Recientemente, una investigación periodística del medio salvadoreño El Faro reveló que opositores venezolanos vinculados al clan Guaidó forman parte de un gabinete en las sombras del gobierno de Nayib Bukele, en El Salvador, cuyo poder de decisión y ejecución dentro del Ejecutivo solo es equiparable al del presidente y su círculo familiar.
En el supragabinete de Bukele participan al menos diez venezolanos que han estado involucrado en la agenda de cambio de régimen contra la República Bolivariana. De acuerdo al medio salvadoreño, no se ha definido públicamente sus contratos, honorarios y responsabilidades.
"Al menos desde febrero de 2020, un mes antes de la pandemia de coronavirus, este gabinete paralelo ha dado órdenes a ministros del gabinete económico, de salud y de otras instituciones del Ejecutivo. Otro grupo, desde Casa Presidencial (Capres), se encarga de coordinar las actividades del aparato de propaganda del Órgano Ejecutivo y de Nuevas Ideas, partido fundado alrededor de la figura de Bukele y que controla la Asamblea Legislativa desde febrero de 2021", detalla la investigación.
Muchos de estos cargos y responsabilidades han sido confirmados a través de la pesquisa en redes sociales, así como en eventos internacionales y declaraciones donde estos funcionarios fantasmas admiten su rol en el gobierno salvadoreño. También hay fotografías de los venezolanos protagonizando actividades gubernamentales y del partido de Bukele que se realizaron entre el 1° de febrero de 2020 y el 1° de mayo de 2021.
Asimismo, conversaron con funcionarios del actual gobierno que han sido testigos de cómo este grupo gestionan y resuelven asuntos oficiales, además de dar órdenes a ministros y otros funcionarios.
"Dos venezolanos que han trabajado con los asesores radicados en El Salvador y que tienen amistad con ellos desde su época de estudiantes universitarios también describieron algunas de las funciones que desempeñan en el país", reseña Jimmy Alvarado.
Todos los que proporcionaron datos a la investigación de El Faro manifestaron temor a ser identificados y, por ende, sufrir represalias. Otros pidieron discreción al no contar con autorización para hablar sobre este tema, asimismo lo hicieron los venezolanos debido a que temían enfrentar campañas de desprestigio en Venezuela por sus vínculos con la oposición.
¿Quiénes son y qué cargos desempeñan?
La compilación de información proporcionada por diez fuentes, le sirvió al medio salvadoreño para vislumbrar un organigrama de los cargos que ocupan los venezolanos y el poder de mando dentro del Ejecutivo, al punto de que afirman: "La jefa de gabinete no es la comisionada de Operaciones del Gabinete, Carolina Recinos, sino una venezolana: Sarah Abdel Karim Hanna Georges", quien en Venezuela ha fungido como asistente del prófugo opositor Leopoldo López y de su esposa, Lilian Tintori.
De acuerdo a la investigación, la pirámide de mando en El Salvador quedaría de la siguiente manera: el presidente Nayib Bukele, seguido de Karim, su hermano más cercano, y luego sus también hermanos Ibrajim y Yusef, posteriormente, los venezolanos son el enlace entre el clan familiar Bukele, el Gobierno y el partido Nuevas Ideas. Son los que dictan directrices en persona y a través de grupos de WhatsApp.
"El Faro ha identificado a un grupo de 30 venezolanos que trabajan en el Gobierno, de los cuales diez pertenecen a un círculo privilegiado de toma de decisiones. De los 20 restantes, unos no viven en El Salvador, pero suelen permanecer aquí durante lapsos que van de días hasta meses", refiere el medio, y, según uno de los amigos de los asesores, "por cada ministro tienen un venezolano detrás dando órdenes".
En marzo de este año, un embajador confirmó a El Faro que la líder del equipo de venezolanos es Sarah, y otros asesores, que le rinden cuentas a ella, fungen como ministros no oficiales y ocupan áreas específicas.
- Sarah Abdel Karim Hanna Georges, líder del grupo de venezolanos.
- Miguel Sabal, se encarga de temas logísticos y del reclutamiento de venezolanos en Caracas para trabajar con el Gobierno de El Salvador.
Asesores por áreas
- Miguel Arvelo, en Salud.
- Tomás Hernández, en el gabinete económico.
- Roddy Rodríguez, en Educación y Cancillería.
- Juan Carlos Gutiérrez, en los temas de transparencia, enlace con la Corte de Cuentas y la Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador (Cicies).
- Santiago Rosas, encargado de elaborar el Plan de Control Territorial (nunca presentado públicamente).
- Ernesto Herrera se ha desempeñado como asesor en el Ministerio de Seguridad.
- María Alejandra García, que actualmente se encarga de coordinar, junto a su pareja, Tomás Hernández, el Programa de Emergencia Sanitaria (PES), antes era asesora de Capres.
El segundo grupo, de acuerdo a El Faro, está liderado por Lester Toledo, quien ha trabajado para el partido de Bukele, pero le encomendaron diseñar el PES. Lender Toledo, hermano de Lester, y Esteban Vicuña son los encargados del equipo de redes sociales y propaganda en coordinación con Hanna.
Hasta el momento ninguno de los mencionados ha querido dar declaraciones y desde las instituciones que representan no se pueden contactar porque obedecen a la lógica de que esos cargos no existen para los venezolanos. Por su parte, el gobierno salvadoreño niega que existan esas plazas.
"Los honorarios de los venezolanos salen de la Dirección y Administración Institucional/Administración General de la Secretaría Privada de Presidencia de la República y todos tienen contratos de asesores", dijeron empleados de Capres a El Faro.
Todo parece indicar que los venezolanos dentro del gobierno de Bukele constituyen una suerte de deep state venido a menos con fuerte influencia en la toma de decisiones. "Yo sé que los hermanos toman decisiones, pero no es que agarren el teléfono para darnos órdenes sino que mandan a sus emisarios: los venezolanos. Eso sucede en varios ministerios", relató un funcionario.
Inicio de las relaciones entre Nayib Bukele y el clan Guaidó
La investigación arrojó que la relación entre "los asesores" y el actual presidente del país centroamericano se comenzó a construir desde la campaña para la elección presidencial de 2019.
"Sarah Hanna y Lester Toledo participaron como estrategas en esa campaña. En mayo de 2019, Bukele realizó una gira a Estados Unidos y participó en una conferencia de Americas Society/Council of the Americas, donde se reunió con Carlos Vecchio, un hombre de confianza de Lester Toledo, que acababa de ser designado embajador en Washington D.C. por Juan Guaidó", señala la investigación.
Posteriormente, el 7 de mayo de 2019, el embajador fake agradeció al presidente electo de El Salvador por su apoyo al gobierno interino de Venezuela. El 2 de noviembre de ese año Bukele expulsó al cuerpo diplomático de Nicolás Maduro, lo que deja claro el pacto establecido en la reunión de Estados Unidos.
¿Fue tan efectiva la estrategia de los venezolanos durante la campaña que Bukele los absorbió como parte de su ejecutivo? Aún no queda claro si se debe a esto, pero tampoco es transparente la razón por la que siguen en El Salvador.
"La contundente victoria ocurrió en el marco de una de las contiendas más desiguales. El partido oficialista destinó $8.7 millones para la campaña en radio, televisión, impresos y redes, versus los $3.6 millones de los otros ocho partidos, según un informe de Acción Ciudadana. Y eso sin contar con el efecto del reparto desde el Ejecutivo de despensas (canastas de alimentos) a los hogares salvadoreños compradas en México, Panamá y Estados Unidos por un monto superior a los $200 millones de dólares, que fueron repartidas de mayo de 2020 a febrero de 2021, antes de las elecciones", detalla la pesquisa periodística.
Manejo de la pandemia
El diario confirmó que, desde febrero de 2020, algunos de estos asesores participaron como protagonistas en la construcción del "Fondo de Emergencia" de 2 mil millones de dólares en préstamos destinados a combatir la pandemia. Los testigos afirman que se encargaban de coordinar las donaciones internacionales en la mesa de crisis que luego fue bautizada como Equipo Interdisciplinario de Contención Epidemiológica.
Aseguran que desde el Edificio Century Tower, en las inmediaciones de Cifco, en la Zona Rosa, que funcionó como base de operaciones durante la pandemia, se definieron las fases durante los meses de confinamiento, así como el programa de entrega de canastas de alimentos, entre otros.
De lo dicho anteriormente hay dos hechos resaltables. Los venezolanos que se "encargaban" de coordinar las donaciones internacionales y el programa de entrega de alimentos. El primero evoca la trama de corrupción en la frontera con Venezuela, donde además estuvo Lester Toledo como representante de Guaidó. El segundo hecho, la entrega de canastas alimentarias, no es difícil relacionarlo con los CLAP, programa exitoso de la Revolución Bolivariana.
No olvidemos que los encargados de Guaidó para gestionar la "ayuda humanitaria" de la USAID malversaron los fondos que recibieron https://t.co/WrhbZtDfFf
— MV (@Mision_Verdad) May 5, 2021
Los venezolanos también estuvieron en la organización del plan nacional de vacunación salvadoreño. El 17 de febrero se organizó la primera jornada de inmunización y una hora antes de que iniciara el evento vieron a Sara Hanna ingresar junto con un equipo de asesores a supervisar la logística. Ella entró varias veces a una cabina a conversar con el ministro de Salud, Francisco Alabí, que esperaba al presidente Bukele. Luego esto sería confirmado por un embajador.
En ese mismo evento vieron a Miguel Arvelo, quien primero estuvo destacado en Medio Ambiente, pero que en 2020 pasó a ser un enlace entre el gobierno y el Ministerio de Salud (minsal). "Él gira instrucciones de Sarah Hanna a personal de rango medio y a técnicos de ese Ministerio", relató un funcionario que participó en reuniones con él, reseña El Faro.
Lo curioso de todo esto es que Arvelo profesionalmente no está relacionado a ningún área de la salud humana. Un amigo venezolano confirmó que en realidad es veterinario. Sarah Hanna (odontóloga) tampoco es médico, así como ninguno de sus subordinados.
En la jornada de vacunación también estuvo Miguel Sabal Matheus. De acuerdo a la investigación, después de Sarah Hanna y Lester Toledo, "Sabal Matheus es el asesor de mayor rango en la cúpula de venezolanos. Él trabajó en Cúcuta la logística de la ayuda humanitaria enviada desde Miami, Florida, como delegado de Guaidó".
El Faro constató que Sabal constituyó en Miami la Fundación Futuro Presente Inc, junto con Sarah Hanna, que se dedica a formar líderes que han terminado ocupando cargos con Voluntad Popular.
A lo largo de la investigación queda demostrado que los asesores venezolanos son rotados de una área a otra sin que estos tengan claro el funcionamiento o experiencia en ello.
Por ejemplo, Tomás Hernández, el asesor que transmite las órdenes a los titulares del gabinete económico, no es economista. Según la Universidad Católica Andrés Bello es ingeniero y en redes dice que tiene una maestría en Ciencia Política. Un amigo venezolano dijo que fue a El Salvador porque su esposa, María Alejandra García, que había militado en Voluntad Popular, estaba trabajando como asesora de Capres.
Simbiosis Guaidó-Bukele
El trabajo de El Faro pone en evidencia que el gobierno salvadoreño, que se proyecta a sí mismo con talante moral por perseguir la corrupción, ha reciclado a venezolanos que ponen en duda dicha imagen.
"En noviembre de 2019, Juan Carlos Gutiérrez -el apoderado de Juan Guaidó para rastrear la riqueza que se fugó de Venezuela y para gestionar su recuperación ante la Unión Europea- fue designado por Bukele como asesor anticorrupción de la Presidencia salvadoreña". Unos meses después, mientras sucedían las primeras compras en el contexto de la pandemia, Juan Carlos Gutiérrez renunció y partió a España sin ofrecer muchos detalles.
Siguiendo esa misma línea, un venezolano cercano a los asesores reveló al diario que el encargado de trabajar en el Plan de Control Territorial (PCT), que según la propaganda oficial ya llevaba cuatro meses de haberse implementado, no fue Rogelio Rivas, entonces ministro de Seguridad y Justicia, sino Santiago Rosas, el principal asesor del Ministerio de Seguridad que, según la fuente, elaboraba las estrategias sin consultar con el entonces ministro Rivas.
Para añadir un poco de contexto, recordemos que el PCT fue el programa por el cual el presidente Bukele irrumpió con militares en la Asamblea para presionar por su aprobación.
"Junto a Rosas, el venezolano Ernesto Herrera Núñez asesoró al Ministerio de Seguridad, según estas mismas dos fuentes del Gobierno. Sobre Herrera no aportaron más detalles acerca de sus funciones", señala el periodista, quien también detalla que Rosas y Herrera trabajaron la alcaldía de El Hatillo (2013-2017), dirigida por uno de los amigos más cercanos de Lester Toledo, David Smolansky, activista de Voluntad Popular que desde Estados Unidos se ha encargado de proyectar una crisis migratoria para canalizar recursos de agencias internacionales a la agenda de cambio de régimen antichavista.
Esto nos puede dar una idea de cómo Voluntad Popular y el clan Guaidó constituyen una empresa criminal que trasciende las fronteras por intereses económicos. Tramas de corrupción milmillonarias a través de la triangulación del partido, la USAID, ONG y la asesoría extraterritorial engrosan el expediente de la organización política que gestionó el bloqueo y embargo sobre Venezuela.
Al parecer la estrategia de los venezolanos para proyectar la figura del presidente salvadoreño ha funcionado, cuyo gobierno mantiene una fachada millenial desde la realidad líquida de las redes sociales. Esto, sin dudas, contrasta con el fracaso que han tenido para mantener la imagen del gobierno fake de Juan Guaidó en Venezuela, donde no ha calado la imagen del joven que supuestamente venía a "renovar" el país.