sorpresa de Hamás el 7 de octubre. Los reportes de Tel Aviv detallan que unos 1 mil 400 israelíes, la mayoría civiles desarmados, habrían muerto durante la incursión, pero los grupos de resistencia palestina apuntan a que muchas de estas muertes fueron responsabilidad de soldados israelíes.
Si bien hubo asesinato de israelíes a manos de combatientes palestinos, "hay un número creciente de informes que indican que el ejército israelí también fue responsable de las muertes de civiles y militares israelíes el 7 de octubre y los días posteriores", informa el medio de Asia Occidental.
El informe cita ejemplos de los medios israelíes en que las fuerzas de esa nacionalidad atacaron a sus propios civiles y soldados. Un general afirma que "la división se vio obligada a solicitar un ataque aéreo contra la propia base para rechazar a los terroristas", bombardeo en el que murieron muchos soldados.
Esta orden se conoce como "Directiva Aníbal", una doctrina que establece que las fuerzas sionistas pueden matar a sus propios soldados para evitar que caigan en manos del enemigo. La aplicó en 2014 cuando combatientes de Hamás capturaron a un soldado, Hadar Goldin, y la respuesta fue tan brutal que Goldin murió junto a otros palestinos. En ese bombardeo masivo mató entre 135 y 200 civiles palestinos, incluidos 75 niños.
Otro relato de una mujer que fue cautiva por Hamás, Yasmin Porat, refiere que los soldados israelíes "eliminaron a todos, incluidos los rehenes". Su testimonio se complementa con evidencia de militares sionistas que describieron cómo el ejército disparó proyectiles de tanques contra edificios donde se escondían combatientes de Hamás y sus cautivos israelíes.