El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, dijo el domingo que su gobierno tildará de “organización terrorista extranjera” a los rebeldes hutíes de Yemen. La decisión entrará en vigencia un día antes de que el presidente electo Joe Biden asuma su mandato presidencial.

Grupos de ayuda humanitaria mostraron su rechazo, además de su preocupación por el muy probable escenario en que esta medida obstaculice los trabajos para enviar alimentos e insumos médicos a una nación que alberga 5 millones de personas al borde de la hambruna.

Estados Unidos es culpable de “matar al pueblo yemení y dejarlo en la hambruna”, fue la respuesta de uno de los líderes de los hutíes, Mohamed Ali al Huti.

"Estados Unidos es la fuente del terrorismo (...) sus políticas expresan una crisis de pensamiento. Condenamos este acto y mantenemos el derecho a responder frente a cualquier clasificación que emita la Administración de Trump o cualquier otra administración", escribió Ali al Huti en Twitter.

Pompeo apresuró ese proceso, que ya venía discutiéndose por el Gobierno estadounidense, y se espera que otros anuncios en ese mismo sentido se hagan contra Irán, dejando en una posición más comprometedora en materia de política exterior al entrante gobierno de Biden.

Funcionarios del Departamento de Estado, citados por Associated Press, dijeron que Pompeo piensa “establecer vínculos explícitos entre Irán y Al-Qaeda y golpear a más entidades iraníes con sanciones”, antes del 20 de enero, cuando finalmente cesará la administración Trump.

Las relaciones con el terrorismo que Mike Pompeo dejó marcadas en Yemen, al igual que hizo después en Cuba, son la excusa para continuar el bloqueo político y económico a gobiernos que no se ajustan a la agenda imperial de Washington.