Si bien ya no es noticia como en 2020, cuando se decretó la pandemia global, el covid-19 sigue mostrando los estragos que ha causado.
De acuerdo a nuevas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número total de muertes asociadas directa o indirectamente con la pandemia de covid-19 (descrito como "exceso de mortalidad") entre el 1° de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2021 fue de aproximadamente 14,9 millones (rango 13,3 millones a 16,6 millones).
El exceso de mortalidad se calcula como la diferencia entre el número de muertes que se han producido y el número que se esperaría en ausencia de la pandemia según los datos de años anteriores. También incluye las muertes asociadas a la covid-19 de forma directa (debido a la enfermedad) o indirecta (debido al impacto de la pandemia en los sistemas de salud y la sociedad).
El organismo señala que las muertes vinculadas indirectamente a la covid-19 son atribuibles a otras condiciones de salud para las cuales las personas no pudieron acceder a la prevención y el tratamiento. Asimismo, detalló que la mayoría del exceso de muertes (84%) se concentra en el Sudeste Asiático, Europa y las Américas. Alrededor del 68% del exceso de muertes se concentra en solo 10 países a nivel mundial.
Pero más allá de los números, la pandemia deja al desnudo la crisis sistémica y la barbarie en la que los países ricos, como siempre, se apoderaron de la mayoría de los recursos destinados a atender a la población global.