Durante más de 24 horas consecutivas las llaman consumen la estructura del buque de asalto anfibio USS Bonhomme de la Marina estadounidense, uno de sus principales embarcaciones de clase Wasp atracado actualmente en la base naval de San Diego.
Se ha requerido una movilización a gran escala de marineros, bomberos federales y helicópteros para intentar aplacar el fuego. 57 personas, entre funcionarios civiles y militares, han resultado lesionadas, según reporta Military Times.
El origen del incendio todavía sigue sin esclarecerse. Se cree que habría empezado en una bodega de carga inferior, causando una explosión primero y esparciendo las llamas en lo sucesivo.
El incendio aún no se ha sofocado del todo y las autoridades públicas de San Diego, explica Military Times, han pedido a la población adyacente que cierre sus ventanas si perciben un olor demasiado fuerte, en atención a posibles sustancias tóxicas que podrían haber explotado en la embarcación.
Aunque los distintos portavoces de la Marina y del Pentágono han intentado calmar a la opinión pública, asegurando que el buque volvería al mar una vez sofocado el incendio, la situación ha colocado en riesgo el funcionamiento y la operatividad del USS Bonhomme Richard.
El buque, desplegado por primera vez en 1998, está diseñado para movilizar helicópteros y aviones de combate así como tropas terrestres del cuerpo de Marines. Según reseña Al Jazeera:
“El buque ha participado en varias operaciones militares a lo largo de los años y también ha aparecido en un par de películas de Hollywood, incluida la película de acción de ciencia ficción de 2012 ‘Battleship’, protagonizada por Liam Neeson y la cantante Rihanna”.
El contraalmirante Charles Brown, portavoz de la Marina de EEUU en el Pentágono, afirmó que los lesionados han sufrido quemaduras leves y asfixia por inhalar el humo. Mientras tanto, los destructores de misiles guiados USS Fitzgerald y el USS Russell, también atracados en la base naval de San Diego, han sido alejados del incendio para prevenir posibles daños.
Por su parte el contraalmirante Philip Sobeck, comandante del Grupo de Ataque Expedicionario 3 (del cual el USS Bonhomme Richard es buque insignia), ha dado declaraciones y ruedas de prensa para ofrecer un balance actualizado de la grave situación.
Según recogió The Drive de sus declaraciones, existen daños en toda la coraza de la nave, el fuego está produciendo temperaturas de 1 mil grados al interior del buque y existe preocupación de que el incendio llegue hasta su línea de flotación, lo que podría provocar su hundimiento.
Las declaraciones de los jefes de la Marina de EEUU son un intento por apagar otro incendio también peligroso: el de la opinión pública. La institución militar estadounidense, pero específicamente la Marina, ha vivido meses de alta tensión, descrédito y despidos en su capa directiva a raíz de los brotes de Covid-19, pésimamente manejados, en distintos buques de guerra.
Ahora se suma el incendio del USS Bonhomme Richard para elevar todavía más el desprestigio y la desconfianza en el público.
Aunque la Marina insiste en que el buque volverá a la normalidad pronto, expertos consultados por The San Diego Union-Tribune aseguran que el daño generado por el incendio podría ser irreparable.
El USS Bonhomme Richard quedaría fuera de juego. La Marina de EEUU perdería una de sus principales embarcaciones.
Lawrence Brennan, capitán retirado de la Marina, indica que si el incendio llega a la sala de máquinas y a otras áreas críticas sería sumamente destructivo para la operatividad de la nave. “El calor de un incendio de esta naturaleza puede deformar el acero, y eso puede ser un problema importante para cualquier barco (…) En un barco más viejo, es aún más un problema”, sentenció Brennan.
El medio asegura:
“Si el barco no se puede salvar, sería una de las mayores pérdidas, en términos de tamaño y tonelaje, en la historia de la Marina. Tiene 844 pies de largo y pesa alrededor de 40 mil toneladas. El transportista Lexington, hundido durante la batalla del Mar del Coral en la Segunda Guerra Mundial, medía 888 pies y 47 mil toneladas”.
Pero el impacto de este salvaje incendio es sobre todo geopolítico: el USS Bonhomme Richard es utilizado en maniobras de intimidación militar contra China en el Pacífico, apuntalando la narrativa de Trump contra la potencia asiática y su uso soberano sobre el Mar del Sur de China, una de las principales arterias energéticas que conecta al país con los exportadores clave de Medio Oriente.
Aun cuando el buque pueda salvarse, los daños ocasionados muy seguramente lo mantendrán fuera de juego durante un tiempo, debilitando la proyección de poder de EEUU en el Pacífico y la capacidad de intimidar a China y a otros países rivales de Washington.