Sáb. 18 Mayo 2024 Actualizado 11:34 am

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El nuevo presidente iraní Ibrahim Raisi (derecha) se encuentra con su predecesor Hassan Rouhani (izquierda) (Foto: Agencia Ilna)

El nuevo presidente de Irán no dará la otra mejilla a EEUU e Israel

A pesar de la negación de responsabilidad por parte de la República Islámica de tomar la iniciativa y atacar a un viejo tanquero petrolero vacío hace casi una semana antes de que el nuevo presidente Ibrahim Raisi tomara las riendas del poder, parece que Irán alteró el balance de poder. Hacer de objetivo a un barco de propiedad israelí no es inusual porque no es raro que se produzcan represalias en el mar de Omán. Sin embargo, respondiendo en mar abierto a un bombardeo israelí en Siria, es la primera vez que Irán establece esta nueva Regla de Enfrentamiento.

Si esto sugiere algo, indica que la nueva administración iraní ha enseñado los dientes para decir a Israel y a su aliado estratégico, los Estados Unidos, que no tolerará la matanza de sus hombres, y está lejos de dar la otra mejilla. Se espera que desde ahora en adelante Irán tomará la iniciativa en vez de darse la vuelta antes los muchos golpes recibidos por años en Siria u otras áreas. La próxima administración iraní puede confirmar ampliamente que "hay un nuevo sheriff en el lugar". De acuerdo a la constitución iraní y a la ley de elecciones presidenciales iraní, el mandato del nuevo presidente comienza cuando éste reciba el mensaje de aprobación de los resultados por parte del Walid al-Faqih, Sayed Alí Jamenei.

El almirante israelí Eli Sharvit, Comandante de las Fuerzas Navales, premió con medallas y certificados de reconocimiento a la unidad de comando marino israelí del Shayete-13. Los premios se entregaron por operaciones secretas llevadas a cabo por submarinos, lanchas misiles, plantando minas navales, recogiendo inteligencia, saboteando los petroductos y suministros en Siria y atacando buques: actividades relacionadas con los intereses del "Eje de la Resistencia" en Siria e Irán y contra Hezbolá, según lo formulado por Israel.

Estas actividades de la naval israelí se relacionan con años pasados cuando solo 16 ataques contra tanqueros iraníes fueron oficialmente anunciados. Israel alega que muchos otros ataques no fueron revelados por ninguna parte y que sus fuerzas han conseguido éxitos considerables contras objetivos iraníes. La marina israelí perdió mucha de su reputación en el verano de 2006 cuando Hezbolá lanzó sus misiles hechos en China C-802 y alcanzaron al buque armado "INS Hanit", matando a cuatro soldados.

La armada y la inteligencia militar israelíes y sus aliados occidentales no estaban conscientes de las capacidades misilísticas de Hezbolá. Consecuentemente, Israel falló en identificar, localizar y destruir los misiles de Hezbolá que sacaron a la armada israelí de la ecuación en la contienda en los primeros días de su segunda guerra contra Líbano. Luego de muchos años, la naval israelí vuelve al ruedo, y sus actividades recientes fueron visible y principalmente dirigidas contra Irán, que ahora ha decidido tomar represalias.

Israel comenzó sus ataques a tanqueros iraníes a mediados de 2018 y causó grandes pérdidas patrimoniales. Haaretz admitió que Israel lanzó "docenas de ataques" -en su mayoría, no reveladas- contra objetivos iraníes, causando pérdidas materiales por miles de millones de dólares. Sin embargo, el ataque de dron suicida ocurrido el pasado jueves en el Golfo de Omán, fijó un precedente desde que implicó la muerte del capitán del buque petrolero de procedencia israelí y su oficial de seguridad. La implantación de esta nueva estrategia de disuasión perturba la "autonomía de bombardear" en Siria por parte de Israel, expandiendo la plataforma iraní de retaliación para causar un mayor control y limitar la libertad y ventaja israelí en el Medio Oriente.

Desde que el apoyo de los Estados Unidos a Israel es absoluto, docenas de ataques de sabotaje israelíes son, por supuesto, considerados en "legítima defensa". Fuerzas agresivas han convertido al artículo 51 de la Carta de la ONU en un mecanismo para justificar violencia e intrusión, contra las leyes internacionales y el estado de soberanía. Esta lógica abusiva es la razón por la que los actos de Israel no son condenados incluso si ocurren asesinatos en el extranjero, particularmente en Irán. Las miles de bombas lanzadas sobre objetivos sirios, el reciente asesinato del científico nuclear Mohsen Fajrizadeh y de otros científicos asesinados por el Mossad israelí solo son unos pocos ejemplos de esta "inmunidad" espuria. Sin embargo, Occidente considera que las respuestas iraníes (solo cuatro comparadas con las docenas de Israel) son "actos terroristas".

La administración estadounidense regularmente respalda a Israel sin importar cuántas veces viola el espacio aéreo de países vecinos o ataca instituciones oficiales o ejércitos regulares, o comete actos de sabotaje en aguas internacionales. Israel tiene una influencia política y mediática de peso en los Estados Unidos, de la cual ninguna administración norteamericana aparentemente no puede permitirse ignorar o condenar.

Si bien funcionarios estadounidenses nunca jamás denuncian a Israel, cualquiera sea el crimen que cometa, el secretario de Estado Antony Blinken va más allá. Ha declarado que "Irán continúa actuando con tremenda irresponsabilidad. Estamos en contacto directo, en coordinación, con el Reino Unido, Israel, Rumania y otros países. (…) Habrá una respuesta colectiva". La administración estadounidense está insinuando que debería imponerse un acto colectivo de guerra o quizás más "sanciones" contra Irán.

Estados Unidos atraviesa una crisis nuclear con Irán en Viena, donde las negociaciones nucleares se han estancado. La nueva administración estadounidense perdió la oportunidad de concluir el acuerdo nuclear con el anterior gobierno del Sheik Hassan Rouhani en los primeros meses de la asunción de Joe Biden al poder. La oportunidad de oro ya no sigue disponible porque ambas partes, Estados Unidos e Irán, han mantenido sus posiciones y por lo tanto no están interesados en discutir las condiciones adicionales de cada bando. Esta nueva realidad llevará a la inevitable conclusión de que el acuerdo se lo llevó el viento y solo necesita un funeral por su ceremonia oficial de sepultura. Deteniendo las negociaciones, Estados Unidos desplazó la culpa a Irán, aun cuando estaba respondiendo a los ataques israelíes, ignorando totalmente el asesinato y el sabotaje respaldados por los Estados Unidos y llevados a cabo por Israel en años pasados.

Irán e Israel han estado combatiendo por décadas sus "campañas entre guerras". Sin embargo, Israel convocó a sus aliados globales, jefes de Estado, políticos y medios internacionales para lanzar una campaña contra Irán, omitiendo y suprimiendo el reconocimiento de los 16 ataques llevados a cabo por Israel contra Irán, y los miles contra Siria. Esto se debe al principio occidental de que "solo Israel tiene el derecho de atacar objetivos en la región". El ataque iraní ahora ha confundido a Tel Aviv y lo puso en una posición embarazosa, independientemente de si decide responder o no.

Es posible que la naturaleza agresiva de Israel, que ha desarrollado desde 1948 contra el pueblo palestino y varios países vecinos, se ha reformado y modificado. Israel se halla en una posición incómoda, debatiéndose por decidir la mejor forma de responder a Irán, en uno de los teatros de operaciones militares interconectados (de Gaza al Líbano y Siria, Irak, Yemen y el mismo Irán). Sin embargo, Israel también está consciente de que cualquier ataque futuro contra Irán indudablemente tendrá su respuesta correspondiente. Desde la respuesta iraní contra la más importante base militar estadounidense en Ayn al-Assad en Irak, Irán en efecto presume que ya no tema más a la confrontación y que no tiene intención de permitir a Israel que continúe sus ataques sobre el "Eje de la Resistencia".

Es sin duda una revelación de la futura política del nuevo presidente iraní Raisi. Sayed Raisi parece, al contrario de su predecesor, no es un entusiasta de continuar la diplomacia (en vez de otro método) para proteger los intereses de Irán. El nuevo presidente está siguiendo los pasos deñ Wali al-Fakih Sayed Alí Jamenei, quien considera que "Irán no debería confiar ni negociar con Occidente porque los enemigos de Irán nos atacan tanto como pueden. La única vez que los occidentales no nos atacan es cuando no pueden". Desde el primer minuto de su inauguración, Sayed Raisi -en un gesto respetuoso y no preceptivo- mostró su actitud modesta al Wali al-Fakih preguntándole públicamente por su permiso para ofrecer su primer discurso como Presidente.

Irán ya no tiene mucho que perder en su relación con Occidente, en cuyos acuerdos no confía, y que se negó a levantar todas las "sanciones" y regresó al acuerdo nuclear firmado en 2015 sin enmiendas. Por lo tanto, Irán no tiene nada que ganar apaciguando a Occidente o permaneciendo en silencio sobre sus dobles estándares y su ilimitado y unilateral apoyo a Israel. Así, todas las posibilidades están en el aire, y la inestabilidad del Medio Oriente permanece como el único futuro garantizado con el que pueden contar todas las partes.


Este artículo fue publicado originalmente en el blog de Elijah J. Magnier el 5 de agosto de 2021, la traducción fue realizada por Ernesto Cazal.

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