Jue. 02 Mayo 2024 Actualizado 4:54 pm

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Fuga de gas en el gasoducto Nord Stream 2 el 28 de septiembre de 2022 (Foto: Guardacostas de Suecia)
La pesquisa continúa en Alemania

Dinamarca sigue a Suecia y cierra investigación sobre sabotaje al Nord Stream

El pasado lunes 26 de febrero Dinamarca finalizó su investigación sobre las explosiones en los gasoductos Nord Stream ocurridas en 2022, que transportaban gas ruso a Alemania. Tras año y medio de seguimiento al caso la policía del país nórdico concluyó que hubo un sabotaje deliberado de los gasoductos, pero "la evaluación es que no hay motivos suficientes para iniciar una causa penal debido a que los atentados ocurrieron fuera de su jurisdicción".

Unas semanas antes Suecia había anunciado el cierre de su investigación sobre los atentados perpetrados. La conclusión de los fiscales suecos fue básicamente la misma: "La jurisdicción sueca no se aplica" al caso y por este motivo "la investigación debe cerrarse". El fiscal de esa nacionalidad Mats Ljungqvist dirigió la investigación preliminar y calificó la acción contra los gasoductos rusos como un "sabotaje grave".

Los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que transportaban gas ruso bajo el mar Báltico, fueron dañados por una serie de explosiones en las zonas económicas sueca y danesa en septiembre de 2022, y ocurrieron siete meses después de que Rusia lanzara la Operación Militar Especial en Ucrania.

En diciembre de 2023, Rusia señaló que la actitud de Dinamarca confirmaba que ocultaba la verdad sobre los verdaderos responsables de los ataques terroristas ya que recibió de la parte danesa una negativa a proporcionar asistencia jurídica en la investigación de las explosiones del Nord Stream.

Causó mucha suspicacia que Dinamarca hubiera excluido a Rusia de la investigaciones sobre los atentados, incluso cuando el gigante energético ruso Gazprom es el accionista mayoritario de los gasoductos que transportaban el suministro a Europa por el fondo del mar Báltico. "En Dinamarca, Suecia y Alemania impera el estado de derecho y se puede confiar en nuestras investigaciones", afirmó en marzo del año pasado el ministro de Asuntos Exteriores, Lars Løkke Rasmussen.

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Nord Stream (Foto: BBC)

De los tres países que organizaron la investigación, Alemania sigue interesado en llegar al fondo de las explosiones que rompieron los oleoductos Nord Stream. Reuters reseña que Alemania dijo al Consejo de Seguridad de la ONU que había encontrado rastros de explosivos submarinos en un velero que pudo haber sido utilizado para transportar la carga, y que buzos entrenados podrían haber conectado los explosivos a las tuberías.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se refirió a la decisión de Dinamarca de concluir la investigación de "casi absurda", sobre todo por el hecho de que "admiten que fue un sabotaje". "Es obvio que durante la investigación ellos comenzaron a descubrir que están involucrados sus aliados más cercanos", argumentó.

En la reciente entrevista que el periodista estadounidense Tucker Carlson le hizo al presidente de Rusia, Vladímir Putin, surgió la pregunta: ¿Quién voló el Nord Stream?

A esta interrogante el mandatario ruso respondió: "Ustedes, por supuesto (…) No voy a entrar en detalles, pero en estos casos siempre se dice: 'busca al que esté interesado'. Pero, en este caso, debemos buscar no solo a alguien que esté interesado, sino también a alguien que pueda hacerlo. Porque puede que haya muchos interesados pero no todos pueden llegar al fondo del mar Báltico y realizar esa explosión. Estos dos componentes deben estar conectados: quién está interesado y quién puede [hacerlo]", expuso el mandatario.

Sobre el silencio de Alemania acerca de la posible implicación de la OTAN en la explosión de los gasoductos, pese a haber sufrido un golpe en su economía a consecuencia del sabotaje, el líder ruso dijo que las autoridades alemanas actuales "no se guían por los intereses nacionales sino por los intereses del Occidente colectivo; de lo contrario, es difícil explicar la lógica de sus acciones o de su inacción".

De comprobarse la participación estadounidense o de algún otro miembro de la alianza atlántica contra esta infraestructura rusa, pero crítica para los intereses de Alemania, estaríamos evidenciando un golpe contundente a la estabilidad, cohesión y credibilidad de la organización como garante de los intereses colectivos de sus miembros. Sería la primera vez que un miembro de la alianza afecta los intereses directos de otro miembro de la organización.

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