Jue. 03 Octubre 2024 Actualizado 5:10 pm

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Los delincuentes imperiales tenían y siguen teniendo la costumbre de robarse entre ellos (Foto: El Cayapo)

Cinco veces para sabernos patria

El primer tratado que firmaron los imperios español y portugués al llegar a estas tierras fue el de Tordecillas, suscrito en 1494, que delimitaba la propiedad, es decir el robo que por la fuerza se le había practicado a los originarios habitantes de estas tierras invadidas.

Y decimos robo porque no existe ningún papiro, tabla, tela o papel donde los antiguos habitantes de estas tierras le vendieran a españoles y portugueses tierra alguna, y sí tenemos evidencias de los crímenes y saqueos que aún hoy siguen cometiendo, ya no solo los países sino básicamente las transnacionales radicadas legalmente en ellos en la actualidad.

La ExxonMobil es tataranieta de estos gandules.

En aquel tratado, estos pranes se dividieron el continente en dos partes de acuerdo con la fuerza que cada uno tenía. Pero los portugueses poco a poco les fueron comiendo el maisalteao por la orilla a los españoles, y eso es lo que explica que Brasil sea tan extenso. Estos delincuentes desde chiquitos no solo robaban a los invadidos, sino que tenían y siguen teniendo la costumbre de robarse entre ellos. Es su modo de vivir y no conocen otro.

Los mismos ladrones y su Laudo Arbitral de París de 1899

Una pandilla de transnacionales, encabezada por la ExxonMobil, con el acompañamiento del Comando Sur han instalado una cabeza de playa militar en Guyana, con la anuencia de Estados Unidos e Inglaterra, amparándose en las instituciones y leyes que ellos mismos implementan y controlan a su antojo, y la complicidad de las instituciones diplomáticas internacionales y sus mercenarios a sueldo como la elite gobernante en Guyana.

Asimismo los títeres de Guterres, Borrell, junto al gárrulo de Almagro y los vendepatrias, alimañas escondidas en los intersticios políticos del país, que pululan en los lobbies, tratando de obtener migajas de los dueños. Pero también sus medios de desinformación son usados para despojarnos del territorio Esequibo, porque existen diamantes, oro, manganeso, coltán, cobalto, uranio, silicio, bauxita, mica, petróleo, gas, pero además agua y selva con sus reservas arbóreas y animales. Recursos muy importantes para el gran capital y su acumulación de más riquezas y poder para las corporaciones.

Desde que la Corona española creó en 1777 la Capitanía General de Venezuela, y luego con la declaración de independencia de 1811, Venezuela heredó administrativamente el territorio ubicado al oeste del río Esequibo (la Guayana Esequiba) como consecuencia histórica, jurídica y política de la sucesión de España. Somos los únicos dueños legítimos.

A la potencia colonial le interesaba no solo la riqueza, sino la posición estratégica para dominar una ruta de acceso al mar y el Delta del Orinoco, y en función de sus intereses la Corona inglesa, que nunca tuvo título alguno sobre el territorio de la Guayana Esequiba, la ocupó desde 1814 de manera ilegal mediante la manipulación, el forjamiento y la alteración de mapas para sustentar el fraudulento Laudo Arbitral de París de 1899.

En 1897, Estados Unidos y el Reino Unido nombraron a cinco árbitros para decidir los límites entre Venezuela y la colonia de la Guyana Británica. En esta comisión Venezuela no tenía representación. En 1899 la comisión decidió de manera fraudulenta que el lado oeste del río Esequibo formaba parte de la colonia británica.

En 1949 el abogado Severo Mallet-Prevost, perteneciente a la Comisión Arbitral, antes de morir, da a conocer la conducta criminal, antiética y violatoria de las leyes internacionales con la que Inglaterra le robó a Venezuela 159 mil 542 km². Guyana no existía como nación ni como sujeto de derecho internacional en el momento en que se consumó el fraude arbitral.

Primera pregunta

¿Está usted de acuerdo en rechazar por todos los medios, conforme al derecho, la línea impuesta fraudulentamente por el Laudo Arbitral de París de 1899, que pretende despojarnos de nuestra Guayana Esequiba?

Sí, sin ninguna duda votaremos sí a la primera pregunta. Porque es tiempo de que nunca más las corporaciones entren como perro por su casa a nuestros territorios y lo saqueen como les da la gana, dejándonos a nosotros la miseria como único legado y generando enemistades entre los vecinos.

Acuerdo de Ginebra de 1966

A los saqueadores no les conviene el Acuerdo de Ginebra de 1966, porque deja claro que el Laudo Arbitral de París de 1989 es írrito, es decir nulo de toda nulidad, y establece que las partes deben por la vía pacífica, amistosa y diplomática resolver el diferendo.

La historia de Guyana, antes española, luego neerlandesa y después cedida por acuerdo a los ingleses, podemos resumirla en invasión, despojo y asentamiento de neerlandeses, y desde el siglo XVII ingleses, quienes durante el periodo colonial se disputaron este territorio en donde trajeron esclavos de la India y África que, conjuntamente con los originarios habitantes, waraos, caribes, arahuacos, son un poco más de 800 mil habitantes los que hoy componen la población actual de la Republica Cooperativa de Guyana, sustentada en una economía basada en la exportación de productos agrícolas (caña de azúcar y arroz), silvicultura, pesca, lo que representaba más de un 20% del PIB, y productos mineros (oro y bauxita) un 9% del PIB.

A partir del año 2019, con los descubrimientos e inicio de la explotación de yacimientos de petróleo y gas, la economía de Guyana ha experimentado un giro de 180°, incrementando el total de su PIB en más 116% sin que hasta ahora se beneficien las grandes mayorías. Porque, a pesar de la declaración de independencia, la política y la economía guyanesa siguen siendo controladas por las transnacionales que están usando a Guyana para robarnos el Esequibo, entre ellas la ExxonMobil.

Se dice que Guyana (pero todos sabemos que fue la ExxonMobil) contrató a dos grandes firmas de abogados: Matrix Chambers radicada en Londres y Foley Hoag LLP de Estados Unidos. Asimismo se rodeó de una batería de supuestos expertos para justificar el robo en los que se incluyen a Edward Craven, Paul S. Reichler, Alain Pellet, y a Philippe Sands, abogado de Matrix Chambers. Con esta gavilla de estafadores, justificados en un título de abogado, una firma empresarial y un manto de expertos, pretenden por vía "legal" robarnos los 159. 544 km².

Segunda pregunta

¿Apoya usted el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único instrumento jurídico válido para alcanzar una solución práctica y satisfactoria para Venezuela y Guyana, en torno a la controversia sobre el territorio de la Guayana Esequiba?

Por supuesto que también votaremos sí a esta segunda pregunta, porque más claro no canta un gallo y quien no cuida lo suyo a pedir se queda.

Es importante tener claro que, desde 2015, la ExxonMobil ha estado presionando a Guyana para que entregue concesiones petroleras en aguas no delimitadas con Venezuela, conduciendo al gobierno guyanés a violar unilateralmente el Acuerdo de Ginebra al introducir una demanda pidiendo la validez del Laudo Arbitral de París de 1899 ante la Corte Internacional de Justicia, que no es más que un parapeto judicial en manos de las transnacionales para robar y someter a los pueblos a los designios de estos piratas globales.

Estos malandros, disfrazados de leguleyos de alta alcurnia, pretenden vendernos a este nido de ratas, como la representación divina de la justicia, que ungidos por sus amos nos convierten en Estado forajido, y por esta vía despojarnos de lo que nos pertenece y que tanta sangre costó a los ancestros libertadores.

Tercera pregunta

¿Está usted de acuerdo con la posición histórica de Venezuela de no reconocer la Jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para resolver la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba?

Repetimos: la ExxonMobil, que tiene las pretensiones de apropiarse del Esequibo venezolano para robarse el oro, el petróleo, el gas y otros recursos, apoyada por Estados Unidos y su brazo armado el Comando Sur, son quienes a su vez gobiernan Guyana. No es más que un vulgar saqueo, al mejor estilo de los viejos piratas europeos quienes a sangre y fuego despojaban de sus pertenencias a quienes se les atravesaban en el camino sin respetar ningún tipo de ley.

Los pueblos que no se arman de valor y razón para defender lo suyo están condenados a ser esclavos de por vida, y los venezolanos hemos demostrado que no estamos hechos de esa casta.

Cuarta pregunta

¿Está usted de acuerdo en oponerse, por todos los medios conforme al derecho, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en violación del derecho internacional?

Con los ojos bien abiertos votaremos sí, para que todo el mundo sepa que los venezolanos sabemos quiénes somos y dónde estamos parados, quiénes nos quieren robar y quiénes son sus cómplices.

Uno de los temores de estas transnacionales es que la República Bolivariana de Venezuela ejerza plena soberanía sobre sus territorios, que aplique políticas independientes de los designios de estas corporaciones de ladrones que se han dedicado a saquear al planeta de cabo a rabo; que diseñe políticas económicas productivas, que haga historia, que siembre como raigambre poderosa el ser venezolano que ama el suelo donde nace.

Quinta pregunta

¿Está usted de acuerdo con la creación del estado Guayana Esequiba y se desarrolle un plan acelerado para la atención integral a la población actual y futura de ese territorio que incluya entre otros el otorgamiento de la ciudadanía y cédula de identidad venezolana, conforme al Acuerdo de Ginebra y el derecho internacional, incorporando en consecuencia dicho estado en el mapa del territorio venezolano?

Sí y mil veces sí votaremos por que se cumpla este anhelo colectivo, para que por fin brille con vigor el sol del Esequibo.


Con la inquina del saqueo / y amparándose en la guerra / llegaron por estas tierras / saqueadores europeos / y han seguido el malandreo / con lacayos que le apoyan / pero hoy no es tiempo de poda / es tiempo de no sucumbir / tiempo de votar por el sí / Y POR VENEZUELA TODA.

Somos pueblo de palabra / que en honor a lo acordado / siempre hemos respetado / el quehacer que nos abraza / y la historia que nos hermana / a un muy digno por ahora / un pueblo que no se emboba / con voz para decidir / que estas cinco veces sí / SON POR VENEZUELA TODA.

Rateros transnacionales / movidos por el despojo / por el hambre y por el odio / como se mueven los pranes / urdieron trampas "legales" / que a su interés acomodan / mas como en tiempos de otrora / no podrán robar aquí / por eso nuestros votos sí / SON POR VENEZUELA TODA.

La guerra no es una opción / para nosotros los pueblos / la guerra es la opción del miedo por lucro / y desolación pero nuestra vocación / no es simple cuestión de moda / (el que gana no se atora) / pues nuestras ganas de existir / va en estos votos por el sí / Y POR VENEZUELA TODA.

El territorio ancestral / que acunó nuestra sonrisa / hoy nos requiere y precisa / conjugar el verbo amar / con el deseo de fundar / una flor que no se enloda / en la paz con que enarbola / nuestro derecho a decir / que estos votos por el sí / SON POR VENEZUELA TODA.

Décimas de Ignacio Tapia.

El próximo 3 de diciembre de 2023 de nuevo haremos historia.

— Somos un grupo de investigadores independientes dedicados a analizar el proceso de guerra contra Venezuela y sus implicaciones globales. Desde el principio nuestro contenido ha sido de libre uso. Dependemos de donaciones y colaboraciones para sostener este proyecto, si deseas contribuir con Misión Verdad puedes hacerlo aquí<