Vie. 11 Octubre 2024 Actualizado 6:35 pm

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Hablamos de pensar otro modo de producción con otras intenciones radicalmente distinta a la de producir riqueza y satisfacer carencias infinitas en egos infinitos (Foto: El Cayapo)

El robo del avión y el verdadero magnicida de Cristina

Cualquiera piensa que la mujer que vivía con Cucho y su nuevo marido nada tiene que ver con el robo del avión y el magnicidio frustrado contra Cristina Fernández, pero ¡ay mamá!, si usted supiera lo intrincado de la trama.

La nueva regla o "como vaya viniendo, vamos viendo"

Hace algún tiempo escribimos que la política del caos controlado se llevará por los cachos a Europa, Japón, Nueva Zelanda, Australia, Estados Unidos y a las minas que giran en su órbita. Cada día, esta catástrofe se evidencia en esos territorios y en las acciones erráticas llevadas a cabo por sus promotores, pero, como pasa con el alacrán, esa es su naturaleza.

Los señores promotores del caos controlado, es decir, los especuladores financieros, los dueños de medios, es decir, los mismos dueños, los creadores de nuevas tecnologías, los promotores de espectáculos de todo tipo, los ladrones de energía que la quieren más y más barata, los fabricantes de armas y promotores de la guerra, y los de la joya de la corona: los productores traficantes y financistas de la industria de la droga legal e ilegal que va desde el azúcar hasta las pastillas de laboratorios, pasando por opiáceos, sea heroína o los producidos en laboratorios legalitos, pero descomunales, que controlan todo el gran comercio de las drogas legales que mantienen zombificada a la gran mayoría de los 7 mil millones de esclavos que somos en el planeta.

Sí, estos señores, con sus intrincadas componendas, están haciendo las cosas por la calle del medio como si nadie los estuviera viendo. Estos bien vestidos y bien comidos quieren nuevas reglas. Ya no quieren compartir nada, ni siquiera con sus pares capitalistas que sostienen al sistema desde la industria y el comercio reglamentado. Ellos solo quieren que les rindan pleitesía, que el mundo se les arrodille a sus pies, pero la realidad es testaruda y algunos han salido respondones y no se quieren calar la mamá de las guerras impuesta por esos señores a todo el planeta.

Esta política aplicada por los dueños del caos controlado, que comenzó como un plan sin oponente, con bombos y platillos, con fin de la historia y derrota del comunismo y las demás ideologías que le servían de contrapeso en su precario equilibrio, trajo como consecuencia la aparición de la variable Chávez y la Iniciativa de la Franja y la Ruta, dando como resultado el descontrol del caos como plan. Si no, que le pregunten al payaso de Ucrania, que si no fuera por lo trágico causaría risa. Lo cierto es que este propósito ya va como un espasmo errante, sin ton ni son, de un ratico jodo aquí y otro ratico allá. Es lo que pudiéramos llamar una política telenovelesca dirigida por el Eudomar Santos de "como vaya viniendo, vamos viendo", y por esa vía van a terminar yéndose demasiado a un barrio depauperado en Miami.

Entiende bien, Cucho: la guerra intercapitalista por el control absoluto de los recursos y la imposición de nuevas reglas, o mejor dicho, volver a las antiguas reglas de todo es mío por la vía de la fuerza, y el que se interponga sufrirá las consecuencias del poderío que nos sostiene y siempre nos ha sostenido, puede explicar con claridad la relación de estos dos hechos abominables ocurridos en Argentina recientemente y que dan al traste con toda la creencia en el andamiaje del aparente derecho internacional.

Digámoslo de una vez: el tal derecho nunca ha existido, lo que pasaba era que nadie tenía la fuerza para oponerse a la dictadura humanista y su aparato de guerra, en donde ellos producían las armas y después se las vendían a quienes invadían robaban y asesinaban, y ahora quisieron hacer lo mismo con rusos, chinos e iraníes, pero el tiro les salió por la culata, ya que esta gente produce sus propias armas, y toman las decisiones que mejor les conviene.

El problema es para nosotros, que no producimos un coño y dependemos del andamiaje capitalista mundial, sin que todavía se vislumbre en el horizonte la intencionalidad de pensarnos hacia dentro.

Principios y propósitos para limpiarse el rabo

Concéntrate, Cucho, para que no te confundas. Tú siempre has creído en los principios y propósitos de la carta de las Naciones Unidas, aquí te los voy a copiar igualitos como ellos los escribieron para que tú creyeras:

Igualdad soberana sobre los Estados miembros. Cumplimiento de buena fe de las obligaciones contraídas en la Carta. Obligación de solución pacífica de las controversias internacionales. Proscripción del recurso a la amenaza o uso de la fuerza. Obligación de los Estados miembros de prestar ayuda a la Organización en cualquier acción ejercida de conformidad con la Carta y de abstención de ayuda al Estado contra el que la Organización ejerza acción preventiva o coercitiva. La Organización hará que los Estados no miembros se conduzcan de acuerdo con estos principios en la medida necesaria para el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales. No intervención de las Naciones Unidas en asuntos de jurisdicción interna de los Estados miembros.

Pero te digo una cosa para que despiertes, Cucho. Si con estos principios se han limpiado el rabo hasta restregarle el detritus a los países, pueblos y gobernantes violados, invadidos, asesinados, bloqueados, endeudados, tumbados, sometidos, obligados, ¿qué no han hecho con los inmaculados propósitos? Sobre los cuales cabalgan para cometer todos las depredaciones en el planeta y a los que echan mano cuando un pueblo, país o gobernante, intenta decirles que ya están cansados de tanto latrocinio en su contra. Es ahí cuando toda la furia de los señores del caos es esgrimida contra los alzados que han socavado con su fea conducta los sacrosantos propósitos de la Carta:

Mantenimiento de la paz y seguridad internacional y, con ese fin, se tomarán medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz y suprimir actos de agresión y otros quebrantamientos de la paz de conformidad con los principios de justicia y el derecho internacional, y fomentaremos relaciones de amistad entre naciones, basada en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos. Realización de la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales. Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar los propósitos comunes. ¿Los memorizaste bien, Cucho?

Pero mosca, Cucho, con el insecticida, porque es desde la misma ONU, con sus propias instituciones, que los grandes empresarios, transnacionales o multinacionales cometen y avalan sus más terribles fechorías. Es desde donde nos controlan y someten con las especulaciones financieras, la comida, la ropa, el conocimiento, la guerra, la energía, el arte, la profesión, la academia, la política, el deporte, la diversión, la droga, la desinformación, el trabajo, la enfermedad. Si no, pregúntale a FIDA, FMI, OACI, ACNUDH, ONUDI, FAO, UNESCO, OIT, IMO, OMM, OMPI, OMS, OMT, UIT, UPU, BM, BIRF, AIF, CFI.

Pero aún hay más: OEA, OIEA, FIFA, UEFA, ONGS, UNICEF, IGLESIAS, OPS, OMC, COI, CEPAL, AGNUR, Médicos y Reporteros Sin Fronteras, cascos blancos y azules, academias, universidades, artes, espectáculos, y todas las demás instituciones internacionales y nacionales, fundadas en el marco del capitalismo o el humanismo, como mejor se gustan llamar los refinados y delicados dueños y sus seguidores, títeres, marionetas, mayordomos, capataces, políticos, filósofos. Todos ellos y ellas se han pasado por el forro los llamados principios y propósitos que dicen defender, aupar o cumplir, porque el verdadero propósito y principio del capitalismo es producir riquezas al infinito sin que nadie se interponga en su camino. Lo que pasa es que ellos nunca se imaginaron que se les pudiera disputar la torta con sus mismas armas legales, pero de acuerdo con el gran desarrollo del capitalismo en el mundo, ya estas leyes son obsoletas y se convierten en una traba para el dominio y continuidad de la dictadura humanista.

Veamos un ejemplo. ACNUDH y OIEA son organizaciones criminales que, en nombre de los derechos humanos y la protección de la energía atómica, chantajean y condenan a los pueblos y gobiernos que no se adhieren a las políticas que imponen los dueños, como ejemplo reciente, contra Venezuela, China, Rusia, Siria, Corea del Norte, porque no se dejan aplicar las medidas coercitivas que la piratería empresarial del caos controlado intenta contra estos países y pueblos, pero a su vez avalan la criminalidad de empresas y Estados que le son afines o favorables a su mafia, llámese empresas contaminantes, Estados Unidos, Europa.

Pero, Cucho, eso siempre ha sido así, solo que ahora tiene que actuar al descubierto y todo el mundo está mirando y sacando sus propias conclusiones.

Los gafosábios engañados

Lo peor es que en medio del miedo, el hambre y la ignorancia, los gafosábios engañados o con conocimiento de causa gritan que no entienden cómo es que si ellos también luchan por los mismos propósitos y principios se les invade, somete, roba, viola, bloquea, malpone y desprestigia, porque eso sí, la mentira de los dueños, vía propaganda y publicidad, vaya por delante, y sus redes, TV, prensa, radio, iglesia, partidos, ideologías, son cañones que nunca se detienen dando en la mente en blanco de los creídos.

Hay gente muy inteligente, pero no entiende, Cucho, que en la letra pequeña se dice que todos esos principios y propósitos son para resguardar los intereses de los dueños del capitalismo, único sistema predominante en el planeta, y con planes a ser dueños del universo y más allá si les damos la patica. La ideología o creencia de que son principios y propósitos para todos, es solo golosina para mantener drogado al perraje.

Acuérdate bien, Cucho. Todo pendejo o pendeja que crea que tiene, merece o se le deben cumplir derechos, no son más que ilusos caídos de la mata que entorpecen con sus gremios, leyes, enmiendas, la aplicación verdadera de los mismos, que no es más, como ya se ha dicho, que defender los intereses de aquellos que los crearon, es decir la burguesía, y no los que se dicen o creen burgueses, sino los dueños verdaderos, los de uña en el rabo desde hace más de 400 años. No esos embaucados emprendedores que creen pueden llegar a ser empresarios exitosos en las minas donde viven, o esos políticos, intelectuales, académicos, profesionales, aspirantes o ambiciosos de toda calaña.

Los presidentes o élites que creen gobernar en las minas donde viven no tienen ni nunca tendrán la más puta idea de quién es su verdadero enemigo, y esto es porque creen que ellos están destinados a ser como su dueño, que ellos sí convertirán a sus países en verdaderas potencias dentro del capitalismo, aunque tengan que arrasar a todos sus vecinos, maldecirlos, echarles paja, ningunearlos, considerarlos menos que la suela de la chancleta o el mojón de perro que pisan, porque su ego esmirriao cree que él es mayor que el ego esquelético de los otros egos escuálidos, que gobiernan las otras minas. Lo doloroso para nosotros es que los costos de la tragedia siempre los pagamos en vida con intereses muy altos.

Estas élites mediocres con su mediocre inteligencia no pueden percatarse de la gran oportunidad histórica que presenta este momento, cuando el capitalismo está desnudo en plena calle con todas las costuras rotas y una gran rendija mostrando inmensas posibilidades de ser otra cultura incomparable, producto de un pensamiento distinto que genere un modo diferente de ser una especie de la vida. Pero pobres seres, no están dotados de trascendencia sustancial y no es por alabarlos, pero están convencidos de que después del humanismo no hay otra opción que copiar y copiar hasta el fin de la historia. Bien pudiera pensarse hoy la América como una gran patria diversa, unificada en diseños políticos endógenos, que resuelvan los problemas de todas las personas, con un pensamiento auténtico que no sea la copia de ningún otro pensamiento o hacer, sino el nacido del nosotros con nuestras particularidades.

Hablamos de pensar otro modo de producción con otras intenciones radicalmente distintas a la de producir riqueza y satisfacer carencias infinitas en egos infinitos, por el contrario, un modo de producción que parte de solucionar problemas reales y no carencias ancestrales infinitas.

No estamos hablando, Cucho, de congresos, encuentros, simposios, seminarios, de entendidos, de sabios, de saberes, que se repiten hasta el cansancio obstinante en el mismo sitio y tiempo, sino gente que acepte la realidad y no que viva de hablar de la realidad, gente que entienda que debemos crear el futuro que nunca ha existido, que lo debemos pensar fuera de las empalizadas, de los muros del humanismo.

Oye bien, Cucho. Los dueños del mundo están convencidos, y por ello trabajan afanosamente, de que el capitalismo ya ha logrado su máximo desarrollo o crecimiento, por tanto, lo único que queda es imponer la dictadura que aguante el control absoluto sobre los recursos que permiten la generación de riquezas y tener el control de la tecla que apruebe a los dueños el reinicio cada vez que la vaina se vaya jodiendo.

Estos planes son un poquito viejos, Cucho. Acabar con el tratado de Bretton Woods imponiendo el dólar como moneda de paridad, eliminar los Estados-naciones, excluir o poner a su servicio las instituciones de corte estatal, dividir al infinito a la especie y no solo en gremios, o el día internacional de los hijoeputa, los comemierda, los gafos, los pajúos, los vividores, los nini, o los nanái nanái, hasta celebrar, es decir, venderle güebonadas infinitamente a los solos solos solitos que nadie quiere ovacionarle una mierda, sino que además pretenden que todos los días salgamos gritando frenéticamente "¡Qué de pinga es vivir como esclavos!".

Pero, siempre un pero, hay gente que no les interesa el fin de la historia y son un gentío: chinos, rusos, indios, venezolanos, iraníes y otro gentío que no se la quiere calar. Por eso, Cucho, estamos metidos en este berenjenal. No es por la mujer o el otro marido, el robo del avión o el intento de asesinato de Cristina, o porque ganó Petro o porque en Chile perdió el "Apruebo" y le siguen cayendo a coñazos a la gente, o porque no dejan gobernar a Castillo en Perú, o porque los mexicanos o Centroamérica o Haití siguen siendo esguatipados, y etcétera en África y el mundo. No, mi niño lindo, es porque ahora los planes que parecían viento en popa se atascaron, le cayó mosca a la sopa y los señores en vez de sacársela siguen testarudamente con sus maltrechos planes, es decir, con el plan del caos controlado, ya muy descontrolado para ellos.

Por eso es que hoy vemos en América que a muchos gobiernos los mantienen en el caos, porque, seamos claros, a los dueños no les interesa que gobierne la derecha o la ultra derecha, mucho menos cualquier otro. Lo único que les conviene es el caos, la guerra civil, el Estado fallido, la delincuencia, la droga, las misses, los espectáculos, la mujer que se tragó a una tragavenao, el hombre que parió trillizos, para de esa manera poder mantener y aumentar sus ganancias, pero también para evitar que la Iniciativa de la Franja y la Ruta se cumpla, porque así ellos se verían desparecidos de la historia.

¿Ahora ya vas entendiendo, Cucho? Cómo están relacionados el magnicidio frustrado contra Cristina, el robo del avión venezolano y el secuestro de la tripulación en Argentina. Date cuenta: el aparato judicial obedece ciegamente al igual que los macristas millonarios y otros títeres, políticos, intelectuales, mediáticos, académicos argentinos, a los planes del caos controlado, sabiéndolo o no.

Párale bolas a la vaina, Cucho. Si en Argentina le quieren robar el avión a Venezuela, entonces es lógico que el gobierno venezolano se arreche y reclame su vaina al gobierno argentino, y esto genere enemistad, reconcomio. Pero esta jugada es a varias bandas en este billar, porque están involucrados Uruguay, Paraguay y pica y se extiende. El objetivo no es solo el simple robo de un avión y hacerle pasar mal la vida a una tripulación.

No, no es el simple magnicidio frustrado contra Cristina y no importa a cuántos pelabolas pongan presos y les echen las culpas de haberlo perpetrado. Porque de haberse consumado con éxito esa acción deleznable, hoy estaríamos asistiendo a una guerra civil en Argentina, objetivo supremo de los dueños del plan del caos controlado, pero aún más allá, en esta jugada se trata de dividir a todo el continente, con el objetivo de que los países no se unifiquen ni puedan diseñar políticas conjuntas, obligándolos a buscar el sálvese quien pueda por separado (y la viejísima pero efectiva máxima de divide y vencerás una vez más se verá cumplida contra los pueblos) y, por otro lado, evitando que se desarrollen los planes de la Franja y la Ruta, ya en marcha en este continente y el mundo, para ello sobarán egos, comprarán conciencias, y si esto no se puede, entonces debemos estar alertas porque intentarán patear la mesa nuclear, buscando cumplir con sus objetivos.

Corte y pegue esto en Chile, Ecuador, El Salvador, México, Centroamérica, Perú, y en todos nuestros países. La diferencia entre unos y otros es que algunas élites lo saben y se hacen los lomo e baba porque creen que son más inteligentes que los demás, porque estudiaron en Europa y pueden pescar en río revuelto, y otros que también lo saben han decidido plantarle cara y pelear, única posición digna que lamentablemente no se vislumbra como política colectiva de los gobiernos de este continente.

Los mismitos del otro siglo

Ve otra cosa, Cucho. Estos empresarios del caos controlado son los mismos que en Venezuela una vez montaron en el poder a Gómez, López Contreras, Medina Angarita, Gallegos, Betancourt, Caldera, Carlos Andrés, Luis Herrera, Lusinchi. Son los mismos que han promovido una guerra civil en Venezuela desde 1989, que conspiraron desde que Chávez fue electo en 1998, que planificaron el paro de 2001, que se montaron en el golpe de abril 2002, que decretaron el paro de ese mismo año en diciembre, que financiaron a los asesinos de plaza Altamira, que nos mantuvieron cocinando en leña hasta 2003 con la consigna de "¡Chávez vete ya!" y su paro petrolero, que cerraron sus fábricas y escondieron las mercancías, que aumentaron los precios, que fomentaron y financiaron las guarimbas.

Son los mismitos que se han robado toda la plata de este país durante 500 años, porque no solo es Mendoza el de la Polar y Alfonzo el de la Maicena, no: son todos, que no permitieron que los alimentos llegaran a los supermercados y mucho menos a los buhoneros o taguaras, son los mismos que se han robado toda la vida el presupuesto de la nación en nombre de la agricultura, de la industria, del empleo, de la vivienda, del turismo, de dotar la educación, la salud, las fuerzas armadas, también fueron los importadores de cachivaches y repuestos, son los mismos que azuzaron y continúan azuzando desde sus medios de desinformación social la guerra civil, son los mismos que hoy quieren seguir robando en complicidad con los mismos gerentes de las transnacionales, llámense ExxonMobil, Texaco, Siemens, DuPpont, Chevron y todos los demás insaciables en su hambre infinita.

Son estos dueños los mismos que sancionan a Rusia, Irán, China, que apoyan al gobierno nazi-fascista de Ucrania, que invaden Libia, Irak, Siria, Yemen, Somalia, que han sacrificado Haití, que crearon las guerras de los Balcanes, que someten al Medio Oriente, los que asesinan a Palestina en nombre de cualquier vaina que se les antoje. Hoy es dios, mañana es la democracia, o porque sí, pero también son los mismitos que hoy mantienen el bloqueo y las sanciones contra nosotros, son los mismos que cuando se ven derrotados salen corriendo a pedirle perdón al gobierno con un puñal escondido, mientras le soban la espalda de los egos a los funcionarios, para ver si el gobierno se descuida y así zamparnos la puñalada trapera.

Entiendes, Cucho, que no es solo la mujer y el otro marido, que no es Cristina ni su brutal magnicidio afortunadamente frustrado, que no es el robo del avión, ni la cantidad de boludos que pondrán tras las rejas por el magnicidio frustrado. No, hermano, es por el capitalismo que nos jode a todos de mil formas, aún en su debacle definitiva.

Destrocemos las talanqueras del pensamiento humanista

Ante esta gran rendija que se abre con la guerra intercapitalista, ¿la especie seguirá colocando paños calientes a los resultados, repitiéndose infinitamente en el crimen y el robo, reproduciéndose en la violencia de las carencias como un deber ser, sin otra salida que justificarse en dioses, religiones, creencias, brujerías, esperanzas, quimeras, ilusiones, ciencias, tradiciones, folclores e instituciones todas al servicio del gran capital, o intentará sembrarse definitivamente para fundarse como una especie con sentido y orgullo de pertenencia, como una cultura distinta al humanismo?

¿Cuánto tiempo llevará hacerlo, quiénes se dispondrán, cómo lo harán, cuándo lo harán, dónde lo harán, qué los motivará hacerlo, cómo será la arquitectura de la premisa colectiva, el arte, la tecnología, el modo de producir y vivir como forma de vida, cómo se producirá conocimiento, se sistematizará, se transmitirá? ¿Por qué los reformadores, los anarquistas, los religiosos, los ideologizados de todo tipo, los utópicos, los socialistas, los comunistas, no lo han hecho en 200 años en ninguna parte del mundo?

Vamos juntos a respondernos con entusiasmo, con delirio, estas interrogantes; nunca como ahora una oportunidad ha sido tan cierta. Destrocemos de una vez por todas las talanqueras del pensamiento humanista y vamos juntos por encima del hambre, el miedo y la ignorancia a crear lo distinto.

— Somos un grupo de investigadores independientes dedicados a analizar el proceso de guerra contra Venezuela y sus implicaciones globales. Desde el principio nuestro contenido ha sido de libre uso. Dependemos de donaciones y colaboraciones para sostener este proyecto, si deseas contribuir con Misión Verdad puedes hacerlo aquí<