De acuerdo con el Financial Times, la escasez de agua en Europa no solo amenaza la seguridad alimentaria de la región, también afecta la producción de energía y otras áreas claves para el desarrollo.
El medio británico refiere que además de los largos periodos de sequía por la falta de lluvia, otros factores para explicar esta situación son las malas políticas públicas y la falta de inversión en infraestructura.
Las sequías han aumentado en número e intensidad en la Unión Europea en los últimos años, y las áreas y personas afectadas crecieron a su vez casi 20% entre 1976 y 2006, según la Organización Meteorológica Mundial. Se pronosticó en 2020 que la demanda mundial de agua dulce superaría la oferta disponible en 56% para 2030, y aun no se cuenta con un plan de inversión para enfrentar la contingencia.
"En los próximos años, una combinación de políticas deficientes, intereses creados y el rápido calentamiento global parecen empeorar todavía más la situación", reseña Sputnik. No solo se necesita agua para los hogares y la agricultura, también es vital para la producción de energía pues es un recurso usado para enfriar las centrales nucleares y generar energía hidroeléctrica.
Otros datos:
- Europa se está calentando más rápido que cualquier otro continente.
- Los flujos de agua de deshielo alpina, cruciales para el suministro de agua del continente, están disminuyendo.
- Los suelos afectados por la sequía no retienen suficientemente el agua de lluvia, lo que está agotando las reservas de agua subterránea.
- En la Unión Europea 25% del agua potable se pierde a través de tuberías con fugas.
- En el Reino Unido aproximadamente una quinta parte del agua suministrada se pierde cada año.