La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, y el presidente de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), Pedro Tellechea, se encuentran en China llevando a cabo reuniones de cooperación bilateral en las que tienen preeminencia las agendas comercial y financiera.
Los altos funcionarios venezolanos fueron recibidos este miércoles 6 de septiembre por las autoridades de la Bolsa Internacional de Energía de Shanghái y, posteriormente, de la Bolsa Nacional de Petróleo y Gas, donde pudieron conocer el comportamiento de los mercados de valores en China en el sector energético, allí donde compete a la industria petrolera y gasífera venezolana.
¿En qué consisten estas instituciones y cuál es su repercusión internacional?
La Bolsa Internacional de Energía de Shanghái
Se trata de una entidad financiera conocida en inglés como Shanghai International Energy Exchange Co., Ltd., o INE. Se inauguró y estableció conjuntamente como subsidiaria de la Bolsa de Futuros de Shanghái, abierto a participantes de todo el mundo en el mercado de futuros financieros.
Registrada en la llamada Zona Franca Piloto de China en dicha ciudad —en el distrito financiero Lujiazui— el 6 de noviembre de 2013, el INE opera la cotización, compensación, liquidación y entrega de futuros, opciones y otros derivados, formula reglas comerciales, implementa la autorregulación financiera, publica información de mercado y proporciona servicios tecnológicos y logísticos.
La INE asegura estar basado en los principios económicos de "apertura, equidad e imparcialidad". La institución establece una plataforma de negociación global de derivados financieros energéticos que esté "internacionalizada, orientada al mercado, regulada por la ley y profesionalizada" para reflejar objetivamente las condiciones de oferta y demanda de energía.
Asimismo proporciona una herramienta en la exhibición de precios, la gestión de riesgos y de activos para productores, distribuidores, consumidores e inversores de energía, a fin de facilitar la asignación de los recursos y promover el desarrollo económico, de acuerdo con la visión general de la Bolsa.
Su importancia radica en que funciona como un hub financiero en China para efectuar negocios con socios locales y extranjeros sin condiciones políticas de por medio, como sucede en las bolsas de Nueva York y Londres.
Allí, por poner un ejemplo, se cotizan futuros para el transporte marítimo, que sirven a los cargueros provenientes de Shanghái para ayudar a las empresas que tocan puertos europeos a protegerse contra los riesgos de fluctuación en los precios del flete, con lo cual cubren así posibles pérdidas.
Además, permite a los comerciantes utilizar el yuan para su valoración y liquidación, un asunto estratégico para Beijing que busca internacionalizar la moneda china en las transacciones transfronterizas.
En los últimos años ha crecido el nivel de sus operaciones: en noviembre de 2022 aumentó el volumen total en 42,6% respecto al año anterior. Lo que quiere decir que el mercado chino en el sector, siendo el mayor consumidor energético del mundo, está atrayendo cada vez mayores inversionistas y comerciantes.
De esta manera, China también da sus primeros pasos para que el yuan se convierta en moneda de referencia mundial, que permita fijar los precios sobre materias primas con el lanzamiento de contratos de futuros de petróleo y gas a través de la INE, que facilita la inversión tanto local como internacional en acciones relacionadas con el área.
Mientras mayor sea la circulación del yuan en los mercados financieros y en las cadenas comerciales, mayor será la ascendencia de la moneda. Recordemos que China es el mayor socio comercial de más de 120 países y, en 2023, el yuan ha duplicado su cuota de mercado en la plataforma de pagos internacionales desde 2% hasta 4,5%.
La Bolsa Nacional de Petróleo y Gas
Si la INE se encarga de los contratos de derivados financieros relacionados con la industria energética en China, la Bolsa Nacional de Petróleo y Gas (en inglés: Shanghai Petroleum and Natural Gas Exchange Co., Ltd., o SHPGX) funge como un centro de intercambio comercial de esas materias primas en Shanghái.
Es una plataforma de comercio de energía a escala nacional que también se registró y estableció en el distrito de Lujiazui, en dicha ciudad, el 4 de marzo de 2015, comenzó su operación de prueba el 1º de julio siguiente, y arrancó a operar oficialmente el 26 de noviembre de 2016.
De acuerdo con la empresa, y siguiendo el principio de "apertura, equidad, imparcialidad, profesionalismo, integridad y eficiencia", la entidad hace uso de las modernas tecnologías de la información para crear una plataforma de comercio de energía profesional e internacional con vistas a comercializar gas natural —convencional y no convencional—, gas licuado de petróleo, petróleo mediante ventas SPOT y transacciones a mediano y largo plazo de productos energéticos.
También brinda servicios integrales de comercialización, entrega, liquidación, tecnología, investigación de crédito, finanzas, información, lugares e instalaciones.
El hub implementa un sistema de membresía, y los comerciantes nacionales y extranjeros que cumplan con los requisitos de pertenencia pueden ingresar al mercado para comerciar.
Recientemente se convirtió en el centro de precios y comercio de petróleo y gas de China. A corto plazo, su objetivo declarado es constituirse en un núcleo de comercialización y fijación de precios del rubro en esa nación. En el mediano plazo, ser el centro de precios y comercio del área en la región de Asia y el Pacífico. Y, a largo plazo, en un centro de comercialización y fijación de precios de petróleo y gas con influencia global.
China movió las placas tectónicas de la geopolítica contemporánea con sus necesidades externas de petróleo y gas natural, mediante la adopción de estrategias con sus proveedores con base en la firma de contratos a largo plazo, al recibir y aportar inversión extranjera directa, además de conferir préstamos en contraparte de recursos, y la promoción de venta de material militar.
La Bolsa Nacional de Petróleo y Gas pretende funcionar en el futuro como el espacio ideal para llevar a cabo dichos negocios en el marco de los mercados energéticos.
Oportunidades bilaterales
Las reuniones de trabajo por parte de la delegación venezolana de alto nivel en Shanghái con las dos bolsas de valores confirman la apuesta que el Estado, dirigido por el presidente Nicolás Maduro, está dispuestao a desarrollar en cuanto a su agenda energética y comercial.
Con una posible inserción de Venezuela como miembro de la Bolsa Nacional de Petróleo y Gas de China, el crudo venezolano tendría una posición privilegiada para ser comercializado en el mercado chino, pero también de otros productos derivados del petróleo y la petroquímica, con miras a mayores mercados en Asia y las zonas de influencia geopolítica y geoeconómica china.
A través de la INE, junto con el Banco Central chino y la Bolsa Nacional de Petróleo y Gas, el Estado venezolano podría llegar a un acuerdo para gestioar los pagos por energía con el yuan —también conocido como renmibi— usando mecanismos de swap o permuta financiera que permitan intercambiar dólares o bolívares —las dos divisas mayormente usadas en Venezuela— por yuanes. Recordemos que PDVSA exporta a China aproximadamente 42 mil barriles de crudo por día.
El acceso de Venezuela a la moneda china y su circulación en las transacciones comerciales entre ambos países, y a pesar de las sanciones, se encontraría a tono con las prácticas que implementan otros países con China, en las cuale se usa la divisa asiática para comprar y vender productos energéticos.
En diciembre pasado, el presidente Xi Jinping afirmó que China utilizará la Bolsa de Shanghái para cerrar acuerdos energéticos en yuanes con los países del Golfo. Es un asunto estratégico para la nación asiática en su intento de internacionalizar su moneda, pero asimismo para quienes tienen negocios petrolíferos y gasíferos con Beijing que teman hacer uso del dólar estadounidenses en sus transacciones debido a represalias sancionatorias.
Venezuela, así, podría insertarse en una dinámica financiera y comercial liderada por una de las potencias del nuevo orden multipolar en ciernes, a la vez que podría resolver parte de los problemas que causa el impacto del bloqueo y las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europa sobre la economía, las finanzas y el comercio venezolanos.