The Wall Street Journal recogió en 2021 que la proporción de reservas oficiales de divisas mantenidas en dólares estadounidenses en todo el mundo se situaba en 58,9% en el segundo trimestre de ese año, lo que indicaba que no había habido cambios desde el mínimo de 25 años alcanzado por primera vez en el cuarto trimestre de 2020.
Desde entonces, las reservas en dólares han caído 2,9% a pesar del aumento del valor de la divisa. Argumentan que, sin cambios en los tipos de cambio, la caída habría sido de 6,6%.
En julio pasado, solo alrededor de 30% de las transacciones de exportación de Rusia se realizaron en dólares y euros, frente a 85% de principios de 2022, reseña el Banco de Rusia. A esto hay que añadir que algunos gestores de reservas se han pasado a la moneda china. Los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) muestran que las reservas en yuanes se han triplicado desde 2016.
Que Brasil lo haya adoptado como moneda comercial y de reserva, y que Argentina haya recurrido a transacciones en yuanes con el Banco Popular de China tras quedarse sin dólares luego de grandes desembolsos del FMI, son una muestra del incremento del uso de la moneda china como signo de intercambio.