Ya sabemos por experiencias recientes que las crisis en Estados Unidos y Europa promueven las zancadillas, la barbarie y otras jugadas sucias con tal de ganar la carrera por abastecerse de cara a las contingencias futuras. El episodio más lamentable fue cuando en medio de la pandemia se empezaron a robar y confiscar cargamentos de suministros médicos entre los países considerados "civilizados".
Algo similar ocurre en el marco de la crisis energética que enfrenta Europa. Y es que recientemente se supo que los comerciantes están desviando los camiones cisterna que transportan diésel con destino a Europa a la costa este de Estados Unidos mientras las dos regiones luchan por los suministros en medio de una escasez aguda y precios altísimos.
De acuerdo a datos de seguimiento de barcos de Refinitiv, al menos dos camiones cisterna que transportan 90 mil toneladas de diésel y combustible para aviones se dirigen desde Europa a Estados Unidos. Por ejemplo, un barco que transportaba diésel desde los Emiratos Árabes Unidos al puerto holandés de Róterdam se desvió al puerto de Nueva York.
Lo mismo ocurre con el barco Proteus Jessica, actualmente en el Océano Atlántico, que ha cambiado en los últimos días su destino a Nueva York desde el área de espera de Southwald en la costa sureste de Inglaterra. También se espera que Sea Caelum, otro petrolero de gama media que transporta diésel, se desvíe al puerto de Nueva York, dijeron los comerciantes a Reuters.
Estos desvíos son raros, ya que Europa por lo general importa diésel de los Estados Unidos, así como de Asia y Medio Oriente. Pero al mismo tiempo, una fuerte caída en los inventarios de diésel de Estados Unidos ha elevado los precios y los márgenes de refinación allí, abriendo oportunidades, conocidas como arbitrajes, para importar diésel de Europa a la costa este estadounidense.
Esto refleja que Estados Unidos no solo interfirió en el suministro energético europeo, también le está quitando recursos en medio de una lucha por abastecerse.