Vie. 22 Noviembre 2024 Actualizado ayer a las 8:41 pm

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Solo el conocimiento racional, subjetivo y libre sobre la sociedad enseñará a las personas a no tener miedo del doblar de las campanas de la historia (Foto: Archivo)

El fin del sistema mundial

En octubre de 1990, di una conferencia en la universidad de Columbia. Uno de los presentes preguntó sarcásticamente "¿No crees que doblan las campanas del comunismo?". Le dije que John Donne tenía un poema donde está este verso que Hemingway lo usó como epígrafe: "Nunca preguntes por quién doblan las campanas. ¡Doblan por ti!". Quise decir que la destrucción del sistema soviético es el principio del fin de su propio sistema, en 10 o 15 años. La audiencia rió… Pero en 2008 llegó realmente la crisis. Crisis que se predijo en occidente a principios de la década de 1980.

Y ahora surge la pregunta: ¿por quién, de hecho, doblan las campanas? Doblan por el sistema mundial existente. Y si Rusia permanece mental, económica y socialmente en una forma tan laxa como parte de este mundo, entonces la campana también sonará por ella. Otra cosa es que si Rusia no fuera parte de este mundo, sino que fuera, digamos, un sistema socialista en sí mismo, todo sería diferente. Como era de esperar en las previsiones estadounidenses a principios de los 80.

A principios de la década de los 80, Reagan ordenó pronósticos de tres grupos de economistas para los próximos 15 años. Y llegaron a conclusiones absolutamente idénticas, y luego juntos resumieron el resultado general. El pronóstico era el siguiente: antes de la crisis de "dos jorobas" de 1987 y 1992/1993 la producción cae en un 20 a 25% en el sector capitalista y en un 10 a 12% en el sector socialista.

El resultado político de todo este asunto para occidente es la llegada al poder de los comunistas en Italia y Francia, solos o en una alianza de fuerzas de izquierda. En el reino unido, la izquierda laborista está regresando. Y en Estados Unidos nadie regresa a ninguna parte, salvo las protestas de la comunidad afro en todas las ciudades importantes. Había un pronóstico separado para el sistema soviético: se deslizó por esta crisis con mucha más facilidad. Pero fue como fue. El capitalismo no se construyó, pero sufrimos sus úlceras. Las personas que construyeron el capitalismo criminal en el mejor de los casos están sufriendo las plagas del capitalismo global.

Aparentemente, este período en la historia de la humanidad (que se caracterizó por un rápido crecimiento) está terminando para siempre. Me refiero al avance técnico, que, condicionalmente, fue desde mediados del siglo XVIII hasta la década de 1980 del siglo XX. Hay que decir que después de la revolución neolítica, el crecimiento económico en la antigüedad, en la edad media y en las sociedades asiáticas, era de 0,2% por año. Era una asíntota. ¡Y de pronto hubo una fuerte sacudida! Pero este avance realmente está llegando a su fin.

Esto no significa que mañana todo el mundo pasará a una economía preindustrial. Pero en el sentido de que realmente hay cierto límite. En principio, esto no es nada nuevo para quienes alguna vez, en 1960, siguieron las conferencias en Byurakan, aquí en Armenia, dedicadas a la búsqueda de civilizaciones extraterrestres. Hubo mucha discusión sobre si estamos solos en el universo y básicamente los puntos de vista de Stanisław Lem y nuestro astrónomo Víktor Shklovski chocaron. "No estamos solos", dijo Lem. Y Shklovski dijo: "Al diablo con nosotros en el universo".

Pero Kardashov, quién creó su propia tipología de civilizaciones extraterrastres, encontró una tercera solución. Dijo que "no estamos solos en el sentido de que la fase técnica de cualquier civilización no puede durar más de tiempo determinado". Su esquema hipotético es muy importante para nosotros ahora, para las perspectivas de desarrollo de la civilización terrenal y el sistema poscapitalista. Como dijo el propio Kardashov, nuestro sistema moderno (capitalismo/ socialismo juntos) utiliza solo 0,16 del potencial energético del planeta. Y prácticamente no hay perspectivas de usar nada más. Esto no significa que el desarrollo se detenga allí. ¿O no quiere decir que necesitamos implementar la versión del Club de Roma y Klaus Schwab? Porque Schwab, de hecho, con la excepción del capitalismo stakeholder, no presentó nada nuevo en comparación con los ladrones del Club de Roma.

Permítanme recordarles que el Club de Roma fue fundado en 1968. Formalmente, fue creado por tres personas: Alexander King (Gran Bretaña), Aurelio Peccei (que representaba al Vaticano así como a las élites del sur de Alemania y del norte de Italia) y Germain Gvishiani. Era el yerno de Kosiguin y el hijo único del único adjunto de Beria, que no fue fusilado, sino que tan solo se quitó las charrateras y el mando. El Club de Roma fue uno de los medios de penetración de la nomenklatura soviética cuando, en la segunda mitad de la década de 1960, abandonó de facto el avance de la construcción real del comunismo, sobre la vía de hecho (en ideología, por supuesto, nadie dijo esto) al sistema capitalista. Había dos formas organizativas de integración. Esta es la estructura "en red", también es la "firma" de Pitovranov. Y el segundo es el Club de Roma.

El Club de Roma ya en 1968 y 1969 comenzó a preparar el primer informe Los límites del crecimiento sobre el modelo de "un mundo" basado en el modelo Forrester. E incluso entonces, estaba claro qué tipo de modelo era: reducir el consumo, reducir la población del planeta.

Lo más interesante es que al mismo tiempo se desarrolló un sistema alternativo en la Unión Soviética. En 1965, en el Instituto Pedagógico Social de Moscú, se creó un laboratorio para el análisis del desarrollo de sistemas ("Laboratorio de Sistemas de Gestión de Desarrollo de Sistemas", abreviado como "LASURs"). Fue dirigido por una persona absolutamente fantástica aunque poco conocida, pero creo que algún día Rusia se informará sobre la segunda mitad del siglo XX basado en este nombre: Pobisk Kuznetsov.

Desarrollaron su propio modelo del desarrollo del sistema mundial. Si había cinco variables y capital en Los límites de crecimiento, aquí habían 30. Y la persona que vio ambas versiones dijo que "LaSUR" fue escrito por un doctor en ciencias muy poderoso, y Los límites del crecimiento fue escrito por un excelente estudiante. Según el modelo de LaSUR, el sistema está moviéndose hacia un régimen asintótico, pero puede alimentar hasta 30 mil millones de personas. Entonces sucedieron algunas cosas muy interesantes. Los líderes de LaSUR son acusados de despilfarro. Pobisk Kuznetsov es expulsado del partido y encarcelado en el Instituto Serbski. Sus amigos lo sacan de allí y luego lo reincorporan al partido. Incluso asesora a Andropov y predice la crisis del sistema capitalista para finales del siglo XX, pero el sistema socialista estaba quebrantado. Esto sucedió por una simple razón: dado que la nomenklatura soviética apostaba por ingresar al mundo occidental a través del Club de Roma, todas las alternativas debían ser eliminadas. Además de eso, había una lucha dentro de los diversos grupos de la nomenklatura.

¿Qué es lo que aquí es muy importante para nosotros? Esto significa que los problemas de los que habla Schwab son los problemas del sistema capitalista. Además, la transición del exponente a la asíntota está planificada de tal manera que los propietarios del sistema capitalista fluyan sin problemas hacia los propietarios de otro sistema. Pero para esto necesitan reducir la población del planeta de manera significativa. Es más, si antes se decía 2 mil millones ahora se habla de 500 mil millones. Hay una tal primatóloga, Jane Goodall, involucrada en estructuras globalistas. Goodall recientemente dijo: "La población del planeta debería ser la misma que hace 500 años". Luego fueron 491 millones.

A menudo escucho: "Bueno, ¿qué puede hacer una persona común y corriente ante una situación así?". El hecho es que en situaciones de transición, cuando el viejo sistema se quiebra y el nuevo aún no ha tomado forma, la necesidad y el azar casi se igualan. Y cuando, en una situación de equilibro, una mariposa se posa sobre la balanza, pesa mucho más y luego hay un proceso de inercia. Y es precisamente en estos períodos que estamos experimentado que usualmente el desarrollo de los eventos depende de la elección individual de cada persona. Y para decidir hay que tener conocimiento. Por eso, me permito agregar la parte final de mi libro Las campanas de la historia: "Solo el conocimiento racional, subjetivo y libre sobre la sociedad enseñará a las personas a no tener miedo del doblar de las campanas de la historia. Les enseñará a vivir sin esperanzas de una recompensa, porque ser hombre es la mayor recompensa. A vivir sin ilusiones, porque la vida es la mejor de ellas. A vivir la vida sin idealizar el pasado, sin quejarse sobre el presente y sin temerle al futuro. Les enseñará el coraje de ser y el coraje de saber. Saber y ser un hombre, un hombre libre del derrotismo". Todo depende de la persona, sobre todo cuando los mundos sociales se derrumban y suenan las campanas de la historia.


Andrei Fursov es un historiador y publicista ruso, director del Instituto de Análisis Sistémico-Estratégico. Graduado de la Universidad Estatal de Moscú, es jefe del Departamento de Estudios Asiáticos y Africanos y del Instituto de Información Científica para las Ciencias Sociales (INION) de la Academia Rusa de Ciencias. Ha publicado varios libros sobre temas históricos relacionados con la Unión Soviética, Rusia y los cambios sistémicos acontecidos desde la segunda década del siglo XX hasta el presente.

Este artículo fue publicado en inglés en Telegraph el 9 de abril de 2023, la traducción para Misión Verdad fue realizada por Camila Calderón.

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