El 14 de marzo el Ministerio de Defensa ruso reportó que su Fuerza Aeroespacial detectó un dron estadounidense MQ-9 que volaba cerca de la península de Crimea en dirección a la frontera de su país, con lo cual violó el régimen provisional del uso del espacio aéreo sobre el mar Negro, establecido en relación con la Operación Militar Especial en Ucrania.

Aviones de la defensa antiaérea rusa despegaron para identificar al infractor pero no llegaron a utilizar sus armas, no entraron en contacto con el dron y regresaron a salvo a su aeródromo de base. El dron cayó al mar tras una maniobra brusca.

Poco después, el Comando Europeo de Estados Unidos denunció que durante una intercepción "insegura y poco profesional", un avión de combate ruso Su-27 embistió la hélice del dron MQ-9 "que volaba dentro del espacio internacional sobre el mar Negro".

El secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev, declaró que Rusia intentará recuperar los fragmentos del dron estadounidense que cayó en las aguas del mar Negro. "No sé si podremos recuperarlos o no, pero al menos intentaremos hacerlo. Espero que tengamos éxito", dijo.

Pátrushev también señaló que ese incidente ha vuelto a confirmar que Estados Unidos está peleando en Ucrania de forma directa: "Los norteamericanos están diciendo todo el tiempo que no participan en los combates, pero acaba de confirmarse una vez más que participan en la guerra de forma directa".

Por otro lado, el portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior, Peter Stano, expresó desde Bruselas que la Unión Europea considera que el incidente es un asunto entre Estados Unidos y Rusia y no es de su competencia comentarlo.

Sobre el dron, el canal de Telegram A Toda Potencia, de RT en Español, que se dedica a detallar elementos en juego durante la operación militar especial rusa, comenta lo siguiente:

La misión de espionaje de este tipo de aeronave ni siquiera se ve al 100%, sino al 1000%, por sus capacidades de reconocimiento táctico:

Posee cámaras de video y equipos de alta resolución lo suficientemente potentes que le permite grabar las frecuencias de estaciones de radio, estaciones de guía de misiles, estaciones de radar, determinar la ubicación de los sistemas de defensa aérea, ubicación y desplazamiento de tropas y, debido al reconocimiento visual, tomar imágenes de alta resolución.

El hecho es que, señaló el experto, las acciones de los estadounidenses contra Rusia se refieren a una violación grave del derecho internacional.

Imagínense ustedes cuál sería la reacción si un dron no tripulado ruso se acercara a Nueva York a la misma distancia que lo hacían los drones estadounidenses con Crimea…

De hecho, no hace falta imaginar nada. Los buitres de la guerra de EE.UU. como lo es el senador estadounidense Lindsey Graham, tildó a Biden de ser "como un ciervo encandilado por los faros" ante el incidente del MQ-9 y sugirió derribar a las aeronaves rusas en el espacio aéreo internacional si se acercaban a las fronteras de EE.UU.

Rusia ha dejado claro a EE.UU. que las regiones costeras del mar Negro tienen un estatus limitado para los vuelos. Este incidente con el MQ-9 Reaper obligará a los estadounidenses a cambiar el programa de sus vuelos y ahora es poco probable que se acerquen a las fronteras rusas.

Por cierto, Rusia ya ha dejado claro que va a recuperar los restos del dron estadounidense… Será interesante para nuestros ingenieros militares.