La mejor manera de hacer propaganda es que no parezca que se está haciendo propaganda.
Richard Crossman
En esta nueva fase de la arremetida contra Cuba, con huella estadounidense, se usa la fachada de revuelta social con símbolos y canciones del imaginario cultural anticastrista a través del Movimiento San Isidro (MSI), que funge como operador políticos y activistas de calle.
El año pasado, esta trinchera de investigación realizó una radiografía sobre los involucrados y las características del MSI, donde se evidenció que son un instrumento en los planes de golpe (no tan) blando en contra del gobierno cubano.
#Cuba Una operación de cambio de régimen llamada "Movimiento San Isidro" https://t.co/hMGwSTUVFn pic.twitter.com/iwCndxmIm3
— MV (@Mision_Verdad) May 14, 2021
El núcleo de ese entramado de desestabilización es de índole cultural, por ello a inicios de este año la canción "Patria y Vida" se volvió un recurso que alimentó el caldo de cultivo del golpe de color que actualmente se pretende imponer en Cuba. Es así como la pieza musical se transformó en consigna.
Cabe preguntarse, ¿quiénes están detrás de esa producción musical?
La producción
La historiadora Shellie Clark realizó una investigación sobre el uso de la música en épocas de la Guerra Fría. Allí explica que "la música se convirtió en un arma en la guerra fría cultural, y los funcionarios del gobierno estudiaron cuidadosamente a los músicos, los estilos y el contenido antes de ser seleccionados para representar a los Estados Unidos como embajadores culturales".
Esta estrategia corresponde al poder blando (soft power), que usa la influencia cultural para promover ideologías o gestionar desestabilizaciones en naciones y grupos acorde a los intereses de quienes la dirigen.
Que el MSI proclame a la canción "Patria y Vida" como himno no es casualidad, intentanto minar con uno de sus instrumentos que aplican como antagonismo superficial a la flamante consigna del Comandante Fidel Castro de "Patria o Muerte", como bien lo expresan en la canción.
Carteles, mensajes y etiquetas en redes sociales pueden leerse con el lema "Patria y Vida", replicándose como un recurso asimétrico cultural de la actual fase de agresión estadounidense contra la isla.
Yotuel Romero, ex integrante de la banda Orishas, es el compositor de "Patria y Vida", una modificación de otra canción de la misma banda de 2020 y la esposa de Yotuel, la española Beatriz Luengo, titulada "Ojalá pase". Ese año, Yotuel denunciaba en repetidas ocasiones la supuesta censura hacia esa canción, sin nombrar que fue producto de un plagio descarado.
El plagio se debió a que este grupo tomó un fragmento textual de la icónica pieza de Silvio Rodríguez de 1969, "Ojalá". El trovador cubano aseguró que la agrupación jamás le pidió autorización para hacer uso de ese tema: "¿Qué me parece esta vulneración flagrante de mis derechos como autor de 'Ojalá', cosa notoria desde hace 50 años? Me parece un lamentable acto de parasitismo", enfatizó Rodríguez.
En la producción de la canción participaron más artistas cubanos como Descemer Bueno, la agrupación Gente de Zona y otros. Igualmente, a través de redes sociales artistas desde Miami se han sumado de forma predecible a la reproducción de temas anticastristas como una manera de integrarse a esta escalada golpista.
Yotuel, como operador político desde el frente de la farándula, tiene su propio sello discográfico, así que conoce muy bien las reglas de la industria de la música, por ende, la maniobra con la fachada de plagio fue calculada para usar una de las canciones emblema en los inicios de la Revolución Cubana como método de arrastre para lo que estaba por ocurrir en noviembre de 2020. Meses después, Orishas y Luengo escribieron otra canción, "Ámame Como Soy Yo", tanto para tapar el plagio hecho como para continuar calando en el imaginario político.
En cuanto a la dirección del video "Patria y Vida", estuvo al frente el cubano Asiel Babastro, director del video musical "Vuelos" de los cantantes Jenny Díaz-Canel Villanueva y Miguel Díaz-Canel Villanueva, hijos del presidente cubano Miguel Díaz-Canel.
Babastro estudió en la Universidad de las Artes y en la Escuela Internacional de Cine y Televisión, ambas instancias de estudios fundadas en los años 70 y 80 por Fidel Castro con el objetivo de impartir de forma gratuita estudios artísticos a los jóvenes de Cuba y el mundo.
Desde 2020, Babastro reside en Miami y desde entonces ha adoptado el discurso mayamero en contra del gobierno cubano, apartando de su línea discursiva todo lo referente al bloqueo impuesto por Estados Unidos desde hace décadas en la isla. Lo mismo ocurre con Yotuel, que hasta ahora no lleva registro de ningún trabajo musical denunciando el bloqueo estadounidense contra Cuba.
Desde la ciudad de Miami se instrumentan aventuras golpistas en Latinoamérica porque sobran los fondos para ello https://t.co/OqUvb9RJvb
Eder Peña escribe sobre el tema en su última columna. pic.twitter.com/1EHMK6OBoB— MV (@Mision_Verdad) July 16, 2021
Cabe destacar que Yotuel, aprovechando el trampolín político, anunció una gira en Miami para el mes de agosto, conciertos que se llevarían a cabo en medio de la demanda por más de un millón de dólares de sus excompañeros del grupo Orishas, Hiram Riverí Medina (El Ruzzo) y Roldán González Rivero. El mánager de los artistas, José María Canal, alegó que "lo primero que vamos a hacer es cerrar los contratos con Yotuel porque están viciados".
Estados Unidos en la caja musical
Es necesario recordar el mensaje de fin de año (2020), tras los acontecimientos de San Isidro, del Encargado de Negocios de Estados Unidos en La Habana, Timothy Zúñiga-Brown, quien afirmó con un discurso pasivo-agresivo que el futuro de Cuba sería favorable, argumentando que "los cubanos disfrutarán plenamente de todos sus derechos como los derechos compartidos de los Derechos Humanos y la democracia".
Zúñiga-Brown fue convocado por la Cancillería de Cuba por su apoyo frontal al Movimiento San Isidro y demostró que estaban involucrados en los intentos de golpe en Cuba. La Cancillería señaló que el diplomático estuvo en San Isidro y su Embajada conocía que se desarrollaba un evento de provocación política y social.
El financiamiento o apoyo logístico no es frontal para este tipo de acciones antigubernamentales, por ello Estados Unidos usa brazos ejecutores como ONG o fundaciones conectadas con la USAID o la NED.
La escalada estadounidense hacia Cuba por medio de esta franquicia cultural no acaba de crearse, lleva décadas forjándose. El acercamiento de Barack Obama a Cuba, previo a despedirse del Despacho Oval, no fue su jugada final; más bien era el comienzo de una nueva estrategia en la arremetida histórica contra la isla desde el frente cultural y el activismo de calle.
Con los embates del bloqueo contra Cuba más los impactos de la pandemia en la población, la nueva Administración estadounidense, los pupilos de Obama, sacan ventaja del escenario para agotar a la población y catalizar el golpe de color en la mayor de las Antillas.