Vie. 22 Noviembre 2024 Actualizado ayer a las 8:41 pm

Batalla de los Puentes: crónica (visual) de una invasión frustrada

Hace tres años la frontera colombo-venezolana tuvo uno de sus momentos más críticos, cuando el antichavismo aunado en el "plan Guaidó" intentó el ingreso ilegal de camiones de "ayuda humanitaria" sin permiso del Estado venezolano junto con un ejército de operadores irregulares armados.

Esto se dio en el marco de desarrollo del laboratorio político que Washington ensayaba con la autoproclamación de Juan Guaidó como "presidente interino" para crear un precedente en nuevas tecnologías de desestabilización.

El subpresidente Iván Duque, acatando el plan gringo, ayudó a construir una fuerza regional representativa para presentar a Guaidó internacionalmente, a la vez que proveía de recursos y logística narcoparamilitar para impulsar la estrategia de "máxima presión" de cuño trumpista.

En febrero de 2019, Duque se reunía con sus homólogos chileno y paraguayo, Sebastián Piñera y Mario Abdo Benitez respectivamente, además del secretario general de la OEA, Luis Almagro, y el entonces representante especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, para dar un espaldarazo político a los participantes del concierto Venezuela Aid Live, organizado el 22 de febrero de 2019 en Cúcuta (Departamento de Santander) de la mano del multimillonario y asistente del Foro de Davos Richard Brunson.

Se trataba de una cortina de humo, digna de los mecanismos de la sociedad del espectáculo, para crear nuevos corretajes financieros que se canalizaran a través del clan Guaidó y de esta manera destinar una parte al intento de invasión disfrazado de "ayuda humanitaria" a Venezuela a través del Puente Simón Bolívar con patrocinio de la USAID y en connivencia con las autoridades colombianas en la frontera.

El plan fracasó estrepitosamente, como se pudo ver de inmediato el día 23 de febrero de 2019 y luego, con el desmontaje del disfraz "humanitario" de manera posterior.

Cuando el exdiputado de Voluntad Popular y los grupos irregulares que lo acompañaban se disponían a cruzar de Colombia a Venezuela a través de los puentes fronterizos, violando la soberanía de la República Bolivariana, los camiones que supuestamente llevaban suministros para la población civil fueron bloqueados por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y la población organizada dispuesta a la defensa de la frontera, en una clara demostración doctrinaria de la unión cívico-militar.

Las decenas, sino centenas, de cámaras y combatientes mediáticos que fueron testigos del bulo pudieron atestiguar lo que, posteriormente, la oficina del Inspector General de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) reconoció que las supuestas intenciones de Estados Unidos de ayudar a Venezuela eran inconsistentes con los principios humanitarios.

En efecto, todo se encuadraba dentro de una operación de bandera falsa, cuando tres desertores de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se apoderaron de dos vehículos blindados y arrollaron a varias personas. Autoridades colombianas declararon que hubo hasta 60 deserciones de la FANB y de distintos cuerpos policiales, que luego fueron abandonados a su suerte como lograron denunciar ante medios cucuteños.

Ese mismo día, desde Caracas, el presidente Maduro informó que rompía relaciones diplomáticas con Colombia mientras el gobierno de Duque anunciaba el retiro de su personal diplomático, paradójico pues éste permanecía en Caracas aun cuando no reconocían al gobierno venezolano sino a la ficción del "interinato".

Durante el intento de invasión, desde las montañas y debajo del puente los grupos de choque antichavistas lanzaban piedras, bombas molotov y amenazaban con pistolas. Una de las bombas incendió uno de los camiones "humanitarios", mostrando que no contenían más que aire. Las cenizas así lo comprobaron.

En otro escenario de confrontación, se dio el asedio a instalaciones militares y enfrentamientos armados en la ciudad tachirense de Ureña. Se contaron por decenas los heridos de lado y lado y se contabilizaron cuatro muertos.

Luego del episodio, el Estado venezolano demostró que el exdiputado se dirigió a Cúcuta para el montaje mediático acompañado de Alberto Lobo Quintero, alias Brother, cabecilla financiero del grupo narcoparamilitar colombiano Los Rastrojos; de Iván Posso Pedroso, alias Nandito; y de Jhon Jairo Durán Contreras, alias Menor, número dos de Los Rastrojos, fungiendo como escoltas transfronterizos.

El gobierno de Nicolás Maduro publicó las imágenes que así lo confirmaron, que asimismo fueron corroboradas por la Policía de Cúcuta y por medios de Colombia como El Espectador y El Heraldo.

  • El concierto Venezuela Aid Live recaudó menos del 3% de los 100 millones proyectados para la supuesta "ayuda humanitaria".
  • Dos de las ocho gandolas, que en realidad transportaban cables metálicos, guayas, clavos, pitos, máscaras antigás y otros elementos, fueron incendiadas.
  • Posteriormente, The New York Times publicó una investigación audiovisual en la que demostraba que el hecho incendiario se motivó al uso de bombas molotov lanzadas por grupos de choque desde el lado colombiano de la frontera.

La Batalla de los Puentes queda para la historia reciente como una demostración de que se conformó una compleja red de organizaciones estadounidenses, grupos criminales y autoridades estatales extranjeras confabuladas para intentar invadir Venezuela bajo pretexto "humanitario". La épica de la unión chavista entre pueblo y fuerza armada como expresión de resistencia ante la ofensiva imperial queda asimismo registrada ante los anales de la memoria colectiva, como lo reflejan las imágenes captadas por la reportera gráfica venezolana Rosana Silva, que exponemos a continuación en nuestra galería.

A tres años de su lanzamiento, el "plan Guaidó" no solo es un fracaso evidente sino que también está siendo cada vez más apartado de la dinámica actual en Venezuela en la que no tiene cabida, ante un nuevo escenario político que sin embargo no deja de estar sometido a nuevas amenazas y desafíos coyunturales y a largo plazo.

Sin duda la Batalla de los Puentes es una muestra clara y una lección de que cualquier escenario antivenezolano puede y debe ser resistido bajo la cohesión nacional que tan bien expresa el chavismo, aun en sus múltiples manifestaciones.


Fotos: Rosana Silva.

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