Mucha es la información respecto a las causas, procesos involucrados y consecuencias de la pandemia global que ha impactado de manera decisiva en la cotidianidad de muchos países y, definitivamente, hasta el futuro cercano.

La aparición del virus SARS-CoV-2 a finales de 2019 y su posterior propagación global ha provocado millones de infecciones y niveles considerables de morbilidad y mortalidad.

La enfermedad del coronavirus 2019 (Covid-19), causada por la infección del SARS-CoV-2, puede variar desde una enfermedad leve autolimitada hasta el síndrome de dificultad respiratoria aguda y la muerte.

Los mecanismos que subyacen al espectro de sus estados de gravedad y la naturaleza de la inmunidad protectora en su contra actualmente siguen sin estar claros. Sin embargo, presentamos tres recientes datos científicos.

Niños y jóvenes transmiten la enfermedad igual o más que los adultos

Un estudio en Corea del Sur demostró que la transmisión doméstica del SARS-CoV-2 era alta si el paciente índice tenía entre 10 y 19 años de edad.

Luego de monitorear 59 mil 73 contactos de 5 mil 706 pacientes índice (primer contagiado) con Covid-19 durante más de una semana, se halló que el 11,8% de los contactos familiares de los pacientes índice de todas las edades tenían Covid-19.

En los hogares con un paciente índice de entre 10 y 19 años de edad, el 18,6% de sus contactos tenían Covid-19.

El contagio doméstico es mayor que el no doméstico, así lo reportan informes compilados de China, Francia y Hong Kong, que estimaron que las tasas de contagio secundario para los contactos cercanos eran del 35%.

La diferencia en las tasas de contagio de los contactos domésticos en distintas partes del mundo puede reflejar la diferencia en las estrategias de contención y mitigación de Covid-19 de los hogares y de los países, lo que, según expertos, dividirá al mundo en dos tipos de países.

Una encuesta de contactos en Wuhan y Shanghai, China, mostró que el cierre de escuelas y el distanciamiento social redujeron significativamente la tasa de Covid-19 entre los contactos de niños en edad escolar, los niños que asisten a la guardería o a la escuela también corren un alto riesgo de transmitir los virus respiratorios a los miembros del hogar.

Aunque sus síntomas de Covid-19 son menos graves que los de los adultos, los jóvenes y niños podrían desempeñar un papel importante en la transmisión, otro estudio realizado a 597 residentes de Georgia (EEUU), niños cuya edad promedio era 12 años y asistieron a un campamento junto a funcionarios y pasantes de edades entre 14 y 59 años (17 años en promedio) halló que, inicialmente, 260 (44%) eran positivos.

Tanto menores eran cuanto mayor era la proporción de contagiados y la tasa de contagio aumentó a 56% para los funcionarios con el tiempo de permanencia en el campamento, debido a que la infección asintomática fue común y contribuyó a la transmisión no detectada.

También, un monitoreo de pruebas PCR del SARS-CoV-2 se realizó en hisopos nasofaríngeos recogidos en varios lugares de Chicago a pacientes sintomáticos de entre un mes y 65 años de edad.

En comparación con los niños mayores y los adultos se detectaron cantidades significativamente mayores de ácido nucleico viral en las vías respiratorias superiores de niños menores de 5 años con Covid-19 leve a moderado.

Luego de la infección por Covid-19 quedan afectaciones cardíacas

En un estudio que incluyó a 100 pacientes recientemente recuperados de Covid-19, identificados en un centro de pruebas del virus, las imágenes de resonancia magnética cardíaca revelaron una afectación cardíaca en 78 pacientes (78%) y una inflamación miocárdica continua en 60 pacientes (60%), que era independiente de las condiciones preexistentes, la gravedad y el curso general de la enfermedad aguda, y el tiempo transcurrido desde el diagnóstico original.

La enfermedad del Covid-19, que sigue causando una considerable morbilidad y mortalidad en todo el mundo, posee secuelas neurológicas y cardiovasculares, así lo revelan los informes de casos de pacientes hospitalizados. Aún se desconoce su impacto general.

El caso en cuestión fue estudiado en el Hospital Universitario de Frankfurt entre abril y junio pasados, consistió en comparaciones de marcadores sanguíneos cardíacos e imágenes de resonancia magnética cardiovascular entre grupos de control de 50 voluntarios sanos con edad y sexo similares y 57 pacientes con factores de riesgo similares.

Aun cuando se requieren estudios a mayor profundidad respecto a las implicaciones de estos hallazgos, llama la atención que, aun cuando los síntomas relativos a la infección viral se hayan presentado de manera aguda o no, los efectos fueron similares.

Aunque todavía no se pueden determinar sus efectos a largo plazo sobre la salud, varias de las anomalías descritas se han relacionado anteriormente con un peor resultado en enfermedades cardíacas.

Queda por ver el impacto sobre poblaciones excluidas cuyos patrones de alimentación impuestos han aumentado la presencia de enfermedades no transmisibles como diabetes, hipertensión y cardiopatías.

Alto riesgo en plantas industriales de procesamiento de alimentos

En otro estudio se analizaron aspectos como la cronología de los eventos de infección, la relación espacial entre los trabajadores, las condiciones climáticas y de ventilación, la distribución de las viviendas y el transporte, y las secuencias completas del genoma viral recuperadas de los casos de SARS-CoV-2 confirmados por PCR en la planta de procesamiento de carne más grande de Alemania localizada en Rheda-Wiedenbrücken.

Se halló que las transmisiones ocurrieron en un área confinada de la planta en la que el aire es constantemente recirculado y enfriado a 10°C. Un caso índice transmitió el virus a los compañeros de trabajo en un radio de más de 8 metros durante los turnos laborales en tres días consecutivos.

La evaluación del ARN mostró que todos los casos compartían el mismo conjunto de mutaciones en las muestras recogidas en el mismo período de tiempo.

Situaciones similares ocurrieron en los estados Yaracuy y Sucre de Venezuela. En el primero se trató de una planta de procesamiento de pollo en la que llegó a reportarse hasta 38 casos en un día; el segundo caso una planta de procesamiento de pescado que pasó de los 100 casos.

Ambas plantas llegaron a convertirse en focos de contagio en los respectivos estados y se reportaron fallecimientos de al menos una persona en cada una.

Un informe publicado en julio pasado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) reveló que en Estados Unidos el 87% de los más de 16 mil casos de Covid-19 en 239 plantas de 21 estados pertenecían a minorías raciales o étnicas (61% del total de obreros), y que al menos 86 trabajadores habían fallecido.

Iowa, el principal productor de cerdo en el país, registró severos brotes de coronavirus en diversas plantas procesadoras pero declinó participar en el estudio.

De causas y lecciones

Mientras avanza la pandemia de manera exponencial, también lo hacen los estudios publicados para conocer sus implicaciones inmediatas y a largo plazo. Esto permitirá tomar decisiones políticas para abordar nuevas realidades.

Se esperaría que estos nuevos aportes vayan a las causas estructurales de la aparición de tantas epidemias y brotes en tan poco tiempo e integren las lecciones que su abordaje nos va dejando como civilización.