Quienes atestiguamos las elecciones en la Universidad Central de Venezuela (UCV) —tirios y troyanos— podemos concluir que aquellas fueron una representación en micro de unos hipotéticos comicios, proyectados a escala nacional, organizados por la oposición. Es la conclusión más obvia, la que ha traído a colación la mayoría de las vocerías en el ecosistema de medios y opinología digital del país.
La correspondencia habida entre el desastre logístico y, en definitiva, organizativo electoral en la supuesta "casa que vence las sombras", el enquistamiento de las —aún— actuales autoridades universitarias encabezado por Cecilia García Arocha y el infantilismo político de las campañas electorales, además de la cruda realidad en torno a la preparación de las primarias opositoras para elegir a un candidato unitario ante los próximos sufragios presidenciales es pública y notoria.
Desde hace tiempo las oposiciones están desnudas ante la opinión pública y la palestra política, con innumerables intentos para lograr el acceso al poder estatal. Sin embargo, lo siguen intentando por vías como la democrática-institucional con la preparación de unas primarias, aun con toda su mediocridad, contradicciones y pugnitas de poder exhibidas hasta el día de hoy.
De igual manera sucedió en la UCV, según un informe comentado por el periodista opositor, experto en la fuente comicial, Eugenio Martínez. La causa oficial de que se suspendieran las elecciones ucevistas fue la pérdida de la información del registro electoral por errores básicos de la Comisión Electoral de la universidad. Además, el material fue afectado por una inundación la noche previa.
Según el informe entregado al consejo universitario el lunes 15 de mayo "se perdió la información del registro electoral debido a los errores cometidos por el personal de apoyo contratado por la Comisión
Electoral para verificar toda la data de los registros electorales"— Eugenio G. Martínez (@puzkas) May 29, 2023
Lo recalcable del asunto es que estas votaciones fueron realizadas por autoridades que se autodenominan la intelligentsia del país, la "liga ilustrada" de Venezuela, que hace vida en la UCV desde hace generaciones bajo una estructura de gobierno que le beneficia solamente a ella, al mismo tiempo que dirigentes estudiantiles de partidos opositores —lo vimos en diferentes registros audiovisuales a través de las redes digitales— claman al menos un cambio en la rectoría.
De esta manera, también, queda desnuda esa gente "decente y pensante" y muestra una imagen que no deseaba exhibir a nivel nacional pero que fue inevitable como un reflejo casi natural de la decadencia de ese sector, el cual forma parte de uno más grande en el ecosistema del espectro antichavista. Muchos de los técnicos, intelectuales y políticos de las oposiciones provienen de esta matriz, y la retroalimenta directamente. Los miembros de la Comisión Nacional de Primaria forman parte de este mundillo, y a ello se deben.
Son los mismos que intentan justificar el voto manual como una innovación técnica en las instituciones electorales. Los resultados, en pequeña escala, están a la vista con los sufragios de la UCV; veamos si —de darse— las primarias replicarán el fracaso anunciado, como pudiera concluirse si ese sector opositor no permite que el Consejo Nacional Electoral (CNE) aporte logística y materiales.
El descalabro de los comicios en la UCV eleva al CNE como la única entidad capaz de organizar procesos así en el país, sobre todo si tomamos en cuenta que se quiere publicitar el funcionamiento positivo de un evento autogestionado sabiendo de antemano lo que iba a suceder. Quedaron entrampados en su misma arrogancia cuando dijeron que las "elecciones universitarias servirían de ejemplo para el país" para que, finalmente, ni se celebrasen; se replicó el escenario de aplazamiento electoral, también sucedido con la fecha de las primarias.
Así, las prerrogativas de María Corina Machado, Delsa Solórzano y Andrés Velásquez que abogan por una consulta independiente, propia de la Plataforma Unitaria Democrática con conteo manual, se disuelven como una vía fiable para lograr primarias en el país. Quienes proponen que el CNE no debería participar en la interna electoral opositora tienen un ejemplo claro de sus resultados en el proceso efectuado en la sede universitaria de Caracas y, por ende, se trata de una propuesta técnica con graves consecuencias políticas para sus plataformas, especialmente porque hay otros dirigentes y partidos que sí están de acuerdo con la asistencia del Poder Electoral venezolano en las primarias.
Todo esto viene a colación para insistir en la certeza de que la "sociedad civil" y "la clase educada y pensante" son una farsa sobrevalorada en el escenario político venezolano, que son capaces de autosabotearse para minar unas elecciones.
Cecilia García Arocha, por abolengo, aspiraciones de aristócrata y conducta política es el perfecto alterego de María Corina Machado.
Y eventos como los de hoy en la UCV son la proyección a futuro de lo que sería Venezuela si ella gobernara: el país como su propiedad privada.— William Serafino (@williamserafino) May 27, 2023
Las correspondencias entre los comicios ucevistas y la actualidad de las oposiciones son varias. Pero no por casualidad sino porque las mismas autoridades académicas son dignas representantes de una clase política que desde hace décadas remolinea en torno a la decadencia, la desmesura y las ansias frustradas de poder.