El precandidato por el partido Primero Justicia, Henrique Capriles Radonski, es un crítico acérrimo del "interinato", pero eso no siempre fue así.
En marzo de 2019, en pleno asedio contra Venezuela, la oposición mayoritaria en la Asamblea Nacional (AN) discutía el artículo 187 de la Constitución Bolivariana. En particular, al ver colapsadas sus opciones de "máxima presión" este sector optó por pedir la intervención de fuerzas extranjeras en Venezuela bajo un manto "humanitario", amparados en el numeral 11 del citado artículo que dice:
Artículo 187. Corresponde a la Asamblea Nacional: (...)
11. Autorizar el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país.
En medio de una manifestación opositora, y al ser interrogado por una reportera respecto al citado artículo, el ahora precandidato dijo que "hay cosas que no se debaten públicamente", y agregó que se trataba de "un debate reservado, de estrategia, de táctica".
Asimismo aludió a los dirigentes que vociferaban sobre la opción cuando no hacían presencia en las manifestaciones mientras el rol que él cumplía era apoyar al entonces diputado y presidente de la AN, Juan Guaidó. Además, cuestionó que se discutiera el artículo "para joderle el plan a Guaidó".
Este amenazó con activar ese artículo desde una concentración en la avenida Victoria, en Caracas, en medio del apagón total propiciado por un ataque cibernético de Estados Unidos que duró más de 48 horas.
En otra entrevista Capriles dijo que si respondía respecto a una eventual intervención era "decirle al adversario cuál es la estrategia política". A buen entendedor, pocas palabras:
Lo que dijo Capriles sobre solicitud de intervención militar pic.twitter.com/rAgtGrbvyI
— Sumarium (@sumariuminfo) April 18, 2019
"Estos son mis principios. Si no le gustan… tengo otros"
Al mejor estilo paródico de Groucho Marx, el dirigente de la derecha venezolana ha presentado distintos performances políticos. Luego del fracaso de la opción antipolítica centrada en la devastación de las condiciones de vida de la población venezolana, Capriles se ha presentado como defensor de la salida electoral al conflicto. Al punto que, viendo caer al gobierno de Trump, cuestionó la estrategia de sectores de la oposición que apostaron por una intervención del exmandatario estadounidense en los asuntos internos de nuestro país, incluida una invasión armada para derrocar al presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro.
En 2017, cuando se cerraba el ciclo de guarimbas, el mismo Capriles retuiteó una noticia de la agencia transnacional Reuters en la que un portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos negaba que su país estuviera planificando una intervención militar.
Como es sabido, desde que asumió la Casa Blanca Trump estuvo madurando la opción de incursionar militarmente en el país. En agosto de ese año, luego de reunirse con su entonces secretario de Estado —y alto ejecutivo de la transnacional petrolera Exxon Mobil— Rex Tillerson, su embajadora ante la ONU para la época, Nikki Haley, y su consejero de Seguridad Nacional, el general H. R. McMaster, Trump dijo a periodistas en Bedminister, Nueva Jersey, que “tenemos muchas opciones para Venezuela, incluida una posible opción militar si es necesario”.
Así lo reiteró Trump en 2019 cuando advirtió a la Fuerza Armada venezolana que "los ojos del mundo entero" estaban sobre quienes apoyaban a Maduro, y aseguraba también que arriesgaban su vida y su futuro al hacerlo. Además, reconoció que los militares tenían un "papel vital" en la transición del país si cambiaban de bando y les instó a aceptar la "generosa oferta" de Guaidó de una amnistía o enfrentar las consecuencias.
"No encontrarán un puerto seguro, ni una salida fácil. Lo perderán todo", advirtió el entonces presidente, quien el pasado 10 de junio afirmó su intención de hacer colapsar Venezuela para apropiarse de su petróleo.
Un Capriles para cada agenda golpista
Cuando Guaidó se juramentó a sí mismo como presidente interino de Venezuela, el exgobernador del estado Miranda pidió a Maduro que cesara "la usurpación" del cargo y lo reconociera como jefe de Estado interino diciendo:
"Reconoce a Juan Guaidó, cesa la usurpación y eso sí: asume ante tu militancia la responsabilidad de haber destruido el proyecto político que representaste, pero también de darles una solución que les permita seguir existiendo como fuerza política, ellos también lo merecen"
Luego afirmó que la autoproclamación de Guaidó “sorprendió a muchos dirigentes” y apoyó durante 2019 todas las iniciativas de la AN que desde 2016 venía gestando distintas estrategias de golpe contra el gobierno nacional. Durante el fallido golpe del 30 de abril en 2019, encabezado por Guaidó y Leopoldo López, pidió a los ciudadanos mantenerse en las calles. También pidió a la comunidad internacional apoyar la acción ilegal: "Es momento de apoyar la causa de los venezolanos en esta hora crucial", publicó en su cuenta de Twitter.
Ese mismo año indicó, a través de su cuenta en Twitter, que las "sanciones" impuestas por el gobierno de Donald Trump eran “más presión para que vuelva la democracia”, culpando al presidente Maduro de la agresión emprendida por Trump y otros gobiernos satélites de Estados Unidos.
#9Ago La propaganda roja solo trabaja para sembrar mentiras. Las medidas de la comunidad internacional contra el régimen no son un embargo ni un bloqueo. Es más presión para que vuelva la democracia.
Maduro es el responsable de las sanciones y el aislamiento de nuestra Venezuela. pic.twitter.com/UVw18dBb1J— Henrique Capriles R. (@hcapriles) August 9, 2019
Se trata de otro actor más de una estrategia basada en el colapso nacional, que ha cambiado de posición en función de su permanente candidatura. Ha apoyado no uno, sino varios golpes, pero también la estrategia de “máxima presión” que aceleró las “sanciones” contra Venezuela y el saqueo de activos venezolanos.
Hoy se afilia a una salida electoral y mañana nadie sabe qué otra agenda injerencista, para luego criticar su fracaso sin arrepentimiento alguno.
Una constante queda clara en todo esto. Algunos pudieran reconocer en Capriles cierto grado de habilidad, pero quizás denominarlo así solamente sea la manera de admitir que es, y ha sido, oportunista y escurridizo. Donde sin lugar a dudas existe un consenso amplio, es que nadie puede hablar de este señor como un hombre valiente.