En la guerra de Ucrania se han incorporado otros teatros teatros de operaciones de gran calado en el espectro mediático, pero que contrastan con la realidad. Cuando el inició la Operación Militar Especial los países occidentales se volcaron a bloquear a Rusia económica, energética y culturalmente para "castigar" a la población y al gobierno. Las medidas, al principio, parecían tener efecto, pero esta narrativa se diluyó con el tiempo.
Una de las noticias que más resonó en ese momento fue la de que Estados Unidos dejaría de importar petróleo ruso. La acción supuestamente se concretó a principios de marzo cuando la administración de Joe Biden prohibió formalmente las importaciones de petróleo del país euroasiático el 8 de marzo.
Sin embargo, en ese mismo mes, Rusia ascendió al sexto mayor proveedor de petróleo de Estados Unidos y casi duplica las entregas mensuales a 4,218 millones de barriles, señala el periodista independiente Jackson Hinkle en Twitter, quien resalta que anteriormente Rusia ocupaba el noveno lugar entre los países que suministran petróleo al país norteamericano.
Ante este dato cabe preguntarse, ¿qué pasó con la decisión de prohibir la importación de crudo ruso a territorio estadounidense?