La pandemia de Covid-19 y la crisis geopolítica global continúa generando reacomodos en todos los niveles. Esta vez el impacto viene desde el frente financiero: el oro ha alcanzado su precio máximo desde el año 2011, superando los 1 mil 930 dólares por onza, mientras que el Bitcoin también le ha seguido el paso ubicándose por encima de los 10 mil dólares por unidad.
El rally de ambos activos también toca a otros metales y commodities. Según reporta el portal BAE Negocios de Argentina, “el precio de la plata saltaba más de 6%, mientras el paladio escala más de 3% en la previa de la apertura de Wall Street, donde también subían las materias primas agrícolas como el cacao, la soja, el maíz y el algodón, entre otras”.
Este portal especializado en finanzas advierte que la subida histórica del oro marca un nuevo hito en la debilidad de la moneda estadounidense en el mercado financiero internacional.
El precio del metal, indica BAE Negocios, “ha ido escalando desde que los Bancos Centrales en el mundo inyectaron masivamente liquidez para contrarrestar los efectos de la pandemia del coronavirus (Covid-19) sobre la economía”, refiriéndose concretamente a los programas de estímulo masivo lanzados desde la Reserva Federal de EEUU y el Banco Central Europeo recientemente.
El recalentamiento de la actividad económica mundial, por un lado, y el estancamiento del comercio internacional, por otro, ha socavado el precio del dólar en meses recientes ante la premisa de que es un refugio inseguro e inestable para la riqueza.
La crisis social y económica en Estados Unidos, y los disturbios generalizados, también envían una señal negativa sobre la capacidad del país de recuperar su ritmo de comercio y producción, lo que contribuye a mirar con desconfianza la inversión en dólares estadounidenses.
En consecuencia, inversores institucionales y de distinto tamaño han apostado a una estampida hacia refugios más seguros como el oro, y mucho más rentables desde una perspectiva especulativa, como el Bitcoin.
El factor de la liquidez y la descontrolada emisión monetaria en los bancos occidentales tienen un peso objetivo en este rally. El economista ruso Yaroslav Kabakov ha comentado a Sputnik que la subida del oro “se debe a unas políticas monetarias bastante indulgentes de parte de los bancos centrales y a un flujo constante de liquidez al mercado”.
“Dado que la rentabilidad de los bonos del Tesoro no ofrece a los inversores las posibilidades necesarias para invertir, el oro se está convirtiendo en un instrumento al que muchos inversores se están pasando, que cubre los riesgos de inflación, lo que incluye la posible corrección de los precios de otros activos”, precisa el economista ruso.
Aunque parezca una paradoja, la irresponsable política monetaria de Estados Unidos, basada en la emisión expansiva de billetes verdes a partir de la deuda deficitaria, está debilitando la confianza en el dólar y favoreciendo los activos de refugio que amenazan su posición dominante como moneda de reserva global.
Algunos bancos estadounidenses de gran tamaño como JP Morgan advierten que la escalada del oro puede continuar en el mediano plazo a medida que la incertidumbre económica global por la recuperación de la pandemia sigue tomando fuerza.
En un ascenso meteórico, el Bitcoin rompió la barrera de los 10 mil dólares, su precio más alto desde el rally desde septiembre del año pasado.
Con respecto al Bitcoin, el portal especializado en criptomonedas Cointelegraph agrega que uno de los factores del ciclo alcista tiene que ver con “la debilidad del dólar estadounidense” y cómo “se combina con la incertidumbre sobre las medidas de China y el coronavirus”, suponemos que refiriéndose a las restricciones de comercio por temor a nuevos rebrotes de Covid-19.
Existen todavía serias dudas de si el Bitcoin sostendrá este ritmo alcista en las semanas por venir. Incluso analistas financieros especializados en metales como Peter Schiff piensan que la subida es coyuntural y se debe, principalmente, a la caída en los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense.
Schiff cree que el precio se estabilizará, pero hay otros analistas que creen que el Bitcoin continuará al alza.
Independientemente del curso que tomen los precios en cada uno de estos activos de refugio es importante evaluar que, en el curso de los últimos meses, el dólar estadounidense ha recibido duros golpes a su estabilidad, socavando la confianza de los inversores y comprometiendo el funcionamiento de la principal arma geopolítica del Imperio estadounidense.
Está herido de muerte.