La empresa Twitter dijo recientemente que trabajará con Associated Press (AP) y Reuters para detener la difusión de "información falsa" en su plataforma de red social y promover la "información creíble".
Lo que se ha revelado hasta ahora de la alianza entre el actor de Silicon Valley y las dos agencias occidentales de noticias es que se encargarán de dar "información contextual precisa" cuando se produzcan noticias de último minuto.
Las precisiones pueden aparecer en distintas partes de Twitter, como en las etiquetas adjuntas a las publicaciones o en las publicaciones de tendencia sobre los temas más populares de Twitter.
No es el primer anuncio que Twitter ha hecho relacionado supuestamente a limpiar la plataforma de mensajes engañosos y erróneos. A principios de este año, puso en marcha su programa Birdwatch, para que "los propios usuarios combatan la desinformación".
En esta ocasión, se trata de involucrar a dos grandes conglomerados mediáticos que no pueden ser considerados como candidatos ideales para definir qué es y qué no es información verdadera.
Tanto Reuters como AP sirven de portales para difundir la propaganda de gobiernos occidentales, sin embargo, la agencia británica tiene un historial más oscuro y cuestionable: relaciones confirmadas con la CIA y con un programa encubierto del gobierno británico contra la extinta Unión Soviética.
Las empresas de tecnología de Silicon Valley cada vez toman más decisiones que apuntan al control de la información en sus plataformas para que solo circulen las que no impliquen una amenaza a sus intereses y los de sus socios globales, por lo que las alianzas con gobiernos y medios que protegen esos intereses están a la orden del día.
Ben Norton, miembro de The Grayzone, publicó un artículo en el que aborda el nuevo capítulo de la censura a medios de información independientes que revelan información comprometedora de las corporaciones y gobiernos occidentales.
Reuters como máquina de propaganda de la CIA y el Reino Unido
En sus orígenes, Reuters recibió financiamiento del gobierno británico para difundir propaganda en contra de la Unión Soviética y las ideas comunistas.
Es un dato no menor, teniendo en cuenta que fue admitido por la propia agencia en un informe publicado en enero de 2020. En el artículo de The Grayzone se pueden encontrar citas del documento:
El gobierno británico financió en secreto a Reuters en los años 60 y 70 a instancias de una unidad de propaganda antisoviética vinculada a la inteligencia británica y ocultó la financiación utilizando la BBC para realizar los pagos, según muestran documentos gubernamentales desclasificados (...) El dinero se utilizó para ampliar la cobertura de Reuters en Oriente Medio y América Latina y se ocultó mediante el aumento de los pagos de suscripción de noticias a Reuters por parte de la BBC.
Los recursos fueron proporcionados por el Departamento de Investigación de la Información (IRD, por sus siglas en inglés) que Reuters describió como una "unidad de propaganda antisoviética con estrechos vínculos con la inteligencia británica".
El gobierno británico tenía pleno conocimiento de que su dinero estaba siendo utilizado para pagarle a la agencia de noticias en ese programa encubierto y afirmaba que éste último "podría y proporcionaría" lo que quería el Reino Unido, según indica un documento interno.
El medio alternativo estadounidense también expuso los vínculos de Reuters con la CIA.
Dawn Scalici es una ex funcionaria de la CIA que trabajó para la agencia de espionaje durante 33 años. Su último cargo fue el de Gerente de Inteligencia Nacional para el Hemisferio Occidental dentro de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI, por sus siglas en inglés), donde sus tareas de injerecia en el extranjero abarcaron todo el continente americano, desde el extremo norte al extremo sur.
Esta misma mujer fue contratada ahora por Reuters para "satisfacer las diversas necesidades del Gobierno de Estados Unidos".
Reuters empleó a la veterana agente de la CIA Dawn Scalici como "la primera Directora de Negocios Globales del Gobierno de la compañía." Reuters dijo que Scalici fue "encargada de la responsabilidad de avanzar en la capacidad de Thomson Reuters para satisfacer las necesidades dispares del Gobierno de los Estados Unidos", y agregó que "desarrolla relaciones estratégicas con los constituyentes del sector gubernamental y los principales tomadores de decisiones, desarrolla campañas para promover el crecimiento del negocio de Thomson Reuters y trabaja con los altos ejecutivos de la compañía para determinar los objetivos y planes estratégicos pertinentes".
Así funciona la censura de Twitter y Reuters
Como mencionamos al principio, el sistema de censura de Twitter, enmascarado en la "lucha contra la desinformación", tiene como uno de sus métodos el de agregar "información de contexto" a las publicaciones que los grupos dominantes en la red social consideren necesario.
Justamente se actuó de forma similar con una investigación que difundía la colaboración de Reuters con el Ministerio de Asuntos de Exteriores del Reino Unido para "debilitar la influencia del Estado ruso", publicada por el editor de The Grayzone, Max Blumenthal, en febrero de 2021.
El trabajo, que también señalaba la participación de BBC y Bellingcat en la operación secreta, decía que:
Documentos internos filtrados de la Oficina de Asuntos Exteriores, de la Commonwealth y de Desarrollo, publicados por un grupo que se hace llamar Anonymous, mostraron cómo Reuters y los otros medios de comunicación son instrumentos en una operación de guerra de información británica explícitamente dirigida a "debilitar la influencia del Estado ruso".
Reuters se encargó de conformar una red de reporteros y activistas de medios de información contrarios al gobierno en Rusia, afianzar esas posiciones en los participantes y promover un "impacto positivo" en su "percepción del Reino Unido".
La agencia británica estuvo en constante comunicación con la embajada de Londres en Moscú para evaluar los niveles de riesgo del programa, "incluido el riesgo para la reputación de la embajada", reveló la información filtrada.
Por dar luz a estos datos, Twitter castigó a The Grayzone con una etiqueta que decía "estos materiales pueden haber sido obtenidos mediante piratería informática". El texto aparecía cada vez que era publicado el artículo de Blumenthal en la red social.
La "desinformación" como excusa para censurar
Hay que destacar dos datos que expone The Grayzone sobre la cooperación entre las empresas de redes sociales, medios corporativos y gobiernos de Occidente
- El principal ejecutivo de Twitter y responsable de la selección de contenidos relacionados con Oriente Medio en la red social, Gordon MacMillan, colabora con la unidad de guerra psicológica del ejército británico, la 77ª Brigada, especializada en la guerra de la información.
- Facebook contrató a The Weekly Standard para que actuara como "verificador de hechos". Dice The Grayzone que ese sitio web neoconservador, fundado por el lobista pro-guerra Bill Kristol, "fue calificado como la 'biblia neoconservadora' por publicar noticias falsas para vender la guerra de Irak y promover los objetivos maximalistas de la política exterior de Estados Unidos".
Silicon Valley tiene claro que mantener el control sobre la narración de los hechos es proteger la hegemonía de los grupos de poder que apuestan a la perpetuación del capitalismo en su expresión neoliberal, al igual que lo saben los gobiernos occidentales y las corporaciones mediáticas.
Los tres están trabajando en conjunto para configurar las reglas en las redes sociales que eviten la filtración de datos y visiones que constituyan una amenaza a sus proyectos, y no parece importarles mucho que eso ponga en duda el tótem de "libertad de expresión" que en algún momento creyó ser posible en Internet, y que en cambio se revele su verdadera identidad autoritarista.
En el caso del gobierno estadounidense, las acciones son justificadas con la misma afirmación que emplean para invadir territorios y saquear recursos: que la "desinformación" es una "amenaza de Seguridad Nacional".
En ese sentido, son los medios alternativos con cierto alcance y las instituciones de Estados realmente independientes los principales objetivos de la censura en las redes sociales.