El jueves 9 de abril, los ministros de energía de los países miembros de la OPEP+ comenzaron las negociaciones para reducir la producción de petróleo. La 9° Reunión Ministerial Extraordinaria se celebró a través de una videoconferencia. Este domingo 12, los países que participaron en el acuerdo formalizaron los anuncios.
Anteriormente, la OPEP+ se había reunido en marzo para este fin. Sin embargo, Arabia Saudita provocó el colapso del convenio por desavenencias con Rusia que culminaron en una guerra de precios.
La noticia de un posible acuerdo de la OPEP+ en abril provocó un aumento de los precios mundiales del petróleo, pero el aumento fue meramente coyuntural a falta de que dicho acuerdo se concretara.
La urgencia de concluir un trato radicaba en la necesidad de estabilizar los precios del petróleo en el mercado internacional, que en los últimos meses ha descendido drásticamente en medio de la pandemia por el nuevo coronavirus y el colapso del acuerdo OPEP+.
Acuerdo provisional y las condiciones
Los acuerdos provisionales se enfocaron en la reducción de la producción diaria por un plazo de dos años: en 10 millones de barriles en mayo y junio para luego ir atenuando gradualmente las restricciones.
Rusia y Arabia Saudita asumirán gran parte de las obligaciones de reducción de la producción: Moscú y Riad tendrán que cortar 2,5 millones de bpd (23% de reducción en sus niveles de producción).
De la medida quedan exentos Irán, Libia y Venezuela.
Paralelo a la reunión, Donald Trump participó en una conferencia telefónica con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el rey Salman de Arabia Saudita, según reveló la Casa Blanca. Los tres discutieron los recortes en la producción de petróleo, lo cual significa un hecho inédito, siendo esos tres países los líderes mundiales en producción de crudo.
Además de los países integrantes de la OPEP+, en las negociaciones participaron Colombia, Noruega, Canadá, Egipto, Argentina, Indonesia, Ecuador y Trinidad y Tobago. El ministro de Energía ruso, Alexandr Novak, resaltó la incorporación de nuevos países al debate porque “solo una reducción conjunta de la extracción por parte de todos permitirá estabilizar el mercado internacional del crudo”.
Los 23 países participantes en las negociaciones acordaron provisionalmente reducir la producción, pero México se negó a reducirla en los volúmenes en que otros países insistían.
Por ese desacuerdo, las conversaciones de la OPEP+ y otros grandes países productores de petróleo duraron nueve horas y la decisión final tuvo que ser aplazada.
La posición de México y la respuesta del G20
México fue el único país que no estuvo de acuerdo en los términos de reducción de la producción dentro de la OPEP+, que explicaron en un comunicado, y donde señalaron condicionar su participación en el acuerdo.
Los países de la OPEP+ insistieron en que México redujera el volumen de petróleo bombeado en 400 mil barriles, pero la Secretaria de Energía del Gobierno de México, Rocío Nahle, no estuvo de acuerdo con tales condiciones. Debido a la discordancia la finalización del acuerdo se pospuso hasta el domingo 12.
En un artículo publicado en Moon Of Alabama se explican las razones de la negativa de México:
“Ha cubierto gran parte de su producción de 2020, es decir, acordado de antemano a un precio fijo, según se informa, de unos 49 dólares por barril. Eso prácticamente elimina cualquier incentivo que México pueda tener para aceptar los recortes de producción de este año”.
El 10 de abril, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció en la tradicional conferencia de prensa diaria que el país había acordado con Estados Unidos reducir conjuntamente la producción en 350 mil bpd.
Según las declaraciones de AMLO, Estados Unidos asumiría algunas de las obligaciones de México reduciendo su propia producción. Por su parte, el gobierno mexicano se comprometía a reducir la producción en 100 mil bpd.
Donald Trump confirmó más tarde ese acuerdo, informó Reuters, y añadió que “Estados Unidos ayudará a México, y México lo reembolsará más tarde cuando esté listo”.
Ese mismo día, los ministros de energía de los países del G20 sostuvieron un encuentro para discutir la posibilidad de unirse al programa de reducción de la oferta de petróleo, acordado por la OPEP+.
En un comunicado los países del G20 señalaron que el grupo “reconoce los compromisos de algunos productores para estabilizar los mercados energéticos”. Pero el grupo económico no hizo ningún compromiso concreto de recortes en la producción de crudo.
La negociación final
Este domingo 12 de abril los ministros de Energía de la alianza OPEP+ reanudaron su reunión en formato de videoconferencia para definir los asuntos pendientes del encuentro pasado, toda vez que los compromisos de México no quedaron claros.
La videoconferencia esta vez duró unos pocos minutos, dando como resolución final el acuerdo para cortar la producción en 9.7 millones bpd, con México manteniéndose en su propuesta inicial de reducir 100 mil bdp al día y el resto de los países en los niveles del acuerdo original.
Gradualmente, los recortes se ajustarán a 7.7 millones bpd (julio-diciembre) y luego a 5.8 millones (enero 2021-abril 2022).
La información fue confirmada por la cuentaTwitter del Ministerio de Petróleo de Irán.
Por otro lado, Estados Unidos se comprometió a reducir 300 mil bdp para compensar lo de México, según fuentes que cubrieron la reunión.
El resultado de las negociaciones se conoció con el mercado cerrado desde el jueves 9.
Las perspectivas en el mercado a corto y mediano plazo
En lo que podría considerarse un hecho inédito e histórico, los países productores con la OPEP al frente, junto a Rusia y Estados Unidos, han creado el acuerdo de estabilización petrolera más ambicioso en la historia reciente.
Su significado yace en la ampliación del acuerdo con países acompañantes, entre ellos los norteamericanos, quienes regularmente son beneficiarios de los acuerdos de regulación de las demás naciones sin hacer ningún sacrificio.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin; su homólogo estadounidense, Donald Trump; y el rey de Arabia Saudita, Salmán bin Abdelaziz, volvieron a sostener este 12 de abril una conferencia telefónica durante la cual expresaron su apoyo a las negociaciones de la OPEP+ para reducir la producción de petróleo en 9,7 millones de barriles por día a partir del 1º de mayo, informa el servicio de prensa del Kremlin.
Sin embargo, la magnitud del acuerdo deja al descubierto la proporción de la crisis del coronavirus y su impacto en la economía global y en el ramo energético.
Las estimaciones sobre la caída del consumo petrolero en un 25% este año, consecuencia de las cuarentenas implementadas para contener el virus, suponen un escenario muy adverso, por lo que este acuerdo parece una previsión para contener la caída del precio del crudo y no para hacerlo subir.
A finales de marzo, el precio del petróleo Brent estuvo rondando los 20 dólares por barril. Tras la expectativa generada por la reunión OPEP+, llegó a los 36,29 dólares por barril para luego quedarse en el entorno de los 32 dólares.
Es importante subrayar que la prolongación de las cuarentenas en los países consumidores es aún por tiempo indeterminado, de manera que la situación en el campo energético podría agravarse.
Otro factor que intervendrá en el sostenimiento del precio petrolero será el nivel de cumplimiento de los países que suscribieron el acuerdo. El principal punto de atención es Estados Unidos, históricamente reacio a implementar ese tipo de regulaciones.
La caída en la oferta de crudo estadounidense, tal como lo señalamos en una entrega anterior de Misión Verdad, se originaría en la caída de la oferta por parte de los productores del ramo shale oil.
Según Reuters, los bancos JPMorgan Chase & Co, Wells Fargo & Co, Bank of America Corp y Citigroup Inc se preparan para tomar los activos de las empresas de esquisto que habían financiado, las cuales están hoy en plena quiebra por el escenario adverso de precios que dejó fuera de rentabilidad sus pozos.
Rusia, Arabia Saudita y otros países del Golfo podrían todavía cortar algo más de producción. Pero el motivo no será el acuerdo con la OPEP+, sino la falta de demanda (todavía impredecible) y la falta de espacio para almacenar el excedente de petróleo.
Es posible que, pese al acuerdo refrendado este domingo, el precio del petróleo siga variando en los márgenes de los 20 dólares, hasta que la demanda vuelva de sus actuales 75 millones bpd a más de 90 millones bpd.
Esto solo podrá suceder cuando la pandemia del coronavirus haya disminuido, cuando las cuarentenas hayan terminado y la actividad económica e industrial se reanude a un ritmo relativamente saludable. Aún en ese escenario, el mundo lidiará con una economía en recesión que ralentizará la demanda durante al menos un año después de que se terminen las medidas de confinamiento en el mundo.
Cuando la demanda finalmente regrese a los niveles habituales, es decir, cerca de los 100 millones bpd, el aumento de los precios del petróleo todavía se retrasará, dado que al día de hoy las capacidades de almacenamiento están a máximo nivel en países productores y consumidores.
Por lo tanto, el precio del crudo no alcanzará un nivel óptimo hasta que se drenen dichos inventarios.